-2-

1092 Words
Agosto 2017 -Debemos parar, Nati- Mónaco estaba sudado y agotado, acababan de tener sexo por segunda vez en el día y empezaba a sentirse hambriento, ella le sonrió mientras recogía su despeinado cabello con una liga rosa, su piel estaba colorada debido a el baño de sol que habían tomado desde que iniciaron esa alocada aventura que comenzó en su ciudad de origen, Avonado. Ahora, a tres estados de distancia y miles de kilómetros separándolos de su hogar natal, ellos viajaban en la vieja van que habían hurtado y que al parecer aún no había sido denunciada por nadie. Ella se acomodó la camiseta sobre los senos desnudos- Natalia, te estoy hablando- insistió él cerrando su pantalón. -¿Qué?¿No hemos parado ya?- dijo burlona sacando un cigarrillo de la cajetilla. -No hablo de… eso- dijo él exasperado, su rostro picaba, el vello facial no era su mejor amigo- Habló de todo. Quiero volver a casa- aclaró haciendo que su chica se sorprendiera. Ella tenía ojeras moradas y había perdido un par de kilos, sus shorts le quedaban un poco grandes, sin embargo no estaba mal, se sentía feliz y libre a la vez. -¿De qué hablas, cariño?- preguntó ella confundida, él encendió la camioneta y Natalia masajeó su muslo- ¿Bebé?¿A qué quieres volver? -No lo sé- admitió él mirándola con los ojos cargados de lágrimas, ella no pensara que fuese para tanto- Pero no quiero seguir así, no quiero continuar. El silencio inundó la camioneta sucia y maloliente que habían adaptado en el camino para vivir, la sacaron de un estacionamiento viejo y olvidado y fue un privilegio que nadie los cachara porque podrían estar en ese momento en la cárcel. -Cuando hablas de volver… ¿Te refieres a qué realmente?- preguntó Natalia con voz temblorosa entendiendo el mensaje escrito entre líneas. -A volver y… Alejarnos. No quiero seguir contigo, Natalia. No puedo hacerlo, lo siento- ella lo miró con los ojos muy abiertos. Mónaco era toda la estabilidad que ella tenía en ese momento y justamente eso no era demasiado pero se había acostumbrado. Volver a casa implicaba volver a ver a su bipolar madre envuelta en una nube de calmantes y anti psicóticos que la hacían más un zombie somnoliento que una mujer de cuarenta años. Volver quería decir compartir de nuevo horas aburridas con su padre quien después de encontrar a su actual novia de veintiseis años había recordado lo que era sentirse un adolescente y prefería tener sexo alocado por todos lados que compartir unos minutos de paz mutua junto a su hija. Volver significaba ser bienvenida por la suciedad y las ratas de la casa en la que había crecido, las ratas que figurativamente también representaban a su familia. Ella no podía permitirse hacerlo. -¿Me estás dejando, Mónaco?- preguntó con voz neutro aún cuando ella quería gritar, Natalia deseaba romper en llanto, suplicar, implorar de rodillas si era necesario que no la dejara, que no se separara de ella, que no le hiciera sentir una mierda dejándola a solas con su oscura realidad. -Tú y yo tenemos destinos separados- él hizo una mueca mirando a su regazo. Sorprendido sintió el dedo de ella en su barbilla con brusquedad. Alzó la cara mirando a sus ojos furiosos. -Cuando vayas a dejar a una mujer, levanta la cara y hazlo como un hombre, no como un maldito imbécil, Mónaco- dijo con voz ronca, estaba a punto de llorar y no se daría el lujo de hacerlo ahí, en la orilla de una carretera a las tres de la tarde de un jueves. Al menos la radio los mantenía conscientes de tiempo y espacio. - Dime que no me amas y que por eso quieres dejarme- lo único que pedía era sinceridad, era lo menos que se merecía luego de haber convivido cinco meses con una persona. Él negó con la cabeza. -Nati, no hagamos esto- pidió- Sólo…Volvamos en silencio y cuando lleguemos, ya sabes, cada quien toma su rumbo. Debemos deshacernos de esto- señaló la van y ella lo miró furiosa, se estiró entrando a la parte trasera de la van- Natalia, te estoy hablando- dijo él mirando sobre su hombro, ella tomaba su gran bolso y revisaba que todas sus cosas estuviesen dentro, guardó lo mínimo que dejó regado, lo demás bien podría él meterselo por el culo- Bebé, yo--- Natalia se enderezó y le dio una fuerte bofetada en el rostro, golpe que lo hizo ver estrellas, ¡Vaya! Si él se sentía débil, ella no lo estaba ni un poco. -No vuelvas a llamarme así, maldito bastardo, y ojalá caigas en un barranco para no verte de nuevo- se bajó de la van y Mónaco la miró sorprendido, tardo un par de segundos en reaccionar, bajó del asiento del conductor. -¡Natalia!¡Sube, por favor!- pidió mientras ella cruzaba la desolada calle. Era una sola vía de dos carriles contrarios que unía un estado con otro. Nada más que camioneros y uno que otro carro particular pasaba por ahí cada cierto tiempo, es por eso que ello se habían detenido a tener sexo. ¿Y ella pensaba bajarse y quedarse sola en la calle?¡Eso ni hablar!- Natalia, no seas orgullosa. Vamos, te llevaré. -Vete de aquí, Mónaco, de una buena vez- dijo realmente molesta- Puedo estar sola, siempre pude y siempre podré. Sonaba segura, o eso pensaba, pero la verdad es que dejó de mirarlo y empezó solo a caminar mientras abrazaba su almohada e intentaba que sus saladas lágrimas no fuesen vista por aquel hombre que ella pensaba amar. -¡NATALIA!- gritó de nuevo Mónaco, no la dejaría ir así sin más. Caminó detrás de ella y se giró furiosa. -¡HE DICHO QUE TE VAYAS YA!- las venas en su cuello resaltaban. Natalia tomó grandes piedras del suelo sin importarle lanzar sus cosas y su almohada a la arena, las grandes rocas cruzaron junto a la cabeza y los pies de Mónaco quien corrió a la van a esconderse- ¡ARRANCA DE UNA PUTA VEZ SI NO QUIERES QUE TE APORREÉ HASTA MORIR PARA QUE TAMBIÉN SEAS EL CULPABLE DE MI FUSILAMIENTO!- recogió otra lluvia de misiles y un desesperado y lloroso Mónaco luchaba con el viejo motor del 81 para que encendiera. Se alejó sin ver atrás, en especial porque le daba miedo lo que Natalia hiciera. Pero ella rompió en llanto viendo la arena alzarse cuando la van arrancó. Estaba sola, perdida y lejos de todo. 
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD