De regreso en la empresa, Claudia María y Julia fueron recibidas por la recepcionista con un mensaje urgente que les cambiaría el día pronto. —Licenciada Julia, ¡qué bueno que volvió! Carlos Eduardo Peña, jefe de talento humano, dejó dicho que ya hay una candidata para el puesto de técnico en computación, una oportunidad muy buena. —Gracias, amiguita. Por favor, dile que ya subo inmediato, estoy lista para entrevistarla y conocerla mejor. —Está bien, enseguida se lo comunico y le aviso que vienes para allá sin demora. —Perfecto. Señora Claudia María, estaré hablando con usted en un rato, voy a ver para qué exactamente me llaman en Recursos Humanos ahora. —Está bien, hija, te espero con calma hasta que termines todas tus diligencias importantes aquí. Julia caminó hasta la oficin

