CAPITULO 25

1876 Words
Bevery acomodo la capa en su espalda, por encima de su elegante vestido. La corona aun permanecía en su cabeza, lista para dar la última despedida. Las puertas del castillo se abrieron y todos los aldeanos estaban reunidos ahí para ver una última vez a la princesa de Amaru. Todos aplaudían, le gritaban, incluso había un par de señoras que estaban secando las lágrimas que caían por su rostro. Era una despedida muy emotiva, durante las semanas que Bevery se había quedado ahí, todos los días hablaba con un aldeano diferente y le habían hecho entender tantas cosas que ella había perdido con el tiempo. Siempre iba a estar agradecida con los pueblerinos de Amaru por haberle hecho abrir los ojos hacia las verdaderas necesidades que podían tener la gente del pueblo. Comenzó a caminar luego de darle un último abrazo al rey y la reina, despidiéndose temporalmente de ellos, aun tenían muchas cosas que arreglar. La gente la tocaba, le decía palabras de aliento y le daban fuerzas para poder terminar ese viaje con salud. Su canasta se iba llenando de pedazos de pan, agua, vinos, quesos, leches, y muchos frutos, cualquier cosa que ellos creyeran que podía servirle a la princesa para su aventura, se lo entregaban. Se había ganado el cariño y respeto de toda esa gente y ahora estaban tristes por dejarla ir. -Por favor, recuerda dormir. Debes dormir. - le dijo una mujer adulta, acariciando su cabello dorado. - Siempre tendrás a alguien que cuide de tu espalda, así que duerme bien. - Ella asintió y se dejó abrazar, siguiendo caminando a través de la gente. Dos pequeñas niñas aparecieron frente a ella, sosteniendo una flor entre sus manos. -Para usted princesa- dijo la más grande de ellas, Lucy. Eran las chicas del episodio del bosque, por supuesto que las recordaba y que le estén dando una última despedida era algo muy lindo para ella. -Gracias chicas. - les sonrió. - ¿Ya no me tienes más miedo Olivia? - cuestiono. La menor, que se escondía detrás de su hermana negó con la cabeza. -Ya no, princesa. - susurro. Bevery sonrió victoriosa. -Esa es mi chica. - le guiño el ojo. - ¿Donde está mi príncipe Gawain? Quiero darle unos frutos que encontré en el bosque…- llamo, mirando detrás de la princesa. Bevery encendió cada una de sus alarmas y le quito a la niña ese veneno. -Sera mejor que ya no recojas cualquier cosa que veas en el bosque, Lucy. - informo. - Gawain está por allí atrás, yo me quedo con esto. - señalo. Las niñas la despidieron y corrieron hacia el enorme chico que era despedido por todas las doncellas solteras (y no solteras) del reino. -Ten, deshazte de esto antes que Gawain lo vea de nuevo. - le dijo Bevery a Wave, que caminaba a su lado sosteniendo gran parte de la carga. El chico asintió. Bevery observo como las doncellas aun soltaban suspiros cuando Gawain se reía de su propio chiste exageradamente, como si supiera lo que provocaba su sonrisa. La princesa rodo los ojos, él nunca cambiaria. No era su problema, de todas formas, pero le irritaba y siempre le irritaría verlo en esa faceta que nunca mostro con ella, salvo cuando estaba bajo efectos de ese veneno. -Ciudadanos y ciudadanas de Smaug. - la princesa hablo y toda la atención del lugar se posó en ella. - Vuelvo a repetir, me he enamorado de cada rincón de Smaug y es una ciudad donde cualquier persona puede ser feliz. De todas maneras, he hablado con sus reyes y ahora sé que no es solo lo que se ve por arriba, sino que también ustedes están sufriendo de algunas faltas y que hay un montón de cosas que aún podemos mejorar para sacar adelante a Smaug.- sonrió.- Es por eso que en cuanto recupere mi trono una de mis principales tareas va a hacer darles la vida que todos y cada uno de ustedes merecen.- exclamo.- Sé que cuento con su ejército para la batalla contra Kreston, así que ustedes cuentan con la familia real para cualquier cosa que necesiten.- suspiro.- Y recuerden, volveré…- alzo su mano en signo de heroísmo. Basto solo esas palabras para que la gente enloqueciera y la ovación volviera a empezar, así fue como la princesa de Amaru abandono Smaug. (...) -Recuérdame por qué demonios quisiste venir. - le dijo con un tono agotado Bevery, sobre su caballo, a Agnes, que la observaba con una sonrisa desde su propio caballo. La pelinegro tomo aire. Agnes, Bevery y Sabina eran las únicas que iban montando, los caballos de Agnes y Sabina eran los que además transportaban parte de sus equipajes. Gawain y Wave iban a pie, prestando atención a su alrededor y viendo que nada pasara de alto por su vigilancia. Lo que menos querían es ser incautados ahora que habían salido hace horas del reino, serian el hazmerreír más grande de la historia si no podían proteger a tres chicas. -Lo decidí durante la cena de despedida. - respondió. - Vi que tu equipo se puso algo débil con tu amiguita aquí presente, por lo que decidí ayudar a estos pobres muchachos con el tema de la seguridad de la princesa. - extendió su brazo, señalándola. Bevery rodo los ojos, no le creía ni una palabra de lo que decía. Nunca había confiado en Agnes y sabía que en algún momento haría algo para ponerla en peligro. Pero en el momento cuando dijo que los acompañaría, no había podido negarse debido a toda la gente que estaba escuchando. No sería digno de la princesa de Amaru no aceptar ayuda de parte de la buena guerrera Princesa Agnes. Además, Gawain había estado completamente de acuerdo con la idea de recibir los refuerzos de la Princesa Agnes, él había visto con sus propios ojos la capacidad de la muchacha para pelear y no estaría para nada de mas tenerla junto a ellos para proteger a la princesa. Además, como Bevery había dicho, necesitaba una dama de honor para la boda y tener a la Princesa Agnes para ese puesto era mil veces mejor que tener a Sabina, quien no era conocida por nadie. - ¿Te ha dicho Gawain que si tu vida y la mía están en peligro él no dudara ni un segundo en dejarte morir? - cuestiono. Agnes soltó una carcajada, sorprendida por los absurdos intentos de Bevery de hacerla abandonar la misión. -Lo sé, y también le prometí no meterme en su camino si en algún momento tenía que elegir entre nosotras. - giro su cabeza, para encontrarse con Gawain que escuchaba la conversación algo aburrido. - Además soy más capaz de defenderme a mí misma que tú. ¿Cierto? El chico se preguntaba si así serian esas dos semanas, si tendría que escuchar a las dos princesas pelear de día y de noche. -Gawain. - fue Bevery quien lo llamo. - Dile a la princesa Agnes que ahora soy capaz de defenderme perfectamente sola. - ordeno. Gawain solo pudo suspirar y rodar los ojos. -Sí, su alteza. - mintió. Por supuesto que mintió. Bevery había logrado derribarlo una sola vez. Una sola vez… Todavía estaba muy lejos de poder cuidarse por sí misma, si eso fuera así de fácil, seguramente no habrían venido tantas personas con ellos. Pero si había mejorado, eso no podía negarlo. Pudo ver como la princesa le mostraba infantilmente su lengua a Agnes y esta le respondía de la misma manera. Suspiro y sintió pasar aquella ave azul por encima suyo, hasta detenerse sobre el hombro de la pelirroja. -Blueberry, al fin llegas, pequeño. - dijo Sabina. - Ten, para ti. - le tendió una galleta y el pájaro la recibió gustosamente. - ¿Cómo es que puede encontrarte en cualquier sitio? - le pregunto Wave, sosteniendo el arco sobre su espalda. Sabina lo observo mientras acariciaba al animal. -Se puede decir que tenemos una conexión especial, siempre regresa a mí no importa que. - sonrió. - ¿De dónde viene ahora? - cuestiono la princesa. -Lo mande hasta mi hogar, tenía una carta que anunciaba que me emprendía en este viaje con su alteza. - señalo. - ¿Los extrañas? Sabina quedo unos largos segundos en silencio, mirando un punto fijo en el camino, parecía estar pensando en mil cosas al mismo tiempo. Luego de un tiempo sin hablar, volvió a mirar a la princesa y borro el rostro de angustia que tenía, poniendo una calmada sonrisa. -Por supuesto, ha pasado un tiempo. - respondió. - ¿Usted no extraña al Rey? Bevery asintió, acomodando su cabello. -Sí, no tengo un enorme pájaro azul para comunicarme con él así que ni siquiera debe saber si estoy viva o no.- contesto. - Pero si, lo echo mucho de menos. - confeso. Los siguientes kilómetros fueron bastantes tranquilos, llegaron rápidamente hacia el centro del bosque, donde buscaron un buen lugar para poder prender un poco de fuego y pasar la noche. Sabina fue la encargada de cocinar un poco de sopa para todos, que se reunieron alrededor de la fogata que Wave había prendido para que todos sintieran un poco de calor antes de dormir. -Esto esta sabroso. - dijo Bevery. - Gracias Sabina. - le regalo una sonrisa. Sabina daba saltos en silencio después de haber recibido semejante cumplido de la reina. Gawain asintió en silencio, todavía no estaba de acuerdo con la presencia de la chica en su grupo, no aportaba nada a nadie y era una carga para Wave y él. Pero Bevery se había encaprichado con que quería traerla, así que no podía hacer nada. Como siempre, ella ganaba y él perdía. Preparo las mantas que le habían dado en el castillo para que su alteza pudiera dormir lo más decente posible, aunque se encontraban en el medio del bosque. Una vez que habían terminado todos de comer, la ayudo a acomodarse. - ¿Además de guardia eres mi doncella real ahora? - se burló, alzando una ceja mientras que Gawain la tapaba. -La princesa debe dormir como la realeza debe. - respondió, no podía simplemente bajar sus defensas y tratarla como siempre lo hacía con Agnes y Sabina alrededor. Y eso lo ponía de mal humor. Si había accedido a que Agnes viniera con ellos, incluso él fue quien indirectamente se lo propuso. Pero esta parte del trato no le gustaba para nada. - ¿Por qué esa cara? - cuestiono la princesa. - ¿Ya extrañas a todas esas chicas que aun lloran por tu partida? Tranquilo, en Tiamat encontraras mas. - rio. Gawain rodo los ojos. -Esta vez es mucho más diferente a la vez en la que escapamos de Amaru, ¿no? - cambio de tema. Bevery asintió, la primera vez había sido todo un dolor de cabeza el no tener nada para sobrevivir. -Incluso te apuñalaron… Y yo perdí mis joyas. - se quejó. -Ahora incluso traes corona. - señalo. -Si… esta vez será mejor. Todo saldrá bien. - dijo cerrando sus ojos, dejando a su cuerpo dormir tranquilo. Gawain sonrió y acaricio el rostro de la chica. -Si… Todo saldrá bien. - suspiro. Eso esperaba. (...)
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