¿Enamorada? Si ¿Decepcionada? También

Amor de colegio Siendo unos niños de 7 años comenzaron a tener sentimientos el uno por el otro, Mariangel Marcano una niña de ojos verdes rayados, cabello castaño y una sonrisa que derretía el corazón del niño Miguel Cortez guapo, piel muy blanca y rubio de unos ojos marrón que deslumbraba a esta niña tímida y misteriosa. Estudiaron juntos desde el kinder, siempre pendiente uno del otro, cumpleaños, hasta de traerle merienda a su “novia” como él le decía, siempre queriendo impresionarla sobre todo cuando habían otros niños intentando ganarse su atención. Al igual que ella había momentos que se sentía molesta por sus compañeras que perseguían a Miguel. -Mariangel, buen día- saludó Miguel - ¿ Podemos desayunar juntos? -Ella quedó entusiasmada pero no lo demostró. -Claro Miguel, ¿Porque no?. - desde ese día y siendo muy pequeños aun sus corazones latían con fuerza pero sin ellos saber que tiempos después les traería dolor, decepción y hasta por momentos odio… Fueron creciendo y así su atracción pero siendo tan inocentes no sabían cómo expresar lo que sentían, solo sabían que les gustaba estar juntos, compartir, hablar de muchas cosas, como por ejemplo que serían de grandes, hasta de querer tener una familia. Sus madres se conocían y hasta tenían una amistad, Mirian la madre de Miguel le encantaba invitar a Mariangel a su casa porque veía el rostro feliz de su hijo y sabía que a pesar de ser tan niños había un cariño enorme entre ellos. Siempre que llegaba a buscar a Miguel estaban él y la niña Mariangel juntos conversando y parecía que no se hubiesen visto en años, le hacía sonreír de solo verlos. Por otro lado Leila la madre de Mariangel era muy sobre protectora, y no le gustaba mucho esos acercamientos con los varones por eso muy pocas veces la dejaba asistir a las invitaciones, ella decía que eso no lo habían las niñas decentes. A veces se ponía un poco tosca y terca con Mariangel y en ocasiones no la comprendía y los gritos se hacían llegar a discusiones con su padre que la defendía de cualquier arrebato de su mamá. Era una mujer muy anticuada en su crianza, y no sabía el daño que le ocasionaba a Mariangel alejándola y privándola de su inocencia y niñez. Ella era una niña que a pesar de ser tímida todos querían estar cerca de ella, era como un imán para los niños, y esto ponía de mal humor a su madre. Mariangel era una niña curiosa, a su corta edad le gustaba saber todo, un día en el colegio las niñas y los niños comenzaron a decir que querían jugar a la botellita, juego en el cual se tenía que dar vuelta a una botella y dependiendo de donde caía la punta la otra persona te colocaba una penitencia, Mariangel no sabia nada de este juego pero su mejor “amiga” Nathaly una niña de cabellos crespos, delgada, de piel morena, y sobre todo con mucha envidia hacia su amiga Mariangel, le dijo que podían hacerlo que no tenía nada de malo, y así era, siempre y cuando las penitencias no fuesen el besarse y eso exactamente fue lo que su amiga ocasionó que pasara para luego aprovecharse de la situación. Pero, ¿Como podría haber sabido Mariangel lo que su amiga pretendía hacer?. Comenzó el juego y la botella giraba y giraba y no había caído en Mariangel, hasta que llegó su turno y justamente el otro lado de la botella quedó en Nathaly su amiga, esta al ver eso sus ojos brillaron con una maldad increíble, miró hacia donde estaba Miguel, que a pesar de ser el niño que le gustaba pues podría aguantar verlo porque lo que le ocasionaría a Mariangel valdría la pena, se giró nuevamente hacia Mariangel su amiga y le dijo: —Mariangel tienes que besar a Miguel, pero no en la mejilla si no en la boca. - Mariangel la miro atónita, luego dirigió su mirada hacia Miguel y este la observaba con un brillo indescriptible en sus ojos. - ella dijo - — No puedo hacer eso Nathaly, no es correcto- su amiga ardía con la furia, pero se contuvo y respondió. —Mariangel, ¿Tienes miedo? O es, ¿Qué ya no te gusta Miguel?. - su amiga no podía creer que ella estuviese revelando su secreto, el que Mariangel le había contado unos meses atrás, salió de sus pensamientos y le respondió: —Nathaly no es de amigas hacer lo que acabas de hacer, revelar algo que solo te había confiado a ti, pero está bien porque ya sé quién eres, ademas, ya la mayoría sabe que Miguel y yo nos llevamos muy bien, que somos buenos amigos - se giro hacia Miguel y le dijo: — Miguel, ¿Quieres hacerlo?, ¿Crees que pueda darte un beso? Para poder cumplir mi penitencia, y así dejar a esta tonta en su lugar. - Miguel la observó y asintió, pensó para sus adentros que estaría encantado de hacerlo. -y así Mariangel se levantó de su puesto y se acercó a Miguel mirándolo a los ojos unió sus labios siendo unos niños tan pequeños ya sintieron esa chispa brotar pero sin saber que se significaba, se separaron desviaron sus miradas hacia su amiga, Nathaly aplaudió, se levantó, tomó su bolso y salió del salón, llegando a la salida del colegio donde esperaban los representantes y se acercó a la señora Leila madre de Mariangel contándole lo que había sucedido momentos antes en el salón de clases… y así ocasionándole un momento muy duro a Mariangel - su madre la espero y cuando salió la tomó por el brazo fuertemente y se dirigió al salón de clases con ella llorando sin saber que sucedía. Cuando llegó al salón se dirigió muy molesta a la profesora y le dijo: —Profesora, ¿Como es posible que usted permita que los niños jueguen a la botellita? y para completar que se estén besando. - la profesora le respondió- — Señora Leila primero debe preguntar qué sucedió, y me imagino que la niña que salió corriendo del salón a contarle no le dijo que ella fue la que impulsó para que jugaran ese juego, y que obviamente estará castigada el día de mañana por inventar y salirse del salón sin permiso, y no trate a Mariangel así que las cosas no sucedieron como usted está pensando… - la madre de Mariangel salió furiosa del salón dejando a la niña consolándose con la profesora y está a su vez diciéndole que todo estaría bien… -Después de pasado un tiempo todo volvió a la normalidad, la señora Leila se quedó más tranquila, Miguel y Mariangel continuaron unidos y dejando de lado a Nathaly que cada vez odiaba más a Mariangel por tener la atención de Miguel…un día con tan solo 11 años Miguel decide confesarle que sentía un gran cariño por ella, Mariangel no se asombra porque también es mutuo lo que siente por él, deciden ser novios de colegio, hasta que llega el día de la separación… Sus vidas dan un giro tremendo porque ha llegado el día de no estudiar más juntos él se iría a su academia militar y ella a su colegio mixto para estudiar su secundaria…