Soy Williams

2612 Words
April Alguien tocaba la puerta, pero me daba miedo abrir. No era mi departamento y por lo tanto no debía tomarme esa libertad. Estaba un poco cansada de toda la situación que me absorbió en casa como para ponerme a pensar en la de Nick y esa persona que tocaba la puerta. Sabía que apenas iba empezando, pero no entendía nada de lo que había pasado, mi vida había cambiado y yo no estaba segura sobre si quería o no eso, aún seguía pensando en acabar con todo en mi vida, al menos con los problemas. Decidí abrirla y eran unos señores algo avanzados de edad, con dinero y bien acomodados como lo es Nick, pero lo suficientemente entrados en edad como para ser los padres de él. Luego, justo detrás de ellos estaba Nick. -Hola -dije desconcertada y pensando en una mentira bastante creíble- no los conozco, pero pasen. No he escuchado mucho de ustedes. Genial, no entendía qué íbamos a contarle a los señores para justificar mi estancia en la misma casa que Nick. La señora se veía como de unos cincuenta años, eso o tenía más cirugías de las que podía contar como para aparentar tener esa edad, llevaba ropa que solo ves en tiendas costosas de la ciudad y sueles fantasear que algún día comprarás esa prenda, pero en el fondo sabes que no puedes adquirirla, tenía los labios más rojos que nunca había visto y parecía que nunca se despintaban, siempre admiré ese talento que poseen algunas personas para hacer uso del maquillaje. Por su parte el señor era todo lo contrario, parecía que los años le habían cobrado una factura bastante cara y se veía simplemente en su forma de caminar, estaba vestido como un profesor pero no la clase de profesor malo que siempre te juzga por llegar tarde sino el que entiende y justifica tu retardo con una mano mientras que con la otra ajusta el moño de su cuello para comenzar a dar clases; a juzgar yo sentía que su esposa le exigía incluso más de lo que podía y eso solo puede hacerles daño a las personas. Nick por su parte llegó dejando sus pertenencias en la mesita de la entrada y se excusó con que se daría un baño, bastante cobarde me resultó el muchacho. -Cariño -dijo la señora susurrándole a su acompañante- creo que son novios. Pero él no nos ha hablado de ninguna novia, tal vez es una sorpresa que nos tenga preparada. A juzgar por el pijama que trae puesta es como si Nick la hubiera querido marcar como de su territorio. Ambos se miraron y luego voltearon hacia mi intentando descifrarme como si en vez de una persona fuera un rompecabezas, pero ¡pobres! Yo no era nada de ellos. Al menos no que yo recordara. Se veían bastante finos, la señora sudaba perfume o algo así me pareció. Definitivamente no era la clase de persona que me quisiera de novia de su hijo y menos con un nieto que no sería de su sangre en mi vientre. Por un momento me dio temor que me miraran demasiado así que comencé a cepillarme el cabello con los dedos, alisé mi camisa y chequé que el pantalón que llevaba puesto no llevara alguna mancha, pero obviamente todo estaba bien ya que era la ropa de Nick que había tomado porque mi armario actual estaba en la secadora. Voltee a mi alrededor y entre todos los cuadros que Nick tenía en la pared pude ver una foto de ellos juntos en un lugar que no es su residencia actual, en el paisaje de la fotografía todo es verde y bonito; parecía una fotografía tomada con un fondo falso. - ¿Quieren tomar algo? -pregunté como si me hubiera convertido en una persona que había vivido ahí todo el tiempo, que conocía esa casa. En cierto modo me parecía familiar, aunque así son las casas de la gente rica: todas son iguales- espero que puedan esperar a Nick, él llegó bastante sucio de la calle, en esta ciudad sobre todo es donde abundan los gérmenes. Pero ninguno respondió. En realidad, necesitaba un milagro y sucedió: Nick entrando por la puerta y recién bañado, supuse que me resultaba conocido de algún modelo de revistas o de internet ya que parecía esculpido por algún artista prodigio de la época del renacimiento y no creía que fuera un milagro lo de su aparición, al menos no del todo ya que no iba a poder bañarse para siempre, pero al menos tenía una salida lo bastante cómoda como para dejar de ser escaneada por sus padres. Quería excusarme e irme al cuarto pero a la vez deseaba quedarme, terminé decidiendo lo más sensato: avisar que me iría, aunque solo a Nick le importara mi decisión. -Me retiro para que puedan hablar tranquilamente -dije con un tono de voz más agudo del que me hubiera gustado tener- Nick, si ocupas algo estaré en el cuarto leyendo. La señora me miró fijamente, supongo que esperaba que rogara por quedarme pero ciertamente no era mi asunto lo que los había llevado a ese lugar y yo no tenía ganas de quedarme a ver qué pasaba. -Quédate -dijo Nick con un tono de voz tranquilo- por favor, tú también puedes escuchar esta conversación y no suelen quedarse mucho tiempo. Recibí otra mueca por parte de la señora, pero el lado positivo fue que no me importó demasiado, había tenido bastantes reacciones malas en mi vida, el señor a penas tenía gestos y eso me parecía aterrador porque parecía ser una estatua, esperaba que con el paso del tiempo pudiera preguntarle a Nick acerca de eso, ojalá y alguna vez haya sido feliz. -Mamá -dijo Nick con la sonrisa más helada del mundo, parecía que lo habían congelado y luego enviado al infierno- papá no hay que ser maleducados con ella, hasta la ducha pude sentir como la estaban escaneando de arriba hacia abajo. Ambos padres lo miraron como cuando te descubren haciendo algo que se supone está prohibido, al fin había cambiado de expresión el padre de Nick. Esperaba no criar un hijo tan grosero el día que me tocara ser madre, es decir, en unos ocho meses. Tal vez Nick tenga sus razones para ser así con ellos, pero era algo que todavía no comprendía pues acababa de entrar a su vida. -Cariño -dijo la ahora madre de Nick, al parecer le había dado un título muy a lo Disney; algunos personajes no tienen nombre ynunca se me había ocurrido- quiero creer que es tu novia porque te juro que hablarán pestes de nosotros si haces alguna estupidez antes de tiempo y ya sabes lo que decimos de la familia o ¿quieres que te repita la charla del elevador? Espero que no, tesoro. Nick me miro en silencio, en realidad ni yo misma tenía una buena explicación de quien era y qué hacía en ese lugar exactamente así que preferí que él contestara, era mejor dejarlo arder solo mientras yo libraba mi propio problema. Me parecía justo, a decir verdad. Además¿quiénes eran para decir que la familia es lo más importante? Supuse que debíanser unas excelentes personas porque mi familia no fue tan buena reforzando esevalor que ellos veían como lo más preciado, esperaba que el asunto no separeciera demasiado a una película de suspenso o terror pues no eran un género fácilde digerir para mi. -Ella es mi novia -dijo Nick tomándome de la mano- April Williams. Exactamente soy su novia, espera ¿qué? No, señora madre de Nick le juro que yo no soy su novia; lo único que él ha hecho por mi ha sido salvarme la vida, su padre no mostró ninguna expresión facial y eso me dio miedo denuevo porque no sabía si me aprobaba o no, pero por su parte la mamá de Nick casi se puso de rodillas frente a mí, eso me pareció algo exagerado y vergonzoso, pero así era la gente rica y no podía hacer nada para cambiarlo. Su perfume comenzaba a marearme porque parecía una mezcla entre rosas, tulipanes y limpiador de casa, eso no tenía nada bueno como consecuencia, me daba miedo vomitar frente a ellos porque probablemente pensarían que estaba embarazada y aunque era cierto no debían enterarse ya que no era hijo de Nick que sería lo primero que pensarían. - ¿De los Williams de Oregón? -preguntó la señora y en verdad no entendí nada, era como leer un instructivo en otro idioma.Mi familia nunca me había contado algo sobre eso- es un gusto cariño soy Vicky, la madre de Nick, tu familia debe de estar encantada en que tú y Nick sean novios. Llamaré a tu madre en cuanto tenga tiempo para ponernos al tanto de este romance. La mire sin entender ni una sola palabra, mi mamá no tenía familia en ese estado y no le habría gustado nada de esto porquecontestar teléfonos no era su fuerte, seguramente habría sido capaz de encerrarme en una torre antes de permitir que alguien se me acercara más de lo que Nick ya lo había hecho, aunque después de la situación con mi padre no estaba tan segura del cariño que me tenía. Recapitulando un poco entiendo que la madre de Nick cree que soy de alguna familia rica que ellos conocen pero no podía estar más equivocada pues mis padres trabajan a diario con el único propósito de poner comida en la mesa.. -En realidad mis Williams viven aquí -dije intentando explicar la confusión, no pensaba mentir. Ya había dicho lo que más miedo me daba en esta vida y no iba a retroceder- nunca he estado en Oregón, ni siquiera he salido de aquí. Supongo que eso cambia un poco las cosas ya que dudo que usted tenga el número telefónico de mi madre yella no es muy dada a contestar llamadas, ni siquiera tiene tiempo para atenderel teléfono. Sentí como su mirada me traspasó el alma, perono era mi culpa todo esto era por culpa de Nick. Quizá en su antigua casa tenía a un buen partido, de familia que ellos conocían y podían tomar el té juntos mientras todos levantaban el meñique y se reían de una manera extraña a causa del Botox pero en vez de toda esa vida planeada aparecí yo: la gran April Williams que nunca había salido de la ciudad y que para nada jugaba el papel de novia, pero que la madre de él creía que sí gracias a la mentira que su propio hijo les acababa de contar. Fui a la que nadie quiso nunca y menos con un bebé en brazos. Ese bebé era lo único que lograría quererme y acababa de comprenderlo hace poco, fui tonta al querer deshacerme de él como si se tratara de una uña rota pero bueno, no es fácil enfrentar tal situación sin una cuenta bancaria. -Bueno -dijo la madre de Nick, alias Vicky, parecía tener decepción en su tono de voz, aunque después de contarle sobre mi árbol genealógico no era para menos porque con los ojos cerrados podía suponer que la familia de Nick tenía un linaje o algo así- deben empacar, iremos por algo de comer. Volvemos pronto. Cuídate cielo, les daremos su espacio y te dejaremos decidir si tu novia viene con nosotros o no. Busquen sus documentos porque la boda del siglo nos espera. Entendí que esa despedida era para Nick, al menos a su madre le desagradaba, pero su padre no había dicho nada. Además, como si no fuera suficiente viajaría con él, pero en realidad no sucedería ya que no tenía documentos y eso lo supuso la señora en cuanto se enteró que nunca había salido de la ciudad. Esa salida estaba planeada antes de mi existencia oalgo así creí por lo que entendía que no era para nada ideal llevarme, si la familia importaba tanto como decía entonces yo no tenía nada que hacer ahí. Nick estaba demasiado serio, a penas me miraba y lo entendía, parecía que habíamos vivido toda una vida en solo dos días. Con gusto habría aceptado quedarme en ese lugar como si fueran unas pequeñas vacaciones. -Debo buscar algún lugar para vivir porque es obvio que no estarás aquí para cuidarme por siempre, agradezcotodo lo que has hecho por mi hasta el momento -dije mientras encontraba el modo de irme sin hacer mucho ruido- ve a esa boda, no tengo documentos y de verdad no sería buena idea ir incluso si los tuviera, me ayudaste y me brindaste demasiado,me has demostrado que merezco otra oportunidad. Nick me miró como si yo hubiera perdido la cabeza. Pero en el fondo también sabía que yo tenía razón, ni todo el dinero del mundo iba a poder burlar las leyes o almenos no en el caso de las personas como yo que no tenemos un solo dólar en elbolsillo. -No -dijo frotándose los ojos- si te pasara algo no quiero ni pensar en lo culpable que me sentiría; tu irás conmigo y ya, mi padre tiene contactos que nos conocen y no habrá problema si torcemos un poco las reglas, te lo juro. Habrá que pagar dinero, pero estoy seguro de que si lo hablo con él me entenderá. Mamá es demasiado dura, pero él ha sido como mi mejor amigo. No tenía maleta, solo llevaba conmigo una bolsa con la ropa que alcancé a recoger antes de que mi padre me sacara a rastras de mi viejo hogar por lo que despertaría sospechas inmediatamente, obviamente no sería una buena acompañante para una boda. Además, estaba atrapada en la secadora porque tal vez él no lo notó, pero traía puesta su pijama, detalle que su madre sí había visto. -Eh... mmm... oye... ah... -Nick me miró alzando una ceja y entendí que estaba balbuceando lo cual me hacía parecer una loca de remate- pues no tengo ropa, lo lamento mucho. Papá solo me dejó marchar con lo que traigo en esta bolsa, si consideras que es apropiado para ir a una boda, puedo cargarla conmigo. No sé si lo notaste, pero traigo puesta tu pijama como un argumento bastante válido de mi declaración. Además de darle problemas con mis documentos para salir del país también estaba dándolos con mi guardarropa, definitivamente me llevaría el premio a la visita más molesta del año. -En el camino lo arreglo -dijo nervioso, él tenía demasiadas mentiras que contar- solo haz lo que te digo April, sal y platica con ellos o no lo sé, solo sal de mi vista. Esa oración me hizo sentir mal, pero aun así salí de ahí sin ganas de nada, me senté en el sofá y esperé a que Nick saliera porque no sé si lo recordaba o no pero ellos habían salido y nos dejaron espacio para poder decidir qué hacer conmigo como si se tratara de un mueble o un libro, cuando por fin salió nos fuimos al aeropuerto. Comenzaba a creer que él tenía problemas relacionados con los estados de ánimo, solo una persona así intentaría proteger y al mismo tiempo ser un poco ofensiva, aunque viéndolo del lado de los padres supongo que no fue trabajo fácil crecer bajo un techo así. Decir que me sentía aterrada de viajar era poco, lo más doloroso era no poder contárselo a nadie pues mi celular se había quedado en mi anterior casa; igual no era que tuviera demasiados amigos con quien compartir mis aventuras pero con la única que tenía me habría bastado, habría acudido a ella de no estar molestas por algo que ni siquiera recuerdo haber hecho.
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