AMARU

CAPITULO 23

 Y así como habían llegado un día, ahora tenían que marcharse.

El tiempo se les iba agotando, y tenían que partir hacia Tiamat si querían llegar antes de que se cumpliera el plazo.

Es por eso que el Rey había organizado una última cena formal, donde la familia real y sus invitados estaban presentes.

Como siempre, Bevery fue la última en entrar al lugar, con aquel vestido bordo gigantesco, que la hacía lucir como una deidad y la enorme corona sobre su cabeza, sus labios habían sido pintados de un intenso rojo, haciendo que toda su piel se viera aún más pálida de lo que era.

-Alteza. - todos dieron una reverencia y esperaron de pie hasta que ella llego a su lugar y finalmente se sentó.

En cuanto todos estuvieron en su lugar, la comida empezó a llegar y el banquete dio comienzo.

Todos charlaban animadamente, incluso Sabina se había unido a la cena y ahora disfrutaba de su comida junto a la realeza.

El Rey y la Reina estaban en la otra punta de la mesa, y a la derecha de la Princesa Bevery, estaba Gawain, quien comía tranquilamente mientras compartía palabras con la Princesa Agnes.

Bevery estaba sumergida en sus pensamientos, finalmente había llegado el día donde tendrían que abandonar Smaug y sentía que ya era como su hogar.

Había pasado dos semanas de puro entrenamiento y eso se había notado ayer cuando finalmente pudo derribar a Gawain y poner su espada sobre aquel pecho.

No había nadie que podía detenerla, y como había dicho, no se rendiría hasta ser la mejor.

Ahora se sentía un poco más segura de finalmente enfrentar a Kreston y quedarse con el reino que siempre le perteneció, no importaba que, Amaru volvería a estar en sus manos.

Desde el día que se había ahogado y casi muerto, no había vuelto a ir al puerto, le daba un poco de miedo estar cerca del agua, además de que lo tenía sumamente prohibido (eso incluía también tomar más de una botella de vino sola)

Pero ya no lo necesitaba, su seguridad estaba en tierra firme, en la pesada espada que usaría para recuperar Amaru.

Incluso había logrado que las doncellas diseñaran un vestido que la ayudara a moverse más rápido sin perder la elegancia que solo la futura reina de Amaru pudiera portar.

Todo estaba listo, ella estaba preparada para casarse con el príncipe de sus sueños y que los reinos se unieran contra Kreston. Solo faltaba partir hasta Tiamat donde Dietrich la esperaba.

Porque él la estaba esperando ¿cierto? Él estaba bien con la idea de casarse con ella. O eso es lo que la princesa esperaba.

Tampoco es como que su opinión tenía algo de importancia, ahora no importaban los sentimientos, sino que Amaru, Tiamat y Smaug estuvieran en paz nuevamente.

Y mucho más desde los últimos ataques de Kreston, que habían acabado con la aldea en la que vivía Wave.

¿Quién sabía que otras cosas horribles podían hacer cuando estén con la guardia baja?

-Propongo un brindis. - el Rey Carl se puso de pie, sosteniendo la copa en su mano.- Por la Princesa Bevery, por el Reino de Amaru y por el casamiento de su alteza con el Príncipe Dietrich, se que esto mejorara las cosas hasta tan nivel que seremos capaces de derrotar al reino de Kreston.- hablo.- Se que cada esfuerzo que la princesa está haciendo darán frutos al momento de la gran batalla y volverá triunfante, al igual que el Rey Michael.- nombro.- Así que, esto es por usted, Princesa. Que tenga el mejor de los viajes. - elevo su copa y todos copiaron el gesto.

Bevery sonrió y se levantó también, era su deber dar un discurso.

De repente todos los ojos estaban sobre ella, esperando que comenzara a hablar.

-Quiero agradecer desde el fondo de mi corazón la hospitalidad del reino de Smaug, no solo de mi parte, sino el de toda la familia real y también por hospedar a Gawain, Wave y Sabina.-señalo.- Nos han tratado muy bien, incluso dejando que mis entrenamientos fueran aquí.- sonrió.- Nunca olvidare lo que hicieron por mi, y créanme que varias cosas cambiaran cuando vuelva a tener mi palacio. Vendré aquí bastante seguido y ustedes serán invitados de honor en la ceremonia de Louis.- tuvo un momento de silencio.- La corona estará siempre agradecida con Smaug.- inclino su cabeza y luego bebió de su champaña.

Los presentes aplaudieron y vaciaron sus copas, volviendo a sentarse una vez que la princesa lo había hecho.

La mesa volvió a estar llena de conversaciones de aquí para allá.

Y por la cabeza de Bevery rondaba una loca idea al ver a Sabina charlar animadamente con Wave, mientras comía elegantemente su pavo.

-Sabina.- la llamo, inmediatamente ella volteo a verla.

-¿Si, Princesa Bevery?

-¿Qué harás ahora?- cuestiono, apoyando el mentón en su mano.

-No entiendo a lo que se refiere.- frunció el ceño.

Bevery rasco bajo su ceja y tomo aire.

-Cuando nosotros nos vayamos, ¿Qué harás? ¿Tienes algún plan?

Sabina asintió, entendiendo finalmente a que se refería su alteza.

-Bueno, supongo que volveré a mi hogar, ya cumplí con mi misión de conocerla.- sonrió, un poco apenada.

Eso aumento las ganas de Bevery de decirle lo que había estado pensando hace días. Era una buena idea tener un poco de compañía de ella.

-¿Y que te parece si vienes con nosotros?- sintió rápidamente la mirada de Gawain sobre ella, que había parado de hablar con la princesa Agnes para escuchar atentamente la respuesta de la colorada.

Sabina estaba completamente sorprendida, no podía creer que la princesa le estaba ofreciendo eso con completa normalidad.

Ella quería que la acompañara por todo su viaje hasta Tiamat hasta el día de su boda.

¿Estaba soñando acaso? ¡Era la princesa pidiendo su compañía! ¿Qué podía responder? Era un definitivo si.

-Me encantaría, su alteza.- sonrió emocionada.- Estoy segura que no se arrepentirá de invitarme.- inclino su cabeza.

Bevery respondió su sonrisa.

-¿No hay problema de dejar el barco de Sabina en el puerto, no?- le pregunto ahora a los reyes, que tampoco se habían perdido la conversación.

-No, su alteza. Puede quedarse el tiempo necesario.- contesto la reina.

-¡Perfecto! Blueberry también vendrá con nosotros.- dijo emocionada, ese ave le caía mucho mejor que cualquier otra persona.

Sentía aun la masculina mirada sobre ella pero se relajo y la ignoro mientras que comía su comida.

-Vendrás con nosotros, eso es increíble.- le dijo Wave a Sabina, tan emocionado como ella.

-Lo se, ¿no es casi irreal?- cuestiono.- Y estoy segura que podre ayudarlos con algunas cosas también.- sonrió.

-¿Cómo que?

-Bueno, se cazar y pescar.- se encogió de hombros.- también puedo conseguir agua y cocinarles, supongo. – le quito importancia.-

-Entonces supongo que nuestra alimentación esta en buenas manos.- rieron.

Sabina aclaro su garganta y se acercó al chico, susurrándole en el oído.

-¿La tensión entre Gawain y la princesa es siempre asi de alta?- le pregunto.

Wave se puso un poco ruborizado ante la cercanía de la pelirroja, no iba a negar que había tenido un gigante crush con ella desde la primera vez que la encontraron sobre su barco.

-Acostúmbrate, es asi siempre.-le dijo.- Viven peleándose y atacándose mutuamente, pero tranquila, te acostumbraras.-

-Gawain parecía diferente cuando lo conocí.- frunció el ceño.- Vivía diciéndole cosas lindas a la princesa, incluso parecía que le coqueteaba.

Wave rio algo nervioso, nadie podía enterarse de que Gawain había estado bajo ese encantamiento, no importaba que dulces ojos lo miraran.

-No lo se, supongo que volvieron a pelearse o algo.- mintió- En esos momentos es mejor dejarlos solos y abandonar la escena, ¿okay?- cuestiono.- Regla numero uno, nunca hagas enfadar a la princesa.

Sabina soltó una pequeña risa, acomodándose mejor en la silla.

-Escuchare todas las reglas, Wave.- pestaño y el menor solto un suspiro enamoradizo.

(…)

Habían pasado al gran living, donde todos estaban siguiendo la charla, esta vez de pie y con una taza de delicioso café en sus manos, Bevery hablaba con la Reina, contándole sobre las necesidades que estaba pasando el pueblo, cuando sintió como su hombro era tocado.

-Su alteza, necesito hablar con usted.- dijo formal Gawain, inclinándose hacia las dos majestades.

Bevery asintió y se disculpó con la reina, moviéndose unos metros hasta que quedaron solos.

O bueno, aunque sea un poco alejados de las otras personas.

-¿Qué?- cuestiono Bevery, cruzándose de brazos.

Gawain copio su posición, dejando ver sus marcados brazos.

Bevery intento no distraerse con eso.

-¿Por qué invitaste a Sabina a que viniera con nosotros?

-No lo se, parecía divertido. - rio.

Gawain suspiro, pasando una de sus manos por su rostro.

-Ella ni siquiera sabe pelear, no puede defenderse. Sera más una carga para mi qué otra cosa.- explico.

-No es tanto problema, Gawain…- estiro, pero fue interrumpida por el mayor.

-¡Claro que lo es! ¿Crees que si las dos están en peligro correré a salvarla a ella? - frunció el ceño.- Ella morirá si es asi.- sentencio.- Wave y yo solo tenemos tu vida como prioridad, ¿Por qué no puedes entender eso?

Bevery bufo, aburriéndose de esa conversación.

-Ella sabe perfectamente eso y, aun sabiéndolo, acepto unirse. - soltó. - Ya está dicho, ella vendrá con nosotros.- soltó.- ¿Estás seguro que esto no tiene que ver con que Sabina aún cree que estás loco por mí?- pregunto con una risa burlona.

Gawain rodo los ojos.

-No me interesa lo que ella piense, solo que no creo que sea del todo confiable. - escupió. - Gracias a ella saltaste al océano, ¿recuerdas?

Bevery volvió a expulsar aire violentamente, acomodando su cabello dramáticamente.

-Necesito una dama de honor para mi boda, ¿recuerdas? Ella vendrá. - sentencio.

El muchacho iba a volver a hablar, pero la princesa Agnes lo detuvo, metiéndose entre los dos y dirigiéndose hacia la princesa con una sonrisa de fingida inocencia, Gawain le dio una pequeña reverencia y se alejó unos pasos.

-Princesa…- intento hablar.

-Ahora no, Agnes. Estoy hablando con mi guardia real.

-Pero, tengo un anuncio importante que hacerle…- fingió un puchero.

Bevery la observo y le hizo un ademan para que hablara, necesitaba seguir su discusión con Gawain y Agnes no los iba a dejar hasta que dijera lo que tenía que decir.

-Bien, habla.

-Felicidades Princesa, yo también me uniré a su viaje a Tiamat.

(…)