La casa de los Pacinelli no era nada elegante, pero sí acogedora y hogareña. Era un hogar de estatus medio que los señores Pacinelli habían levantado con mucho esfuerzo. ¿Qué demonios hacía allí? Lucían iba a ahorcarlo cuando lo supiera, pero eso era lo de menos, luego de discutir con su hermana había ido al hospital donde le habían informado que la chica no había ido a trabajar ese día, era su día de descanso. Había llegado solo, había tomado un sedán y se había vestido lo más casual posible. Lo menos que quería era no pasar desapercibido. ¿Debía tocar la puerta? ¿O debía irse de allí? Lo más prudente sería lo último, ella no sería la única que estuviera en casa, posiblemente sus padres también estarían dentro y él no quería toparse con ellos, nunca en su vida se había visto las caras co

