KAMASUTRA

— Uhm —Gimió Oliver al momento que llegó a su clímax. Respiró profundamente y sonrió un poco. Su novio Sam lo había dejado bastante excitado y, no podía esperar a que llegara aquel hombre para poder tener su esperado orgasmo. Cerró los ojos y se levantó lentamente de la cómoda cama. Sus manos se sentían levemente entumecidas, así que las acarició y al momento de llegar al baño; las lavó. Al dar por finalizada su acción, unos golpes se oyeron en la puerta principal haciendo que el hombre frunciera el gesto. Eran más de las diez de la mañana y a esa hora era difícil que alguien llamara a su departamento. Se dirigió a la puerta y abrió, revelando a la persona que menos esperaba ver. Jodidamente caliente, pensó al mover su mirada por todo el largo cuerpo del muchacho. Cuando sus ojos divisaron los grandes ojos esmeraldas de aquel hombre, su respiración se entrecortó y sintió una sacudida en el pene. Jacob Thomas, su mejor amigo desde los doce, siempre lo había calentado. Lo excitaba hasta el punto de gemir su nombre cuando tenía sexo con cualquier otra persona. Oliver nunca había follado a su amigo, y eso lo frustraba. Además de entender que era muy poco posible que él quisiera. Se conocían desde pequeños y sería muy raro para él, entender el apetito s****l de Reece. — Hola —saludó Jacob con una gran sonrisa de hoyuelos—. ¿Ya se fue Sam? Oliver que se imaginaba todas las formas de cómo hacer gemir a su amigo, asintió rápidamente al darse cuenta de que se estaba demorando más de la cuenta en responderle. — Si, hace una hora. — Oh… —Thomas rascó su nuca y entró al departamento. El mayor pudo mirar detalladamente el cuerpo de su mejor amigo, y no puedo evitar dejar salir un jadeo. Estaba muy bueno. — ¿Quieres algo para tomar? —Preguntó y caminó a la cocina. — Café, por favor. Reece asintió y comenzó a calentar un poco de café. (...) El tiempo había pasado volando, y ahora se encontraban discutiendo de los problemas maritales de Jacob. Su vida s****l iba de mal en peor y Oliver, no lamentaba aquello. Nick le caía lo bastante mal como para desear que terminara con su amigo lo más pronto posible. Unos chasquidos sacaron de sus pensamientos a Oliver. Quien no le ponía atención a Jacob. No le importaba nada que tuviera que ver con su novio. — Estas en otro mundo —rió Jacob—. Te estaba contando que voy mal con Nick. — Si, sigue —Oliver animó a su amigo para que continuara hablando. — Él quería que le diéramos chispa a la relación, pero yo no entiendo para que existe el kamasutra, realmente. Lo odio. —Exclamó el de rulos. — ¿Hablas en serio? —Preguntó Reece. Aquellas técnicas para él eran su vida s****l. No podía follar a su novio de la misma forma siempre. — Si —suspiró Jacob y pasó una mano por su oscuro cabello—. El sexo con mi bebé está hecho mierda. Una idea cruzó la mente del mayor, pero trató de dejarla de lado. Era algo loca, pero ayudaría a su mejor amigo. Pasados unos minutos, aquella pregunta que tanto deseaba hacer, salió de sus finos labios: — ¿Quieres que te enseñe las posiciones? Los ojos de Jacob se abrieron de sobremanera y chilló: — ¿¡Qué?! — Si. Te podría enseñar todo el kamasutra, sin ataduras. Luego, serás el mejor en el sexo y así no perderás a Nick. Thomas mordió su labio inferior y dejó salir el aire —que ni siquiera se había dado cuenta—, tenía retenido. — Está bien... —aceptó poco convencido.