Estoy saliendo del instituto cuando veo a Sora hablando con Paulina, esa escena me golpea más de lo que había imaginado. Mi mente rápidamente empieza a dar vueltas mientras me acerco a escuchar lo que están diciendo. Sora tiene esa mirada de superioridad, como si el mundo estuviera bajo sus pies, y Paulina, tan tranquila, como si no le importara lo que esa maldita pueda decir. Mi estómago se revuelca solo de pensar en lo que está pasando. —¿Así? —escucho la voz de Sora, cargada de veneno, como si estuviera disfrutando cada palabra que decía. La sensación de que algo no va bien se intensifica en mí, y algo en mi pecho se rompe al recordar lo que sucedió entre Paulina y yo. Ese día, cuando casi me rechaza al enterarse de que yo era su mate… cada vez que lo pienso, me siento estúpida. ¿Por

