El comienzo no había sido fácil. Enfrentarse a los "populares", por así llamarlos, de la escuela había sido todo un reto. Mis amigos y yo, con nuestra naturaleza diferente, llamábamos la atención de muchos curiosos. La belleza extraordinaria de Naunet atraía a muchas personas a su lado, pero no solo ella; todos nosotros recibíamos demasiada atención y eso empezaba a molestar a aquellos que se sentían superiores. Entre ellos, había rostros que lograba reconocer del pasado, aquellos que cambiaron mi vida para siempre. Aquellos que me hicieron sufrir a una corta edad la sensación de la pérdida de mi mejor amigo, el único que se había mostrado amable y al que le había tomado cariño. No, esto no pintaba bien ahora tampoco. No para mis amigos del clan. Empezaba a sentir miedo, a revivir aquel

