Adrián caminó a la habitación de la chica una vez que le dijeron que había despertado después del sedante que le colocaron. Constanza al ver entrar al hombre que poseía un aura escalofriantemente dominante sintió un temor enorme, sus ojos marrones, una altura que llegaba a casi el 1.90 y cabello castaño oscuro; lo hacían ver como un hombre difícil de pasar desapercibido. Constanza pensó que el hombre que había entrado se trataba de su salvador ya que era acompañado por Mark, ella tuvo una esperanza pequeña al pensar en tal cosa. Una tímida sonrisa acompañada de sus ojos azules que brillaban como dos estrellas fue brindada a los caballeros que visitaban su habitación. — No tiene idea lo mucho que le agradezco por haberme salvado de ser subastada, de alguna forma espero poder agradecerles

