1 parte -2

2443 Words
 IZZY — ¿Qué Mier...?  —Veo la puerta abrirse y entra un hombre cubierto por una sabana, sus pies desnudos, creo que gritaré muy fuerte, cuando lo veo voltearse sonrojado, con una sonrisa apenado. —Soy yo, Iz. Soy yo, tranquila, disculpa que entre así, no fue mi intensión asustarte, nena —. Dice mientras se acerca a mí, con sus manos en alto para tranquilizarme —Me has dado un buen susto —le comento mientas tomo la sabana y me acerco a él. Su mirada cambia de avergonzado a una oscura visiblemente llena de deseo con la misma que antes de partir de la habitación me miraba. —Lo siento —. Se acerca a mí y me toma por la cintura, pegándome a él, haciéndome sentir su cuerpo caliente —¿Dónde nos quedamos? —pregunta acercándose a mi boca. —Espera, Adam, aún no me dices ¿Por qué estás desnudo?, y ¿Por qué llegaste como si te estuvieran persiguiendo? —Lo veo cambiar su gesto, podría decir que palidece un poco; pero su rápida reacción me deja dudando a mitad de mi evaluación. Me levanta hasta nivelar nuestras narices y camina rápidamente hasta la cama, me deja caer, se desprende de la sabana que cubre su desnudo cuerpo y jala la mía, haciéndome dar un pequeño grito por la sorpresa. Levanta su mano derecha y entre sus dedos esta un paquetico fluorescentes. Frunzo el ceño un poco, porque no entiendo que me muestra. Hasta que veo sonrisa maliciosa. —¿Eso es...? —le pregunto en voz baja. —Sí. Esto es… Protección y usted señorita, ya no tiene más excusas para culminar lo que empezamos. Te quiero unida a mí a partir de hoy y por mucho, mucho tiempo. Y en un movimiento llega hasta mí, se coloca sobre mi desnudo cuerpo y sujeta mi cara con sus manos por ambos lados, me mira fijamente, mi cuerpo se estremece, le mantengo la mirada y de repente siento que todo mi ser puede trasladarse de mi interior hacia el suyo. Que mi alma viaja por ese túnel que hemos creado, percibo su lento movimiento hacia mi boca y sus labios a milímetros de la mía expanden su calor, un pequeño aire surge en mi dirección, cálido y con olor a dulce, mi pecho se contrae involuntariamente y un suspiro me abandona, dejando en evidencia el deseo que me posee. Mi lengua recorre despacio mis labios, y humedece mi boca seca y deseosa de la suya, siento los latidos de mi corazón en cada parte de mi cuerpo, su calor me abraza reflejando lo bien que nuestro cuerpos se sienten cerca, puedo sentirse que el tiempo está suspendido entre nosotros, su vista no se a distraído en ningún segundo, solo reside allí unida con la mía. Y lo que parece fueron horas en esta sensación, culmina cuando une por fin nuestro labios, pensar que es el final de las sensaciones anteriores, es erróneo, porque ese beso lejos de terminar con el reconocimiento da inicio a las más inexplicables sensaciones que se pueden sentir. Todo se siente correcto, todo con Adam me llena de seguridad, se que el día de hoy nunca lo olvidaré. Y que la manera en que nuestros cuerpos se compenetran, entregan y aman me quedará grabada en mi cuerpo, alma y corazón para siempre.   ADAM Luego de llegar rápidamente a la habitación, huyendo de la obsesiva de Jessica, he sentido algo de culpabilidad por haber estado minutos antes en circunstancias no correctas con ella, teniendo a Izzy aquí esperando por mí luego de haberle pedido que sea mi novia formal. Eso estuvo muy bajo, lo sé, pero no puedo decir que tenía más opciones  «Tal vez sí, pero no pensaste mucho»  ese pensamiento me sorprende, justo cuando ella me pregunta ¿Por qué estoy sin mis ropas? Me recompongo rápido, la llevo a la cama, no es que el deseo animal me sobrepase en este momento, no quiero que pregunte y tener que dañar lo importante que está empezando en nuestra vida. Estamos tan cerca, yo sostenido en mis brazos sobre ella, admirando sus ojos color miel. Puedo asegurar que ella me trasmite sus sentimientos mediante ellos, puedo sentir el calor de nuestros cuerpos, me acerco muy despacio ya que no quiero dañar el momento, puedo haber estado con varias mujeres antes, pero esta será y quiero sea especial. Inicio este momento, besándola suave y consagrado, saboreando cada milímetro de su labios, y siento que puedo en este momento llegar a donde sea por ella, por mantener esta sensación dentro de mí, es euforia, calor, confort y seguridad ella me da todo solo con sentir sus labios en los míos. No llevo cuenta de cuánto la he besado, nos besamos sin apuro, podría pasar horas recorriendo con mis manos su cuerpo, un cuerpo natural, totalmente desprovisto de perjuicios y exigencias sociales, es perfecto con cada curva, suave al tacto y delicioso al gusto. Recorridos enteros, cada centímetro de nuestra piel es cotejada, las mismas que hablan a través de su erizamiento, el calor que desprenden nos gritan, que están listas para fundirse, las pequeñas perlas de sudor que los recorren, exclaman llenas de deseo, nuestras miradas nubladas de pasión nos exigen unirnos y hacernos uno solo. Lánguidamente cumplimos la exigencia de nuestros cuerpos, y exquisitamente entro en su mundo, lleno de esperanza, de futuro y abundante en riquezas para mí alma. Repaso la barrera que su cuerpo me otorga como muestra de su pureza, mientras adoro su entrega, atesoro el momento en que llegamos al final del enunciado, donde se han unido más que dos cuerpos, donde se han entrelazados nuestras dos almas. Y Juro, que nunca llegue a sentir tanta inmensidad en mi ser. Me queda muy claro que lo que pensamos es el final, es el inicio para nuestras vidas… Suspiro por la satisfacción del momento, beso sobre su pecho, donde se ubica su corazón, aspiro su aroma, levanto mi vista y me prendo de la belleza llena de amor que se refleja en ella y se me exterioriza como obsequio. —Te quiero, Adam Sancom, desde hace mucho tiempo… y hoy es el mejor día de mi vida. —Izzy. Yo… — Justo cuando voy a responder, se escuchan unos golpes muy fuertes en la puerta.              Me extraño pues no debería subir ninguno a esta área de la casa. «Sea quien sea, le pateare su trasero fuertemente» Me levanto de la cama, mientras siguen golpeando la puerta, Iz se cubre y encoge hacia la cabecera de la cama. Pero antes de llegar si quiera a dar diez pasos lejos de ella, la voz que se escucha es una de la que menos esperaba oír en este momento «¡Idiota!»  —Adam Sancom, es mejor que abras esa puerta, y sueltes a la zorra con que estás en este momento y vengas a decirme por qué me dejaste, desnuda y esperándote en la cama.  Y si existiera algún momento en el que podría desear morir seria este el perfecto. Porque nunca imagine que ver el rostro de Izzy con tanto dolor y su mirada de decepción… Me harían sentir tanto de sobra en el mundo.  IZZY Noventa y cinco días, han pasado desde mi primera vez con Adam; esa noche él me explicó lo que sucedió con Jessica, por supuesto nunca abrió la puerta y después de unos cuantos buenos minutos ella desistió de ser atendida por él. No puede entender porque no busco otra opción para conseguir un condón. Era más simple regresar y proponer salir e ir a conseguirlo, terminar en otro lugar esto que ambos deseábamos por ello estábamos allí. Sentí mi corazón muy adolorido, pensé que lograría avanzar o mantener una relación con él, me gustaba desde los primeros días pero teníamos direcciones distintas en nuestras metas personales. Los siguientes tres días, fueron fatales me sentía hundida en la soledad, pensé que era la persona menos privilegiada y dichosa en el amor, analice si podría olvidar lo que hizo antes de estar conmigo, dar un paso adelante y vivir una nueva oportunidad, pero  mi orgullo herido no dejaba de pensar que la había tocado antes que a mí y no sintió remordimiento lo calculo todo con el fin de no perder la oportunidad de tener sexo conmigo. ¿Hasta dónde había estado dispuesto llegar? Si ella le hubiese exigido más, sino se hubiese conformado con ese toque. No encontré repuesta alguna que fuera satisfactoria, así que dejando la autocompasión me levante y deje ser miserable y enfrentar mi vida. Los minutos, las horas y los días pasaron como si ellos llevaran más prisa, le había pedido a Adam que no me buscara, que si estaba de volvernos a encontrar fortuitamente, pues sería lo destinado. Se negó muchas veces pero le deje claro que lo que sucedió entre nosotros era lo más hermoso de un momento decidido a vivir por ambos. Pensando que sería mala suerte lo que me acompaña de ahora en adelante fui sacada de mi error, la segunda semana presente todos los trabajos y exámenes donde fuera de mi concentración habitual, para sorprenderme salí sobresaliente en todos ellos. Estaba Extasiada en júbilo por ello, lo que me ayudo a ver de manera más amplia mis metas. Nadie muere de amor y bueno yo estando sola sin familiar cercano, cero novios y cero mejor amiga o amigo, la poca familia existente estaba distante, la carencia económica no les permitía llegar hasta aquí a visitarme y yo no podía aun permitirme boletos aéreos constantes, un solo semestre más y defendería mi trabajo de grado para ser formalmente Licenciada en Mercadotecnia. Para complementar mi gozo, el actual gerente de área decidió retirarse de su cargo por temas personales y la directiva decidió darme la oportunidad de suplirlo,  un mes corriendo desde el mismo día de la noticia y seria mío el puesto. Brincaba de felicidad, agradeciendo a Dios por la buena mano tendida. Muchos planes guardados comenzaba a subir en la lista de corto plazo. Me asignaron un auto y en dos semanas evaluando mi primer desempeño, podría optar al crédito hipotecario para empleados. Trabaje duro, jornadas completas de lunes a viernes diez horas o más, mientras ocupaba mi cerebro mi corazón no sentía la ausencia de Adam, no me engañaría a mi misma diciéndome que no deseaba verlo, abrazarlo y volver a sentirlo. El sentimiento fue en aumento cada día, no sé reducía, mis logros me llenaban pero no compensaban todos mis sentimientos, dentro de mi seguía el vacio. El esfuerzo físico entre el trabajo y la universidad me habían regalado unos días de malestar, decaimiento físico, por lo que me vi obligada hacerme unos exámenes de sangre que serían enviados a servicio médico de la empresa. Llego a la oficina y comienzo a chequear mi correspondencia fuera de las cosas laborales, tengo tres sobres  los cuales ameritan la misma importancia en ser leídos. La evaluación del Crédito Hipotecario en Creativa Luz, C.A La repuesta del Tutor universitario sobre mi Trabajo de Grado. Mis resultados médicos. Los abro en el mismo orden para no hacer ningún tipo de esfuerzo mental eligiendo cual debería leer con prioridad, saco las hojas que se encuentran adentro de cada sobre, coloco encima cada una a la que corresponde. Y obviando todo el formalismo busco la repuesta de cada una. La primera “…Es por ello que verificando el tiempo en la empresa, su positivo desempeño y aporte en ella, hemos decidió dar un POSITIVO a su solicitud. En un plazo de veinticuatro horas la contactará…”  Arrugo la hoja en mi pecho y no puedo evitar sonreír, sí. Es un sí, una casa por fin, ya no mas habitación residencial. Las lágrimas de felicidad se arremolinan en mis ojos, pero las mantengo allí sin dejarlas escapar. Leo la repuesta de la segunda carta:  “Nos complace informarle que su solicitud de tema para Trabajo de Grado a obtenido la aprobación de los tres jurados, dando una respuesta POSITIVA. A continuación los datos del cronograma de presentación que debe…” Suspiré ya esta estimaba que sería la respuesta. Coloque la hoja en el sobre, tome el restante, más calmada con algo de curiosidad de mi evaluación médica. “…Después de cortejar todos las evaluaciones sanguíneas, le informamos que sus niveles de gonadotrofina coriónica humana (GCH) son POSITIVOS. Por lo que le estamos remitiendo a los servicios médicos de Ginec…”  No culmino de leer, solo quiero llorar, entro estado de shock, mi cuerpo tiembla y me da apenas tiempo de tomar la papelera y volcar todo lo que para el momento tenía en mí estomagó, luego de respirar, sé que hay una sola persona a quien le interesa estos resultados. Tomo un taxi, pues las manos me tiemblan y no podría conducir así. En veinte minutos llego a la entrada de la casa que nunca pensé volver a visitar. Se ve varias personas dentro, hay muchos coches cerca. Respiro hondo y pienso que somos adultos, que es un tema que nos concierne a los dos y no soy de las mujeres que piensan en ocultarse, veo en la ventana de un auto mi cabello desordenado. Dios estoy hecha un desastre es sábado por lo que llevo solo unos jeans viejos, zapatillas planas y una franelilla de algodón, he dejado mi chaqueta en la oficina y no me percate que parezco una limosnera, ato mi cabello en un moño cebolla, y paso mis sudadas manos por mi pantalón. Camino despacio y toco el timbre. Espero unos minutos y una señora mayor que no había visto ese día, sonriente aparece por ella. —Buenos Días, Señorita ¿Qué puedo hacer para servirle? —me dice mientras mantiene la sonrisa. —Yo…Yo…Yo —tartamudeo, los nervios se hacen presente—. Buenos días, me gustaría hablar con Adam Sancom —logro decirle, recuperando mi voz y mente. —¡Oh! Bien. Adelante, la anunciaré —. La mujer entra rápidamente y yo doy dos pasos hacia adentro. Veo las escaleras, y suspiro, escucho muchas voces, risas y mis nervios aumentan por ello. Respiro varias veces, contemplo la idea de huir, nadie sabría que he sido yo, pues la señora no ha preguntado  mi nombre. Volteo hacia  la puerta aún abierta tratando de decidir, pero entonces escucho su voz. Y no podría decir que es un tono muy amigable. Volteo lentamente  cuando oigo que me llama y lo que veo frente de a mi me confirma «Sabía que debí haberme ido».
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