POV ELIZABETH Terminé la cena con Gabriel sin haber hecho nada más que intercambiar algunas palabras, un par de sonrisas y ese beso fugaz que Adam presenció. Pero después de eso, simplemente me despedí y me fui a casa. No podía quitarme de la cabeza la imagen de Adam abalanzándose sobre mí, la rabia ardiendo en sus ojos mientras me reclamaba como suya. Su voz aún resonaba en mi cabeza, áspera, llena de celos y algo más profundo… algo que me aterrorizaba reconocer. Habían pasado semanas desde aquella noche y, por primera vez en tres meses, había logrado alejarme de Adam. Me negué a buscarlo, a responder sus mensajes o a aparecer en los lugares donde sabía que podría encontrarlo. No más encuentros en su departamento, no más noches llenas de sudor, gemidos y emociones descontroladas. Necesi

