Virginidad Subastada

Los detalles de la subasta

Narra Lauren

No podía creer lo que Madison me había mencionado.

–¿Estás hablando enserio?—pregunté.

—Si—contestó —.Es una subasta de virginidad—me dijo—. Las subastas se llevan a cabo en un club exclusivo. Se llama Cereza dulce. Lo escuché de una amiga—me dijo.

—¿Cincuenta mil sólo por una noche? Estás exagerando—dije incrédula.

—No estoy exagerando— respondió —.Treinta mil es por lo general lo que vale un himen intacto, pero algunas chicas, las realmente hermosas, se han ido con cincuenta, sesenta, incluso setenta de los grandes. El cielo es el límite. Depende de la chica y de lo mucho que la quiera el hombre. Con tu figura y tu aspecto no veo por qué tu tampoco deberías lograr una suma alta.

Me quedé atónita sin palabras.

Considerando que, yo no creía una palabra de esto.

—¿Esto realmente le sucedió a tu amiga?

—No, a la hermana de su amiga.

—Sí, claro—dije.

—Sé que suena totalmente increíble, pero es la verdad.

—¿Qué implica exactamente? —pregunté.

Ella se metió una uva en la boca.

—Es un club propiedad de un multimillonario misterioso y reservado. Tienes que ser alguien en el círculo interno para ser m*****o. Su actividad principal es promover experiencias de placer extremo, sea lo que sea que eso signifique, pero eso por supuesto no tiene nada que ver con lo de la virginidad. Ese es un evento especial, creo, una vez al mes en el club.

—¿Las chicas pasan por una subasta?

—Sí— respondió. Saqué mi teléfono para comprobar el mensaje que llegaba. Era mi madre disculpándose. Volví a guardar el teléfono en mi bolsillo. Estaba empezando a sentirme un poco mal en la boca del estómago. Miré hacia arriba y vi a Madison observándome atentamente—.Las chicas pueden subastar su virginidad al mejor postor. Todo lo que tienen que hacer es establecer un precio de reserva y, a partir de ahí, el precio puede subir tan alto como lo decida el mercado. Una ex reina de belleza se fue con ciento cincuenta mil. Un príncipe árabe la compró.

—¿Un príncipe árabe?— pregunté

—.Entonces, después de que te compran, ¿qué sucede?

—Está bien, no sé todos los detalles, pero por lo que ella me dijo, pasas la noche con el hombre, ensucias las sábanas del club y te vas cuando termina. Está en las reglas del club que no te pueden obligar a hacer nada malo o violento a menos que ambos lo acuerden mutuamente. También se recomienda usar un condón. Dado que todo el asunto se lleva a cabo en el club, se proporciona seguridad, a menos que, por supuesto, tanto tu como el cliente insistan en llevarlo a otro lugar, lo cual no es recomendable y tu tienes que firmar un documento que los libere de toda responsabilidad si algo le sucediera.

—Y después de esa noche…

—Nunca tienes que volver a encontrarte con él, a menos que quieras, por supuesto. Ah, y como son todas las celebridades, los multimillonarios y la realeza los que asisten a estas subastas, firmas un acuerdo de confidencialidad.

—Entonces, asumo que el examen físico de un médico está involucrado en alguna parte. De lo contrario, cualquiera podría mentir diciendo que es virgen, ¿verdad?

—Supongo que sí. Eres hermosa, Lauren, fácilmente podrías salir con al menos cincuenta mil. Realmente podría ayudarte, pero piénsalo largo y tendido. No te obligues a hacer nada de lo que te arrepentirás algún día. Hay otras rutas que puedes tomar para ayudar a tu madre. Simplemente serán más lentos y estarán llenos de dolorosos sacrificios, como renunciar a la educación y mudarse a una urbanización.

Junté mis manos.

—¿Qué harías si estuvieras en mi lugar?

Su respuesta fue simple.

—Sabes que básicamente mi primera vez fue horrible y tampoco han sido tan maravillosos los encuentro que he tenido después, así que sería la primera en la fila en ese club. Especialmente, si ayudaría a mi madre. Sé que siempre has querido que tu primera vez sea con alguien especial, pero en mi opinión, la perfección está sobrevalorada, o tal vez ni siquiera existe. No digo que debas hacer esto, pero hablando por experiencia, no dejes que una idea tan anticuada y estúpida te detenga—parpadeé un par de veces para asegurarme de que era Madison quien hablaba, luego negué con la cabeza—. La mayoría de las relaciones entre hombres y mujeres tienen un elemento de transacción. Puede que no sea dinero en efectivo, pero ¿qué es una cena y una película, un fin de semana en París con todo pagado o incluso un anillo de bodas? No tendría ningún problema en hacerlo, especialmente por una causa tan noble, pero eres diferente a mí y no quiero que esto te manche. Si te soy sincera, debo admitir que tu primera vez probablemente sea con un sexy millonario. Supongo que lo que estoy diciendo es que no quiero que esto te cambie, así que lamento haberlo mencionado en primer lugar. Tendrás que hacer algunos sacrificios dolorosos, pero tú y tu madre superarán esto.

No necesitaba que Madison me lo dijera. Lo supe en mi corazón desde el momento en que mencionó una subasta: nunca haría algo así.