—¿Estás seguro de esto? —preguntó Wade por enésima vez—. Te golpeaste la cabeza bastante fuerte en ese accidente. —Tú, hermano mío, acabas de conocer a mi futura esposa, no me cabe la menor duda —dijo Kaeden con seguridad—. Lo supe desde el momento en que me llamó al hospital al día siguiente del accidente. Ahora solo tengo que convencerla. Si es que mi entrometida familia no la asusta antes. La fiesta se convirtió en un torbellino para Maggie, quien se vio envuelta en conversaciones con cada uno de los hermanos de Kaeden y/o sus parejas, que parecían estar siempre cerca de ella. Apenas había visto a Alecks o Elena, algo que agradecía, y se permitió disfrutar de la velada hasta que, incapaz de resistir más, se excusó y fue al baño. Esperó pacientemente en la pequeña fila hasta que Suzie

