Patrick:
Veo a Lily entrar en la parte trasera del auto mientras yo acomodo a esa mocos** en el asiento al lado de su amiga. Suspiró molesto, lo que tengo hacer, Grace es la que debería estar aquí, no yo.
—Señor McCarthy, yo podía tomar un taxi —dice Lily, nerviosa.
—A esta hora no hay taxis confiables. —Le respondo con seriedad mientras veo a Sophie dormida. Le compruebo el pulso por si acaso, pero todo parece andar bien.
—¿Seguro que no se desmayó? —Pregunta Lily comprobándola también.
Niego. —Se durmió de lo borracha que está, eso es todo. —Término de acomodarla para luego subir al puesto del copiloto.
—Pero jamás se duerme tan rápido. —Insistió esa niña insoportable.
La observo por el espejo retrovisor. —Pues tiene la culpa de beber tanto, a todo esto, ¿qué fue lo que tomaron? —Pregunté empezando a maniobrar el auto con molestia.
—Vodka. —Respondió su pequeña voz.
Suspiré irritado. —Pues con razón, seguro bebió como si fuera agua. Qué esperabas.
Lily suspira y ya no vuelve a decir nada y yo por su puesto tampoco, estoy molesto. La mayoría del camino mantuve un silencio sepulcral y me adentré en mis pensamientos.
Suspiré irritado, si no hubiera venido por esa niña malcriada, estaría descansando en mi cama como debería ser. Ahora llegaré agotado mañana, a la junta que tenía programada en la empresa.
Compruebo a Sophie y sigue dormida plácidamente, no sé por qué, pero me quedo un segundo más detallándola.
"Se parece un poco a su madre", pienso.
Aparto la mirada, aunque Grace es más flaca y Sophie más proporcionada, de resto hasta por su color de cabello rojo y sus ojos verdes se parecen. Mis manos se aprietan en el volante y empezó a sentirme incómodo.
No puedo evitar pensarlo, pero Sophie se ha convertido en una mujer muy hermosa. Siempre me lo pareció desde que la conocí, pero ahora se sentía diferente para mí.
De repente, una imagen de ese chico bailando con ella, me llegó a la mente y me sentí enojado de inmediato. No eran celos, era más bien que Sophie no se valoraba.
"Grace debería estar aquí", pienso una vez más, esa mujer debería aconsejar mejor a su hija y no dejarla tan libremente para que haga lo que quiera.
••••••••••
Media hora después llegamos a casa, saco a Sophie con cuidado del auto y la llevo adentro.
—Puedes quedarte en una de las habitaciones de huéspedes. —Le digo a Lily, mientras observo a Sophie dormir. Tiene la boca ligeramente abierta y hasta de esa forma luce atractiva.
—No se preocupe, señor McCarthy, puedo dormir con Sophie o en la sala. —Responde Lily, que aún sigue nerviosa.
Suspiré, a veces no podía evitar ser un tanto agresivo tanto con mis acciones como con mis palabras, pero no pude evitarlo, estas dos chiquillas me hicieron enojar mucho, pero ya me sentía más calmado.
—De ninguna manera, te puedes quedar en la sala, eso sería muy incómodo, hay muchas habitaciones disponibles y sobre todo... —Dije mirando a Sophie mientras subía las escaleras—. No creo que quieras dormir con esta borracha.
Cuando llegamos al pasillo de las habitaciones, Lily empieza a caminar a mi lado. —Si tiene razón —dijo mirando a su amiga con pena. Luego me observó a los ojos—. Bueno, entonces gracias Señor McCarthy, iré a dormir. Buenas noches.
Asiento. —Descansa. —Le digo y la veo irse—. Bueno, por lo menos es educada.
Observó a Sophie, parece un angelito dormido. —Cosa que a ti te falta mocos**, como quisiera darte un par de nalgadas, a ver si haces caso.
En ese momento Sophie se remueve en su sueño y se acerca más a mi pecho, por impulso la abrazo más contra mí.
Niego, sintiéndome afectado, se veía tan frágil. "Pobre chica debe sentirse muy sola, tal vez le haría compañía si no fuera tan insoportable", pensé en mis adentros.
Como sea sigo caminando con ella en brazos y ya estoy empezando a sudar, ni Grace pesa tanto. —Tan delgada que te ves y sí que pesas niña —digo sintiéndome de nuevo molesto.
Llego a su habitación y abro la puerta, por fin voy a terminar con esto, solo que en ese momento Sophie se remueve incómoda y se me cae el suelo.
—Sophie, lo siento, ¡pero tú tienes la culpa, pareces un gusano revolcándote!...
De repente esa mocos** hace arcadas y vomita sin pensarlo en mis zapatos. Chasqueo molesto, esto me pasa por lidiar con borrachas.
—Lo que faltaba que esta mocos** me vomitara.
Sophie deja de vomitar y se abraza a mis piernas. —¡Agua por favor!, ¡tengo mucha sed!...
Niego molesto y la levanto por decencia común del suelo para luego ponerla en el sofá que hay en su cuarto.
—¡Espera aquí! —Le ordeno y salgo de la habitación para traer el agua.
"Qué molestia con esta niña" pienso en mis adentros, mientras lleno un vaso con agua en la cocina. Luego de esto subo rápidamente y la encuentro sentada en el sofá con la mirada perdida.
—¡Estás muy borracha, toma esto! —Le digo enojado y ella lo hace sin protestar.
Mientras tanto me quito los zapatos con asco. —Arruinaste mis zapatos.
Sophie deja el vaso en el suelo para luego observarme con molestia. Parece que ya está más lúcida.
—¡Vete de mi cuarto! —Me dice en un gruñido e intenta levantarse, pero cae como una tonta al suelo.
Suspiro irritado, la levanto del suelo para ponerla mejor en su cama, a ver si así se queda quieta. —Ni borracha dejas de ser grosera.
Sophie tiene la mirada perdida en el techo. —¡Cállate!, me duele la cabeza. —La veo fruncir su ceño y levantar su mano masajeando su sien.
No presto mucha atención a lo que dice, en su lugar la observo de arriba a abajo, se ve hermosa ese vestido, aunque algo corto, pero no cambiaba el hecho de lo atractiva que era.
"Aun así sostengo lo que dije, debe cubrirse más", pensé.
Sacudí mi cabeza molesto conmigo mismo. ¿Y por qué estoy pensando en lo hermosa que es? ¡Por favor Patrick, contrólate!, es tu hijastra y además una niña, aunque solo nos lleváramos como dieciséis años a lo mucho.
Vuelvo al momento presente. —¿Qué dijiste? —Pregunté.
—No me jod**s, me duele la cabeza. —Ella Gruñe.
Casi me río, "¿Joderl**?" Observé de nuevo su cuerpo, "me encantaría poderla jod**r..."
Me detuve en ese pensamiento y me pasé una mano por mi cabello, tirándolo con frustración, "¡Por Dios en que estoy pensando!".
Saco mi enojo, es la única forma de mantener a raya estos pensamientos tan pecaminosos. —Pues más te vale que mañana, no te duela nada, porque tendrás que lavar estos zapatos, que ensuciaste con tu vómito y también mi auto. A ver si así aprendes a no desobedecerme.
Veo que Sophie suspira y cierra los ojos. —No soy tu sirvienta, dile alguno de tus empleados.
Mierd**, ¿por qué no se calla y obedece?, ¿qué tan difícil es hacerlo? —Contigo no se puede. —Ya quiero irme lejos de la presencia esta niña insoportable. Continuo—. A ver. —Le digo cubriéndola con una manta que hay a los pies de la cama, no sé ni porque hago esto. No se lo merece, es una grosera.
No había notado que la acción nos había acercado un poco, estaba algo cerca de su rostro.
Sophie se queda observándome y no sé por qué me siento fuera de lugar. Aun así, desvió mi incomodidad y continuó hablando, así en la posición sentada en la que estoy tan cerca de ella.
—Sé que no eres sirvienta en esta casa y tengo mucha gente a mi servicio, pero esta vez tendrás que hacerlo tú mocos**, es un castigo por haber salido sin mi permiso. ¿Oíste? —Casi le grité y ella hizo una mueca. A ver si así aprende esta niña.
A pesar de su mueca de disgusto, pienso que va a refutar mi orden, pero en su lugar se queda mirándome a los ojos. —Cafés, son cafés.
Levantó una ceja, seguro ya está delirando.
—¿Estás bien? —Le pregunto con molestia, ahora quien sabe que más quiere, si no fuera por la hora llamaría a la empleada, pero no soy tan tirano para despertar a la servidumbre a esta hora.
De repente la acción de Sophie me saca de mis pensamientos, ella levanta una de sus manos y me toca el rostro con suavidad.
—Son cafés, son...
La detengo quitando su mano de mi rostro, ¿estaba viendo el color de mis ojos? Sacudí mi cabeza y evité hacerme ideas, seguro es por los tragos.
Me levanté de la cama poniendo una distancia razonable entre los dos. Sophie cierra los ojos y parece quedarse dormida.
Fruncí mi ceño observándola como si fuera un experimento indescifrable para mí.
Esta niña está jugando con mi cabeza, es grosera, me grita y ahora, ¿tiene un gesto cariñoso conmigo? Niego, pero no me haré ilusiones, sé que mañana seguirá siendo la misma odiosa de siempre.
No me importa si se despierta, alzo la voz. —¡Más te vale que despiertes temprano, mañana tienes clases!
Sophie abre sus ojos de golpe y me da una mala mirada. —¡Puedes callarte! —Me grita, para luego cubrirse con una almohada.
Lo que dije sigue siendo la misma grosera. Me acerco de nuevo a ella y le digo cerca de su almohada, solo por el placer de molestarla. —Aunque intentes esconderte, te sacaré de las greñas mañana, tienes que limpiar el desastre que hiciste.
—i***t** —Gruñe a través de la almohada.
Niego y salgo de la habitación. —Mocos** insolente —digo en voz alta dispuesto a ir a mi habitación.
¿Por qué no puede ser educada como su amiga? ¿Pero qué puedo esperar?, después de todo la crio Grace, esa mujer irresponsable.
Una vez más me pregunto, qué me paso por la cabeza al haberme casado con esa mujer, que era por supuesto mayor que yo y que tenía un dolor de cabeza como hija. Mierd** ahora a aguantar o solo esperar que todo acabe.
Lo siento por Sophie, pero esto ya no puede seguir así. Hay muchas mentiras en este matrimonio, así que cuando llegue Grace de su viaje, le pediré el divorcio.