Capitulo 4. Reunión familiar.

2612 Words
Capitulo 4. *Reunión familiar. *Flashback 30 minutos antes. Franco llega a la casa de Emma donde es recibido por Elena. — Buenas tardes señor. — Hola hermosa, se que no me conoces, soy el esposo de tu hermana Emma, ¿Tu abuela está? — Si, un momento. — Elena pasa y está confundida, va a la sala a buscar a su abuela quién apenas se puede mover. Franco nota la puerta abierta y no pierde tiempo en abrirla, se adentra al lugar mientras Elena intenta explicarle a la enfermera y la abuela de la situación. — Ya te lo dije abuela, es un señor muy guapo que dice ser el esposo de Emma— responde Elena con inocencia. — ¿El esposo de Emma? mi niña no abras...— Las palabras de Angélica son interrumpidas por la presencia de Franco. — Buenas tardes. — Dice Franco llamando la atención de Angélica quien lo mira asustada, es evidente que la mirada de Franco trasmite inquietud. — Lamento mucho la manera en que me presento hoy aquí, soy el esposo de Emma y he venido por ustedes para llevarlas con ella, se que están confundidas ahora Pero les aseguro que hay una explicación para todo esto, les traje algunos regalos, no quería llegar con las manos vacías. Uno de sus hombres deja varios regalos y un hermoso peluche, un enorme peluche que hace que Elena se emocioné. — Joven, usted debe estar confundido. — Dice Angelica algo inquieta. — Se lo que parece, Pero créame, no es así. Franco le muestra una foto de Emma en su boda y su abuela se queda sin palabras al igual que Elena. — Eres muy guapo.— Le dice la pequeña tocando su mejilla sin ningún temor de su mirada sorprendiendo a Franco por lo extrovertida que es. — Tú también eres muy hermosa, te traje más regalos, ¿Quieres verlo? — Siii. — La pequeña salta de alegría. — Bien, vamos afuera. Ha sido difícil conseguir todo esto en cuestión de segundos, pero necesitaba una explicación para todo esto. Angélica apenas puede entender lo que pasa, Franco no le trae confianza y por más que le expliqué no lo puede creer, sin embargo es su nieta la de la foto quién lo besa y sonríe feliz, le dijo sobre una boda, pero no imagino que ella seria la novia. La enfermera la ayuda a cambiarse mientras Franco toma una foto de Elena quien juega feliz con sus juguetes, se la envía a Emma con la esperanza de que la vea y lo logra. — Sácale la casa de Barbie, y dásela cuando te diga. — Ordena sabiendo que ninguna niña de su edad podría resistir a ese regalo, el cual es el mimos que le dio a su sobrina cuando tenía la edad de Elena. Emma responde a su llamada y por su respiración y la forma en que llora Franco sabe que la tiene en sus manos. F: ¿Qué demonios crees que haces? Pensé que te había quedado claro está mañana lo que te dije, ¿Crees que esto es un maldito juego para mí? Acabas de agotar la maldita poca paciencia que te tengo. E: Franco por favor, Franco, no le hagas daño Franco. Franco le hace una señal a sus hombres y un disparo rompe el globo que abre la caja sorpresa que hace que Elena grite de emoción al verla. E: ¿Qué hiciste? NOOOOOO, NO.— Ella grita y llora dentro del coche siendo acorralada por los hombres de Franco. La bajan del coche y la suben a la parte de atrás de la camioneta, están destrozada, se imagina lo peor, la llevan de vuelta a la casa donde la dejan sobre la cama encerrada en su habitación, no deja de llorar, está en shock y sabe exactamente lo que Franco es capaz de hacer, tiembla al pensar en su familia y el daño que él les puede provocar. Mientras que Elena salta de felicidad por su regalo, la emoción la hace correr con inocencia a los brazos de Franco quien la recibe. — Eres el mejor cuñado del mundo, gracias. — Le da un beso a Franco en la mejilla sacándole una sonrisa. — Debes decirle eso a tu hermana, ahora indícale al señor con barba de allá.— Señala a su hombre de confianza Pablo.— Cual es tu habitación para que lleven todo esto, y podamos ir con tu hermana, ¿Te parece? — Me parece. — Chocan las manos. Elena se baja de los brazos de Franco y corre a donde Pablo quien le hace una señal para que haga lo que la niña dice, Pablo la mira con fastidio y la siguen él y dos hombres más a la habitación para llevar sus juguetes, Franco ayuda a llevar a Angélica al coche y Elena llega minutos después poniéndose en marcha a la casa de Franco. — No entiendo por qué mi nieta se casó sin avisar y usted nunca nos visitó antes. — Dice Angélica tratando de sacarle información. — Eso debería preguntárselo a ella, sin embargo debo decir que estoy encantado de ser parte de su familia, mis intenciones no son asustarla señora, deseo la felicidad de Emma tanto como la suya y la de Elena. — Entiendo, muchas gracias, aunque no dejaré de admitir que me hubiera gustado conocerlo en otras circunstancias, sin embargo, mi nieta desaparece sin llamar hace unos días y ahora resulta que esta casada y vive tan lejos que ni en mi juventud hubiera podido llegar. — Entiendo su angustia, en cuanto a visitarlas puede informárselo y yo la enviaré a buscar, así como ella también podrá visitarlas. —Le dice para calmar a Angélica quien sin duda se siente más tranquila al escucharlo, Pero no deja de dudar ante lo loco que ha Sido todo esto en cuestión de minutos.. Al llegar el personal de Franco las recibe con amabilidad sabiendo ya de antemano que hacer. — Bienvenidas, la señora está descansando en su habitación.— Express Julia dándole la bienvenida. — Julia, por favor llévalas a la sala y atiéndelas mientras voy por mi esposa. — Cómo ordene señor. Síganme por favor. — Angelica y Elena están sorprendidas por lo elegante y lo hermoso del lugar. — Waooo, parece un castillo abuela. — Si hija, eso parece.— Responde Angélica aún preocupada, algo no le parece correcto. Franco las observa alejarse y las mira con frialdad caminando a su habitación, dónde al llegar nota a Emma muy destrozada llorando sin control. En cuan Emma lo nota se aleja muy asustada de su encuentro, siendo sujetada por la pierna derecha de un intenso agarré de Franco, quien la arrastra por la cama hasta su encuentro. — No, no, por favor, perdóname, no me escaparé, te lo juro, no lo haré. — Franco la sostiene de la mandíbula muy enojado. — Ya no confío en ti, ¿Crees que esto es un maldito juego? Sácate de la cabeza que te tengo secuestrada, eres mi maldita esposa ahora, créeme que soy yo quien más se arrepiente de esto, sin embargo ya estamos casados y no pienso volver atrás, ahora escúchame bien porque está es la última oportunidad que te voy a dar. — La tiene presionada contra la cama de bajo de él, Emma puede ver qué está tan enojado que la vena de su frente aparece. — ¿Querías ver a tu familia? Bien, te traje a tu familia, ahora vas a bajar y te vas a comportar como la esposa feliz y enamorada que eres, si por alguna razón te equivocas y haces algo para llamar la atención, te juro que me voy a olvidar que eres mi esposa y ninguna de las tres saldrá viva de aquí, ¿Me escuchaste? — ¿Eso quiere decir que están vivas? ¿Aún viven? — Viven, hasta que yo lo decida, todo depende de ti, tendrás que ser una buena actriz y hacer que te crean o tú y ellas se van a despedir de este mundo, ¿Quedó claro? — Si, lo entiendo. — Dice Emma poco audible, apenas puede hablar de la conmoción de saber que su familia está bien. — Cámbiate.— Le dice lanzándole una bolsa con ropa. Emma se levanta y saca la ropa buscando lo apropiado que ella se pondría para estar en casa, al estar lista se coloca una cola amarrando su cabello y sus pantuflas. Franco la observa moverse por la habitación mientras está acostado sobre la cama. — ¿No tienes otra cosa que ponerte? Te pareces a la que limpia. — ¿Quieres que me crean? Debo ser yo y para tú información, así soy en casa. — Bien, como sea, ¿Terminaste de ser tú? — Si. — Bien, camina. Al salir Emma cambia su actitud, toma de la mano a Franco y camina junto a él hasta la sala donde ve a Elena quien corre a sus brazos. — EMMA…— grita con alegría Elena. — Elena…— Emma la abraza tratando de contener sus lágrimas para no desmoronarse. — Tú esposo es muy guapo, como en tus cuentos de hadas. — dice en un susurró a su oído y le expresa una gran sonrisa. — Mucho.— Dice Emma con una hermosa sonrisa guiñándole el ojo. — Me agrada. — Le dice Elena guiñándole un ojo de igual manera. — Vamos Elena, déjala llegar que ella y yo tenemos mucho de que hablar. — Dice Angélica tratando de analizar a su nieta, ya que sabe que ella no hace nada por impulso. Emma se acerca y la aborda dándole un abrazo. — Abuela, lo siento tanto. — dice aferrándose a su abuela . — Se que estás enojada, que no te dije de él, Pero todo pasó tan rápido que no pensé en las consecuencias, no es algo que yo haría, lo sabes, Pero él y yo tenemos una relaciones desde hace meses, no quería decirle hasta que…— Angélica interrumpe. — Hasta que te casarás, es que no te reconozco Emma, si más no recuerdo jamás nos hablaste de él, te desconozco, tú no actúas por impulso, ¿Acaso estás embarazada y por eso te casaste tan rápido? — Franco observa la actitud de Angélica y sabe que no será fácil convencerla. — No señor, no la he tocado, se que está preocupada, pero debe entender que cuando se ama se hacen locuras, quizás está es la mayor locura que hemos hecho pero su nieta es la mujer que quiero en mi vida y por eso nos casamos sin pensarlo…— Emma lo Interrumpe. — Abuela yo lo amo, se que no media las consecuencias, entiendo que actúe mal en no decirles nada, en no presentárselos, Pero nos dimos cuenta que teníamos una oportunidad y no queríamos desaprovecharla, ¿Solo podrías entenderlo? No quería agobiarte, no me di las consecuencias lo entiendo, Pero él es mi vida, no quería pasar un minuto más sin él a mi lado, es el hombre que siempre quise— Franco la observa hablar y es como si realmente lo sintiera, lo toma de la mano y la mueve para que su abuela vea sus anillos. — Quiero que seas parte de esta felicidad abuela, que se conozcan y sean parte de esta familia que queremos construir, por ello están aquí, Franco es dueño de una empresa de seguros de salud y me a ofrecido su ayuda para tu tratamiento, se que ahora tengo otros deberes pero eso no implica que las desampare, por ello contratará a una niñera que cuide de Elena y la lleve a la escuela y nos ayudará con una nueva enfermera que turne a Salma por las noches para tus cuidados…— Emma se levanta y se arrodilla frente a su abuela ignorando a Franco. ¿Él quiere tenerla prisionera? Bien, pero no permitirá que su familia quedé desamparada. — Te amo y solo quiero lo mejor para ustedes.— Dice entre lágrimas y Angélica se conmueve. — ¿Realmente lo amas? ¿Eres feliz aquí hija? — Si abuela, él me hace feliz, quiere mi felicidad y por eso me ayudara con todo aquello que me angustia. — Le dice ella abrazándose con fuerza a su abuela quién la recibe entre sus brazos. — Disculpen las dejare solas.— Dice Franco saliendo de la habitación, está enojado, Emma se está aprovechando de la situación, la subestimo es muy astuta la desgraciada. — Se que todo esto es repentino abuela y que tienes tus dudas, pero realmente lo quiero, y no lo hago por la ayuda que me ofrece, lo hago porque lo amo, solo acepte su ayuda porque quiero lo mejor para ustedes, se que con las terapias estarás mejor, él es dueño de una clínica y se que no te hará falta nada, te recuperarás, para Elena abra alguien que cuide de ella, no estará tan sola, se que ahora todo estará bien, todo será mejor. — Angélica mira a su nieta llorar y le conmueve el alma. — Solo quiero que seas feliz Emma, te has sacrificado tanto por nosotras que me hace muy feliz ver qué la vida te brinda una gran oportunidad, no me gustaría abusar de tu esposo, recién se casaron y aunque no lo conozco me alegra que esté a tu lado, se que el día en que yo falte, tendrás a un hombre a tu lado que cuidara de ti, disfruta tu momento de cansada, quizás pronto tendrás hijos y al fin encontrarás la recompensa de todos tus sacrificios, se que no nos abandonaras si yo acepto esa ayuda, será para que estés más tranquila, ¿De acuerdo? — Si, gracias, gracias mamá, me sentiré más tranquila sabiendo que estarán bien cuidadas. — ¿Abrazo de grupo? — Elena le da un fuerte abrazo a ambas y las tres lloran. — Eres mala, debiste invitarnos a la boda.— Dice la pequeña. — ¿Te sentirías mejor si te digo que solo estábamos él y yo? — Bueno, puedo perdonarte, Franco me llevo muchos regalos, es el mejor cuñado. — Dice feliz. — Se ve que es un buen muchacho, se que te hará feliz mi niña. — Toma la barbilla de Emma quien la mira entre lágrimas sabiendo que es una prisionera, el capricho de un mafioso que cree que puede tomar lo que quiera cuando quiera. — seca esas lágrimas, no quiero agobiar a tu esposo, quiero que me lo cuentes todo, ¿Cómo se conocieron? Emma se inventa una historia, parece real, todo manipulado ante la idea de que él la ayudara con sus más grandes problemas, le va a enseñar que secuestro a la mujer equivocada. Emma pasa la tarde junto a su abuela y su hermana sintiéndose más a gusto, platican de la escuela y de la terapia nueva que está usando la abuela, que la ayuda mucho para mantenerse en pie, Emma las escucha sabiendo que la casa tiene cámaras y que no puede actuar diferente o pondría en peligro la vida de su familia. Franco le demostró que no está jugando al ir a su casa y traer a su hermana y su abuela, es un hombre al cuál no puede burlar, incluso, busco a su familia porque trayéndolas las despistaría de que empiecen a buscarla o la denuncien a la policía, con todas las cosas claras, ella no podría jamás decir que él la secuestro, es su esposa legal ante el mundo, es suya, solo que primero debe ganársela, acaba de ganar la batalla, no la guerra, esto apenas comienza.
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