Capítulo tres: Dynasty

2370 Words
Capítulo tres: Dynasty. Harding Hemos buscado toda la mañana y gran parte de la tarde a Valesheka, solo queremos llevarla a casa y encerrarla en el sótano. Se que suena feo decirlo de esa forma pero es en gran parte para ayudarla. Todos los chicos han puesto cadenas, para poder amarrarla. Fue lo único que se nos ocurrió en el momento. Lois y Liam no querían que Noah y yo vengamos a buscarla, pero les dijimos que es nuestra decisión y tienen que respetarla. Ellos se quedaron muy preocupados en casa. Por otra parte, no sé cómo se debe sentir Valesheka, pero quiero que esté bien y que esté acompañada. Por más que he intentado ponerme en sus zapatos, no logro comprender del todo. Los primeros días en los que me convertí me sentía confundido pero no pase por esto solo, ella estuvo de alguna manera. Lo que dijo Cordelia tenía razón, ella no debe pasarlo sola, no cuando tiene un clan enorme de personas que la apoyamos. Los brujos nos dieron una hierba que parece ser muy similar a la verbena, eso le ayudará. El olor de la hierba es muy fuerte y hemos estado en el coche por horas, por lo que el olor se impregnó en nosotros. – Nos falta gasolina, hay una gasolinera cerca, compremos unas cosas porque ya tengo hambre– Matt dice en voz alta. – Está bien– respondo yo ya que Noah, está absorto en sus pensamientos. Llegamos y yo entro junto con Matt y Noah se queda llenando el tanque, un olor fuerte a sangre invade mis fosas nasales. Miro a Matt y él también lo siente. Me hace una seña con su dedo para que no hable, asiento. Al ser vampiro soy muy tranquilo con el tema de la sangre, se controlarlo. Pero hasta ahora prefiero una bolsa antes de tomar de la vena. A Veces el ansia es más fuerte, pero en lo único que pienso es en Valesheka diciéndome que no tengo que dañar a las personas. Tengo miedo que una vez pruebe de la vena, no podré parar. Nos acercamos al mostrador y hay una ligera mancha de sangre en el mostrador, vemos a un tipo grande y pelirrojo salir de una puerta, lleva un papel manchado de sangre que sale de su nariz y su frente tiene un ematoma que pronto se pondra azul. Su aspecto es descuidado, tiene manchas de sangre en su camiseta blanca. – Lo siento muchachos, ahorita los atiendo, una loca me agredió– miro a Matt, le hago una señal, quizás sea Valesheka. El se acerca al tipo que le frunce el ceño, toma sus hombros y no deja de verlo a los ojos directamente, el se queda quieto mirando sus ojos; le hace la pregunta: – Descríbeme a la chica que te golpeó. – De un metro setenta, rubia, con unos increíbles ojos azules y delgada. Estaba muy molesta, yo solo le pregunté a dónde iba y ella se molestó y me golpeó la frente con el mostrador. Era muy delgada pero tenia mucha fuerza. – Es Valesheka– le digo a Matt y él asiente con la cabeza. – ¿Para dónde se fue? – Salió y se fue para el bosque. – Olvidarás estas preguntas y si te dicen cómo te golpeaste dirás que te caíste moviendo unas cajas, porque eres torpe– Matt viene nuevamente al mostrador y coge unas papas y unas botellas con agua, dejó el dinero y una propina. Salimos del lugar y Noah ya se encuentra en el carro. – ¿Qué pasó? ¿Por qué se demoraron tanto? – su ceño está fruncido. – Encontramos a Valesheka ella estuvo aquí hace un rato y golpeó al gerente– dice Matt que le extiende una botella con agua y la otra me la extiende a mí, la bebo rápidamente. – ¿En dónde está? – Noah está preocupado, igual que todos se le nota en cada poro. – Dice que estuvo por aquí cerca, no creo que se haya alejado mucho– le dice Matt. – Qué tal si dejamos en carro estacionado y la buscamos a pie– les digo a los chicos y ellos asienten con la cabeza confimando mi idea. Todos querían venir apoyar, pero Kevin les prohibió moverse de la casa. Ya de por sí es peligroso estar aquí. Y eso que casi no nos dejaba salir, pero prometimos llegar antes de la luna llena. Pero lo veo un poco difícil ya que está oscureciendo rápido, ya se ve la luna y solo queda un poco de luz. […] No sé cuántas horas han pasado; pero ya es de noche, la luna llena ya está a punto de llegar a la cúspide. Si no nos vamos de acá moriremos. Amo a Valesheka, pero tampoco quiero que el amor de mi vida me mate, noten el sarcasmo. Matt quiere que ya nos retiremos, pero Noah insiste que nos quedemos un poco más, se suponía que debíamos irnos hace horas, pero cada minuto que pasa más nos adentramos al bosque. – Creo que ya debemos irnos, ya es tarde– Matt lo menciona, él está de acuerdo conmigo para irnos, pero el que no está de acuerdo es Noah ya que comienza a fruncir el ceño. Pero creo que Matt está dispuesto a irse así sea arrastrándolo a la camioneta si no nos vamos pronto. – No, yo no me voy a ir sin mi hermana, antes le he fallado pero esta vez no lo haré. Si ustedes quieren irse está bien, yo me quedare. – No lo entiendes, no importa si le has fallado antes o no, pero debemos irnos, Valesheka no va pensar cuando esté transformada en hombre lobo. Sabes cuál es el plato favorito de los hombres lobos, somos nosotros, los vampiros y si no nos vamos podría acabar muy feo. Si Noah no le hace caso a Matt pronto Matt se pondrá violento y él tiene muchos años más siendo vampiro por lo que lo haría añicos. Yo estoy muy de acuerdo con Matt de irnos, la luna está en su punto y las linternas no alumbran mucho que digamos. Estoy a punto de decir algo cuando escucho un grito muy fuerte, todos nos dirigimos hacia el sonido y vemos a Valesheka tirada en el suelo, quejándose y jadeando. – ¡Valesheka! – Noah intenta acercarse a ella, pero lo sujetó del brazo, no falta mucho para que val se convierta. – ¿Qué-Qué hacen aquí? – Valesheka está muy cansada para poder hablar. Vemos cómo sus huesos se comienzan a romper y se le nota sus venas, da un grito desgarrador. Hago una mueca porque eso debe doler mucho, por mas que quiero acercarme donde ella y frotar sus brazos o piernas para calmar el dolor, ella con la mirada nos advierte a no acercarnos. – Te estuvimos buscando para ayudarte, no tenías que alejarte– Noah habla, sé que está a punto de llorar, es horrible verla así no imagino como debe sentirse siendo su hermano. – ¡Tienen que irse ya! – No queremos dejarte– esta vez hablo yo. – ¡Si no se van lo matare! ¡Mi mordida los matara! ¡Váyanse! – Matt nos agarra por los hombros y salimos rápido de ahí. Siento como si algo siguiera, se escuchaban jadeos y como si un perro rabioso se tratara. Nos dirigimos a nuestro auto, pero veo como algo bota al suelo a Noah, es un lobo de color blanco con algunas manchas grises, abro el carro y saco la botella con mata lobos, que dejamos en el carro ya que el otro se nos callo. Veo que Noah está tirado a un lado y Matt lo empuja al lobo. Veo como nos mira, sus ojos del lobo es de un amarillo casi dorado, el me ve y se acerca lentamente a mí. Abro la botella y le tiró el envase le cae dentro de su hocico, hace un aullido lastimero y comienza a mover su cabeza. Nos mira una última vez y sale corriendo, nos acercamos a Noah que está que se queja de que su brazo tiene una mordida. – Duele mucho– se queja. Me acerco al carro y saco la reserva de sangre que trajimos, no sé si esto le ayudará, pero agarro y se la doy para que tome agarra la bolsa desesperadamente. Veo como poco a poco la herida se va curando. – Pensé que no había cura para una mordida de licántropo– les digo. – Eso no es nada, espera en unas horas, será peor y comenzarás a alucinar – dice Matt, ayudamos a pararse a Noah– Tenemos que irnos de aquí, no sabemos si regresará y no nos queda mucho matalobos. […] Estamos a unas cuadras de la casa, Noah se queja de la mordida y no se ve nada bonita, con las horas sigue empeorando, y Noah no deja de sudar ya que su fiebre está aumentando. Comienzo a examinar su brazo, es la primera vez que veo una mordida de un licántropo. La herida está con mucha sangre y no se cura, se le nota sus venas y una cosa amarilla alrededor, agarro un pañuelo y lo mojo y le vendo el brazo. Según lo que nos dijo Kevin no hay cura para una mordida de licántropo, eso significa que Noah morirá; ya perdimos a Zev, pero no estoy dispuesto a perder a él también. Sé que en el pasado hemos cometido errores, pero ahora somos buenas personas. Yo sé que Valesheka no quiso morderlo adrede, es su hermana y ella lo perdono, sé que no recuerda, pero haremos lo posible para que recupere sus recuerdos, y así me lleve toda mi vida inmortal haré que Valesheka recuerde. Ayudó a Noah a bajar del carro, Matt va por su papá. Me acerco al sofá, pero veo a Diego ahí, él se percata de nuestra presencia y me ayuda a llevar a Noah al sofá. – ¿Qué fue lo que le pasó? – Diego comienza a examinar el brazo vendado de Noah, cada vez que lo veo la herida se ve peor. – Valesheka lo mordió– Diego me mira horrorizado, escucho como pasos se acercan y veo que es Matt con Kevin y los brujos. Ni siquiera sabía que ellos estaban aquí. – Déjame ver hijo– Kevin se acerca y destapa la herida, comienza a examinar– ¿hay algo que se pueda hacer? – mira a los brujos quienes se acercan. – Podríamos darles unas hierbas para el dolor, o darle sedantes ya que comenzará a alucinar por la fiebre, pero eso es todo. No hay cura para la mordida de licántropo, todos lo saben. No debieron ir, se arriesgaron en ir detrás de ella. – ¿Entonces este es el final?– pregunta Matt. Escucho pasos bajar de las escaleras, volteo y es Cordelia junto a su mamá. – ¡Noah! – Cordelia comienza a examinarlo y jadea cuando ve el brazo de Noah. – Tranquila, estoy bien– Noah la mira y le coge la cara con las manos, hace una mueca de dolor. – ¿Fue Valesheka? – nos pregunta, en su rostro se ve que está enojada y consternada. Noah le sujeta el rostro para que lo mire. – No fue su intención convertirse, no nos dio tiempo de salir rápido de ahí, si no fuera por Matt y Harding sería la comida de mi hermana– intenta bromear pero ella comienza a negar con su cabeza. – Tiene que haber algo que hacer, no te puedes morir– Noah abraza a Cordelia, es la primera vez que la escucho llorar. Todos nos quedamos en la sala, intentando ayudar en lo que se pueda a Noah, los brujos hacen una medicina para el dolor, pero el solo se pone cada vez peor. Lo llevamos a nuestra habitación, todos los chicos intentan hacer de ayuda, pero la habitación no es tan grande y no pueden estar todos aquí, solo nos quedamos en la habitación Matt, Cordelia y yo junto con Noah. Algunas lágrimas se me escapan, pero intento limpiarlas rápidamente porque él no necesita que esté así. Escucho a lo lejos a los chicos hablar, tienen miedo que Valesheka regrese. – ¿Por qué lo hizo?– dice Diego a lo lejos. – Ella ya no es la misma, no se puede confiar en ella– le responde Lois. – Ella no es mala– murmura Noah, él también estaba escuchando la conversación de los chicos en la sala. – ¿Quién cariño?– le pregunta Cordelia, le cambia los paños húmedos. – Ellos están diciendo que ella es mala, mi hermana no lo es. Ella me perdonó a pesar que le hice pasar un infierno. Ella no tuvo la culpa de la muerte de mis padres fue Habram, pero yo por mucho tiempo la culpé. Merezco lo que me pase de ahora en adelante – él se remueve y hace una mueca de dolor. – Sé que no es mala, pero en este momento la odio mucho por lo que te hizo y ni siquiera vendrá porque ella no los recuerda. Odio a Habram por lo que le hizo, él malogró a mi mejor amiga, y siento que nunca más volverá hacer como antes. – No la culpes, mamá. Se que estas molesta porque Valesheka se manchó su camiseta, pero solo estábamos jugando– Noah comienza a alucinar nuevamente, agarra la mejilla de Cordelia y ella se apoya en él. – Lo mejor será que lo sedamos, para que descanse– Matt le da un vaso con agua y toma un poco, luego agarra la jeringa y lo inyecta, lo que hace que su respiración agitada se normalice. Mientras él descansa y nosotros estamos pendiente de él, las hierbas no ayudan mucho que digamos, pero sé que el señor Kevin junto con los brujos están buscando una cura para poder ayudarlo. La mamá de Cordelia entra y nos da unos aperitivos. Escucho a los brujos decir que irán por grimorios a buscar alguna solución que cure a Noah, pero no garantizan nada.
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