— De eso es lo que habló — la nana Céline miró con orgullo a su pupila — sé que puedes hacerlo querida, todo es cosa de que pienses en lo que te dije, tacón, punta, tacón, punta. — Gracias nana — ella le sonrió — no sé después de poder manejar tacones que es lo que vas a hacer conmigo, espero de corazón que esto sea todo ya que me encuentro un poco agotada de practicar. — Lamento mucho que te encuentres agotada pero todavía falta enseñarte cómo bailar en tacones, generalmente en estas fiestas se bailan al menos dos piezas. — Pero nana, se me va a hacer imposible poder bailar con estos zapatos — ella hizo un mohín de tristeza — simplemente quiero salir con vida en el intento de aprender. — Lo siento pero es necesario, ahora menos platica y más práctica ya que el tiempo que tenemos es re

