Isabel sería, había visto el video, la mujer era una enferma mental, nadie podía negar aquello. —Doña Isabel, su hijo. —Santiago —guardó silencio para esperar alguna altanería, pero no hubo nada— ¿Qué quieres? —Lo que hiciste. —¿Lo que hice? Esto lo provocaste tú, Santiago y si sigues provocándome iré tumbando cada uno de los que te rodea hasta que la única forma que tengas de visitarlos a todos sea en el cementerio. Colgó la llamada y volvió a la sala de Urgencias, lanzó el aparato lejos y al estrellarse contra la pared se quebró. Isadora había sido ingresada casi sin pulso, estaban haciéndole una intervención quirúrgica y Santiago recordó el pasado. Uno que no era agradable. Uno que le dio miedo. La rubia tenía un pasado denso, de vida en las calles y crimen, era astuta y ha

