Los días siguientes fueron un poco más tranquilos ya que Constanza solamente se encargaba de velar por las cosas de su esposo y las suyas, tenía todo bastante organizado y de vez en cuando iba al cuarto de la pequeña Giordana que se ponía feliz al verla.
— Debería venir más seguido a la habitación — habló la nana de la niña — Giordana es una nena muy dulce cuando no está llorando y eso es mayormente cuando usted viene.
— Todos estos días han sido una completa locura pero voy a tener tiempo para la niña cuando vayamos a la casa de verano de mi marido — ella arrullo a la pequeña — espero que las cosas sean más tranquilas una vez que pase la fiesta a la que asistiré esta noche.
— Es bueno saber que toman en cuenta a la niña, antes el señor Adrián estaba al pendiente sin embargo desde la mu
