bc

DIOSA

book_age18+
1.7K
FOLLOW
9.9K
READ
sex
CEO
mafia
bxg
heavy
seductive
like
intro-logo
Blurb

En las sombras de una ciudad gobernada por la violencia y la pasión, Amelia, la temida "diosa" de una poderosa mafia, se ve obligada a enfrentar una amenaza común con su rival, Santiago, líder de una banda rival. La alianza surge como una tregua peligrosa, pero pronto se transforma en un juego ardiente de deseo y poder. Mientras luchan contra enemigos externos, Amelia y Santiago descubren un vínculo prohibido que los consume. Cuando creen que han encontrado el equilibrio perfecto, la traición acecha en las sombras, amenazando con desentrañar no solo sus imperios criminales, sino también sus corazones. En un mundo donde el amor y la traición son dos caras de la misma moneda, ¿podrán resistir el fuego que arde entre ellos, o sucumbirán a las oscuras fuerzas que los rodean?

chap-preview
Free preview
Hace seis años...
—Necesitamos dinero —dice mi padre, mi madre había tenido una recaída, está cada vez peor, mi padre había perdido su trabajo y no podíamos costear las medicinas, ella lloraba de dolor y todos nos sentíamos impotentes.  Por la noche, escuchando los gemidos de dolor de mi madre, decidí ir hacia la habitación de Derek, abrí la puerta y me di cuenta de que él tampoco podía dormir porque me miro al entrar. —Debemos ir —le digo, él se sienta en la cama y se pasa la mano por el pelo. —¡Es demasiado arriesgado! —dice. —¿La estás escuchando? —le digo enojada, él asiente—. Papá no tiene trabajo, no soporto escucharla, yo iré, si tú no vas es tu problema —digo, salgo de su habitación y voy a la mía, saco entre los cajones un pantalón n***o y una sudadera del mismo color, salgo silenciosamente de la casa, si mi padre se entera de que vamos, nos mata. —Voy contigo —dice Derek apareciendo detrás de mí, yo asiento, ambos salimos de la casa y cerramos despacio—. Espero esto ayude —dice él. —Tiene que hacerlo —  Son las una de la mañana, así era cada noche con ella, cada vez peor. Esta era nuestra única oportunidad de sacar adelante nuestra familia. —¿Sabes que estamos haciendo un trato con el diablo?  —pregunta Derek, yo asiento. —Esto no lo hacemos por nosotros, lo hacemos por ella, que te quede claro —le digo. A pesar de que ambos teníamos la misma edad, gemelos, él era mucho más sensible que yo, más débil incluso, siempre lo había sido.  Cuando llegamos donde el destripador se encontraba, los hombres que estaban afuera custodiando, nos miraron con curiosidad. —¿Niños, se perdieron? —pregunta uno, sale de la oscuridad, tiene un arma cruzándole el pecho, un arma muy grande, me lo quedo mirando, pensando en el gran poder que tiene este hombre con esa arma en su mano. —Necesitamos hablar con él —digo, él mira a su compañero un tanto confundido. —¿Están seguros? — —De otra forma no estaríamos aquí a mitad de la noche —digo, él asiente mirándome aún no muy convencido. —¿Aviso? —pregunta otro chico un poco más joven mirando al primera hombre, él asiente, en un dos por tres el chico desaparece, pero él nos queda mirando. —¿Qué buscan aquí?, son muy jóvenes —dice, yo me encojo de hombros. —Necesitamos dinero, nuestra madre está enferma —dice mi hermano, él asiente. —Bueno chico, aquí todos estamos por necesidad —dice. —Siempre habrá alguien que solo tenga necesidad de poder —digo. El chico sale corriendo desde dentro y asiente. —Bueno, pueden pasar —dice, yo asiento, tomo de la mano a Derek y comenzamos a caminar, no miento, si tengo un poco de temor, pero no tenemos otra opción, no puedo soportar verla así otra noche. —Estoy nervioso —dice Derek, yo no le respondo—. Amelia, no quiero morir —dice, yo lo miro. —¡Derek, cálmate por la mierda, me pones nerviosa!  —digo enojada. Un hombre mayor se acerca a nosotros, cuando está al lado de nosotros me doy cuenta que está lleno de tatuajes, incluso en su cara, da mucho miedo, él nos mira de arriba a abajo. —¡Caminen! — Lo seguimos sin decir nada, le suelto la mano a Derek, no podemos vernos como unos críos miedosos, le doy una mirada a Derek y él asiente. Eramos gemelos y con solo mirarnos entendíamos lo que queríamos decir. —Señor, aquí están los mocosos —dice él, hago una mueca al escuchar como se refiere a nosotros pero no digo nada, al final de la habitación una vez que el tipo tatuado se hace a un lado puedo divisar al que apodan “El destripador”, mataba con gran asar, bueno no se sabía si realmente lo hacía él o sus empleados, pero por algo tenía esa fama. —¿Qué tenemos aquí?, dos mocosos, ¿en busca de qué? —pregunta mirándonos, avanzo un poco para verlo y que me vea. Producía repugnancia solo verlo, la cara llena de cicatrices, era gordo, y tenía un aspecto demasiado descuidado. —Estamos aquí porque necesitamos trabajo, queremos trabajar para usted —digo, él me mira y luego se larga a reír, sus empleados hacen lo mismo. Aprieto mis puños y respiro hondo.  —¿Qué me pueden ofrecer?, además para entrar deben pasar una prueba —dice él. —Haremos lo que se nos pida, necesitamos el dinero —digo firme, él asiente. —¿Por qué? —  —Nuestra madre está enferma, no tenemos para los remedios y ella los necesita —digo, él asiente. —Bueno chicos, estoy para ayudar a mi gente, pero primero deben pasar una prueba, aquí hacemos de todo, necesito gente que no le tiemble la mano para hacer algo, si la pasan, están dentro —dice, yo asiento—. ¿El chico no habla? —pregunta a mi hermano, yo le doy una mirada de reproche y él se aclara la garganta. —Si señor, si hablo, es solo que estaba esperando el momento, haremos lo que necesite para entrar dentro —dice, suena seguro, así que le doy una pequeña sonrisa. El destripador asiente y luego hace un desdén con la mano, imagino para irnos. —Mañana uno de mis hombres los irá a buscar a su casa cuando tengamos la prueba lista —dice, con Derek asentimos. —Vamos mocosos —dice el hombre tatuado, lo seguimos de vuelta afuera, una vez en la calle, ambos dejamos escapar un sonoro suspiro, no fue tan malo como pensé que sería. —No fue tan malo como pensé —dice Derek, yo me largo a reír, él me mira sorprendido. —Lo mismo estaba pensando —digo. —Es porque somos gemelos —dice, yo asiento, Derek pasa un brazo por mis hombros y así caminamos juntos a casa. Entramos sin meter ruido, aún se pueden escuchar los gemidos de dolor de mi madre, nos topamos con nuestro padre subiendo la escalera, nos mira sorprendidos de no encontrarnos en nuestros cuartos. —¿Por qué no están en sus camas? — —No podíamos dormir —dice Derek, mi padre asiente y se pasa una mano por el pelo cansado. —Le he dado todo el remedio a tu madre, ahora se está quedando dormida, mañana tendré que ir a la farmacia a pedir que me anoten otro remedio, y buscaré un trabajo, necesito que no vayan mañana a clases, cuiden a su madre —dice él, ambos asentimos. —Lo entendemos papá, tranquilo, te aseguro que todo va a mejorar —digo. —Quizás sería bueno que Amelia y yo busquemos algún trabajo para ayudar —dice Derek, mi padre nos mira dudando. —Papá, ella lo necesita —digo, él asiente. —Lo sé, solo no busquen algo tan pesado —dice, yo asiento. —Buenas noches papá —decimos al mismo tiempo Derek y yo. Nos vamos a dormir, aprovechamos que mamá se está durmiendo para poder conciliar el sueño de mejor forma, solo esperábamos que la medicina no se demorara tan pronto en dejar de hacerle efecto.                                              ┈┈┈••✦○✦••┈┈┈ —¿Están listos? —pregunta el hombre tatuado, ambos asentimos, él asiente sonriendo—. Cuando vean su prueba se van a caer de espalda —dice él riendo. Derek me mira haciendo una mueca, yo ruedo los ojos. Habíamos estado todo el día pensando en cuál sería la prueba, y ya por fin lo sabremos.  Mi padre había conseguido la medicina, pero no había conseguido trabajo, llego a la casa triste y con ojeras. —No conseguí nada, y de la farmacia me dijeron que si no pagaba no me iban a dar más medicina, no tengo que con qué pagar —dijo. Así que sí o si debíamos hacer lo que fuera para estar dentro y conseguir algo de dinero. Cuando llegamos a la entrada de la casa del destripador, los mismos chicos que estaban afuera anoche nos miraron con lástima, eso me dio mala espina, pero no dije ni pregunté nada. —Aquí están —dice el tatuado al destripador, él sonríe abiertamente y se acerca a nosotros, nos abraza, unas ganas inmensas de vomitar me embargan al sentir el olor que emanaba desde su cuerpo, cuando nos soltó fue un alivio. —Síganme pequeños —dice él, lo seguimos, otros hombres van detrás de nosotros. Cuando aparecemos en otro cuarto, me quedo de piedra y sé que Derek también, hay dos personas sentadas en unas sillas, amarrados y con los ojos tapados, Derek me mira asustado. En la silla está Jaime, mi novio de hace un año y medio, en la otra silla está Esther, la novia de hace tres años de Derek. —Esta es la prueba —dice, mueve la cabeza y cada uno de los hombres se acerca a nosotros, el tatuado me pasa un arma, una pistola, y otro hace lo mismo con Derek, nunca habíamos tomado un arma. Se sentía pesada en mi mano—. Van a dispararles, esa es su prueba — —¿Qué? —digo, él asiente y se gana en medio de los dos. —Les daré un pequeño incentivo —dice riendo, el hombre tatuado se acerca a nosotros con un computador, tienen un video en pantalla, el tatuado le da play. Se ve a Jaime con Esther besándose apasionadamente en la casa de ella, el video está grabado a través de la ventana de su habitación; nos estaban engañando en nuestras propias narices, miro hacia Jaime, se ve asustado, miro hacia Derek que tiene los puños apretados. —La lealtad para mí es importante, pero ambos les han sido desleales, él se acuesta con ella y luego se va a acostar contigo —dice. Jaime y yo lo habíamos hecho hace unas semanas, me había dicho muchas veces que me amaba, vaya forma de hacerlo. —¿Quién está ahí? —pregunta Jaime. —Soy yo —digo. —¿Amelia?, ¿Que sucede? — —¿Me engañas con Esther?, y tú Esther, eras tan zorra de meterte con mi novio, después de todo lo que Derek ha hecho por ti —digo enojada, ella comienza a llorar e intenta moverse en la silla. —¿Derek?, no es verdad cariño —dice llorando, Derek baja la cabeza herida. —¡Perra, les acabamos de mostrar un video de ustedes! —dice el tatuado riendo. —¡Ya háganlo! —ordena el destripador                                                                           —Sáquenle la venda —digo, todos me miran sorprendidos—. Quiero verlo a los ojos —digo, Derek me mira sorprendido, tiene los ojos rojos, se está conteniendo de llorar, le duele, lo sé. —Hace lo que dice —ordena el destripador al tatuado, él se acerca a Jaime y le saca la venda, me mira sorprendido, ve el arma en mi mano y una cara de pánico se hace cargo de él. —¿Amelia?, ¿Esto es un juego? —pregunta, yo sonrío de forma fría. —¿Yo era un juego para ti?  —

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

UN TOUCHDOWN A TÚ ❤️

read
225.9K
bc

Efimero (Devil's touch)

read
372.9K
bc

AMOR CON ODIO

read
13.0K
bc

Casado con la ¿Gordita?

read
313.0K
bc

En los Zapatos de Renatas

read
1.4K
bc

Mi jefe esta paralitico

read
3.2M
bc

Una esposa de mentira. Saga familia Duque.

read
8.6K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook