Capítulo dos: I’m lost.

2201 Words
Capítulo dos: I´m lost. Valesheka Estoy perdida, tengo tanta rabia consumida. Solo pienso en sangre y muerte, es lo único que en mi mente puede pensar. Aunque intentó tranquilizarme la furia se apodera de mi mente una y otra vez. Me pregunto si Habram sentía todo esto, por eso mataba a personas. Una pequeña parte de mi quiere justificarlo y otra parte quiere matarlo nuevamente, me siento tan imponente. Tengo miedo de ser como él, alguien sin compasión y de sangre fría. Veo un tronco en el piso el cual agarró con fuerza y lo lanzó tan lejos como pueda. Esto provoca un impacto con otro árbol más grande y los pajaritos salen despavoridos de su nido. No sé cuántas horas llevo caminando, pero ya tengo hambre. He seguido por este bosque por horas y a lo lejos veo una carretera, algo que he notado en las horas que llevo caminando es que no pasan muchos carros. Veo unas luces de fondo, creo que es una gasolinera. El gran cartel con luces neón me deja hasta un poco ciega. Camino lo más rápido, necesito comprar comida y agua. Lo único que pude sacar de la casa es un poco de verbena, no sé qué les ayuda a los hombres lobos a calmarse. Pero confío en que esto me ayude a calmar los impulsos de atacar a más personas o si me desmayo sería mucho mejor. Aparte traje conmigo un cuchillo de plata; no sé si funcionará como en los mitos, pero cualquier cosa sirve. Faltan tres horas para que anochezca y son las mismas para que la luna esté en su punto. Entró al establecimiento y hay un tipo pelirrojo detrás del mostrador, su aspecto es de alguien muy descuidado. Su barba pelirroja ni está arreglada y tiene restos de lo que parece ser papas fritas, debe tener unos treinta años, aunque aparenta más edad. Me dirijo al fondo donde están las bebidas, cojo dos botellas de agua y una bolsa de papas fritas y una caja de dulces. Veo unos sándwich congelados los cuales tomó dos, siempre he odiado la comida empaquetada pero no hay otra cosa más aquí. Coloco todo en el mostrador, el tipo me mira de pies a cabeza. – ¿Qué hace una cosa bonita por estos rumbos? – muestra una sonrisa ladeada; sus dientes están amarillos, no sé si es por el tabaco o por el café, que evapora el olor de su boca. – No te importa–contestó algo borde, sacó de mi bolsillo el dinero y lo colocó en el mostrador. Comienzo a guardar todo en mi mochila, bajo su atenta mirada. –Anda hermosa porque estás tan amargada– no le respondo, cojo el vuelto que me entrega, pero en el camino veo como su asquerosa mano tocar la mía. – Será mejor que sueltes mi mano, si no quieres perderla– mi rostro está muy relajado aunque por dentro estoy muy molesta. Me muestra una sonrisa más grande y toma mi mano. – Vamos nena te vas a divertir– en otra oportunidad lo hubiera dejado pasar, pero este no es un buen momento. Veo como su agarre está más fuerte en mi mano y se intenta acercar más. Hago una maniobra que hace que su cabeza esté en el mostrador. El suelta un grito algo agudo por el impacto, le sale un poco de sangre por su cien. Me coloco a su altura, él intenta zafarse de mí agarre, pero obviamente tengo mucha más fuerza que él, por lo que ejerzo más presión. – Te dije que no te metieras conmigo– miro como la sangre se le escurre, por más que quisiera un poco de sangre temo no parar por lo que lo suelto y salgo del lugar. Sigo caminando unos minutos más y entró nuevamente al bosque, encuentro el lugar idóneo para poder hacer mi transformación. No hay humanos a la vista, solo ese hombre tan desagradable. Hay un pequeño lago muy parecido al que se encuentra cerca de casa. Me siento en un árbol, que es el más grande que he visto hasta ahora. Sacó la botella con agua y abro con cuidado la verbena y el cuchillo de plata, lo tenía envuelto con un pañuelo blanco. Se me resbala el cuchillo, al tomarlo entre mis dedos me quema la palma por lo que lo vuelvo a soltar. Observo mi mano y noto ampollas al instante y la palma se encuentra muy roja. Lo que se me hace más raro es que no se cura tan rápido la herida. Miro la piel enrojecida y veo que poco a poco se va curando. Entonces todo era cierto, la plata funciona como daga para los hombres lobos. Mezcló la verbena con el agua, pero esta vez intentó ser más cuidadosa, tomó el cuchillo con el pañuelo para evitar quemarme otra vez. Veo el diario que traje conmigo, mientras me como el sándwich frío y hago una mueca de disgusto. Me siento en el respaldo del tronco a seguir leyendo el diario, necesito saber lo que me esperara. Descubrí una hierba que me ayudara a disminuir mi fuerza, se llama “Aconitum Napellus” o como las brujas lo llaman “Mata lobos” es tan venenosa que con las dosis equivocadas podría matar a un lobo promedio. He estado consumiendo cada luna llena, cada vez es más rápido, pero no deja de ser doloroso. Las brujas se negaron al principio a dármela, pero cuando la obligue me las dieron fácilmente, sé que con esta hierba podría matar a cualquier lobo, pero no a mí. cada vez que es luna llena intento alejarme más y más, muchas veces he intentado atacar hasta mis propios hombres. Cosa que no me ayuda, pero ya descubrí la cura para una mordida de licántropo. Eso me hace tener mucho más poder sobre ellos, saber que me temen me hace sentir el hombre más especial. Interrumpo la lectura y me dirijo al final del diario y veo unas iniciales, “HA” esto es de Habram. Estoy completamente segura que es de él. Creo que nadie se sabía su apellido pero recuerdo que el único que escuche mencionarlo fue a su mano derecha, Ajax. Kevin nunca mencionó que esto fuera de él, quizás no lo sabía. Él ya era vampiro, pero aquí no dice cómo es que se convirtió en licántropo, tengo muchas dudas. por lo que por los mitos uno nace siendo lobo entonces el ya nació siendo uno, pero como se convirtió en vampiro. No recuerdo casi nada en el tiempo que se supone estuve con él, solo recuerdo pocas cosas que vienen a mi mente. Él me trataba diferente, pero me hacía entrenar, pero para ¿Quién o que? Por qué me utilizaba como arma, si había algo o alguien que le diera miedo, sigo leyendo. Quisiera encontrar la piedra de los miles de soles para evitar transformarme cada luna nueva. Algún día la encontré y cuando ese día pase seré el más poderoso. Necesito encontrar ese libro, sé que ella lo tiene, solo necesito su ubicación. Se que en ese libro había muchos más secretos, como la mágica cura de los que pocos hablan, pero se que es cierto. Si la encuentro primero que todos seré un dios y todos me temerán. No sé a quién se refiere, intento leer un poco más, pero las páginas están manchadas con lo que parece ser vino y no hay nada, todo está en blanco, tocó las hojas ya dándome por vencida pero noto el relieve de algo escrito. Creo que lo escribió con una tinta invisible, necesito ir por una luz ultravioleta. […] Ya es de noche, falta poco para que la luna llegue a la cúspide. Agarro un poco de la verbena y la ingiero, la regreso lo más rápido que puedo, siento que me quema todo el esófago, no puedo soportarlo, me duele todo el cuerpo. Comienzo a retorcerme, por el suelo. La linterna me alumbra un poco. Mi respiración en las últimas tres horas ha ido aumentando, siento como mi corazón saldrá de mi pecho en cualquier momento, el hueso de mi brazo se quiebra en dos, y puedo ver como este regresa a su lugar. Es la primera vez que veo esto y me aterra. Solo grito y jadeo mucho, las lágrimas involuntarias salen. Escuchó pasos a lo lejos, pero no puedo enfocarme ni en eso, el dolor es mucho. Intento nuevamente ingerir verbena pero la vuelvo a escupir. – ¡Valesheka! – veo como Noah, Harding y Matt se acercan a mí. Siento como mis huesos se vuelven a romper, estoy con un short y un Brasier deportivo, es para mayor movimiento. tuve que quitarme mi ropa porque sabía que si seguía tan ajustada se iba a romper. – ¿Qué-Qué hacen aquí?– hablo con dificultad. – Te estuvimos buscando para ayudarte, no tenías que alejarte– Noah habla y puedo ver por su expresión que está aterrorizado. – ¡Tienen que irse ya! – veo que solo me miran y no se mueven. – No queremos dejarte– Harding intenta acercarse a mí. Siento que faltan poco minutos para ya ser un lobo y ellos parecen no reaccionar. Veo el cuchillo de plata y ellos retroceden, como puedo lo clavó en mi estómago; grito de dolor, eso me ayudara a retrasar algo. Sacó la daga de mi estómago y veo como sale mucha sangre, no me asusto porque sé que pronto se sanará. El hueso de mi pierna se rompe, el dolor es horrible. – ¡Si no se van lo matare! ¡Mi mordida los matara! ¡Váyanse! –Veo como Matt se lo lleva a rastras. Siento como cada vez se rompen más mis huesos, no sé en qué momento me convierto, pero solo siento la tierra bajo mis uñas. Harding Se supone que no saldríamos, pero Noah quería ir a buscar a su hermana, según Kevin hay una hierba que la ayudaría. La tenían los brujos, solo venimos los tres, Cordelia seguía dormida cuando no fuimos. Matt está furioso, sé que él no quería venir, pero su papá lo mandó y yo solo quiero ayudar en todo lo que pueda a Valesheka. – Sigue pareciéndome mala idea venir– murmura sin despegar la vista. – Entonces debiste quedarte– Noah le responde. Desde hace rato están con la misma discusión, si hubiera sabido que estarían así mejor me hubiera venido solo. – Tu no entiendes cierto, nosotros somos una botana para los licántropos. – Eso tu no lo sabes– Noah se queja en la parte de atrás. – Claro que lo sé, he vivido más años que tú. según Habram los eliminó ya que ellos mataban a la mayoría de su ejército. Su mordida es mortal. Sé que habrá más licántropos por ahí, pero tenían miedo de acercarse por Habram, ahora que él ha muerto están por ahí, si se enteran que hay un híbrido más y que es Valesheka la mataran sin pensarlo. Ella no controla nada de su poder, acabaran con ella más rápido de lo que diga, hola. – ¿Tú has visto una mordida de licántropo?– le preguntó, no quiero pensar en lo que él ha dicho. Saber que puede haber muchas personas intentando matar a Valesheka, de solo pensarlo me entra un escalofrío en la espalda, él se queda en silencio mirando al frente pensando en mi pregunta. – Si– se queda todo en silencio por un buen rato. – Yo sé que mi hermana no nos mataría. Y según los brujos, ya para esta hora ella debería de recordar al menos algo de nosotros. – Ella nos mataría sin pensarlo– miramos a Matt– Un licántropo se ciega y no es como un vampiro que podríamos concentrarnos, ellos te comerán en menos de un segundo. Y para la mordida de licántropo no hay una cura. – ¿Entonces por qué viniste si sabías que era peligroso?– le pregunto, él me mira por el retrovisor. – Porque se que esta hierba la ayudara. No quiero que sienta que está sola– en la forma de lo que lo dice no es como un hermano que quiere apoyarla, siento algo más de afecto de lo que no me había dado cuenta antes. Mi ceño se frunce al darse cuenta de las intenciones de Matt, soy hombre se cuando un hombre le gusta una mujer y a Matt le gusta Valesheka. No quedamos en silencio por un buen rato, estamos cerca de un bosque, no falta mucho para que anochezca. No conozco mucho este lugar, una vez vine con mis padres. Cuando todo era feliz, antes de que mi madre se fuera de la casa y mi padre cayera en el alcohol, por eso me encantaba estar en la casa de Noah, sus padres eran amables conmigo y aparte me gustaba ver a Valesheka. Nos quedamos callados el resto del camino y veo que por ratos Matt aprieta el volante con mucha fuerza, se pierde en sus pensamientos, él tiene demasiados años por lo que él debe haber vivido muchas experiencias.
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