Me desperté de repente cuando Kate me levantó y me empujó hacia el baño. Aún medio dormida, comencé a buscar algo cómodo para ponerme. Decidí ponerme un vestido color crema que me llegaba hasta la mitad del muslo. El vestido tenía un fajón n***o con muchas perlas, y las tiras del vestido coincidían perfectamente con el fajón. Era escotado, pero elegante. Me sentí bien con mi elección, algo sencillo pero bonito. Kate, mientras tanto, me maquilló de manera casual: un poco de base, un toque de delineador y un labial discreto. El maquillaje resaltaba mis rasgos sin ser demasiado llamativo. Kate, por su parte, eligió un look audaz. Se puso una camisa ombliguera de color rojo vino, con un escote pronunciado. Encima, llevaba una tela de encaje del mismo color que cubría sus brazos, creando una

