Al final, me quedé dormida esperando que Fabricio viniera, aparentemente, el que él hubiese venido por mi fue un sueño. Me di cuenta cuando desperte un par de horas después y yo seguía en mi habitación, tumbada en la cama. Me cambié la ropa por un pijama y me volví a tumbar en la cama para seguir durmiendo. Pero ahora desperté por la luz que comenzaba a entrar en mi cuarto. Aun con los ojos cerrados, me molestaba un poco el resplandor. No soy fan de los colores chillones, por lo que siempre intento mantener las cosas en tonos neutros, como el crema, que me resulta mucho más cómodo. Uf, pero el cuarto de Kate... ¡es tan, tan rosa! Todo es un montón de colores chillones que me dan dolor de cabeza. No sé cómo lo soporta. Despierto completamente, sentándome en la cama mientras el sol ya ha e

