Tic Tac

15

Regañado

Ethan llevó a Connor a su habitación con una expresión que habría congelado a sus compañeros de batallón.

Cuando salió de la academia militar, solicitó voluntariamente ser asignado al regimiento que estaba desplegado en Italia para conocer la realidad del campo de batalla. Por dos años estuvo en combate y vio muchas cosas por lo que podía reconocer la expresión de las dos hermanas. Ya estaba en alerta cuando las escuchó hablar en cuatro idiomas o el ver sus modales, pero la frialdad al negar un embarazo derivado de su primera experiencia s****l y el que el hombre responsable se hubiese corrido dentro de ella, era la actitud de alguien priorizando su seguridad y la de su hermana.

Eso solo le mostró al joven que esa joven no se dejaría controlar ni le importaba su propia seguridad mientras su hermana y ella no fueran atrapadas. Su instinto de supervivencia estaba activado. La sobrevivencia en el campo de batalla era lo único que quedaba cuando todo lo demás se había perdido. Esos eran los soldados más despiadados y los más eficientes a la hora de enfrentar la muerte ya que deseaban desesperadamente vivir.

Cuando fue designado como escolta de su amigo y compañero de estudios y enviado de regreso a Inglaterra, pensó que el príncipe había madurado como él, pero se encontró con un adolescente en un cuerpo de hombre. En cuanto a la madurez, esa jovencita estaba a años luz del hombre que estaba llevando a rastras.

Ethan abrió la puerta y entró con su amigo a la habitación y lo sentó en el sillón en el que acostumbraba a leer.

- ¿Que mierda te pasa? - exclamó, temblando de rabia.

- ¿De qué hablas? - le preguntó Connor aturdido.

- ¿Cómo puedes ser tan imbécil? - dijo frustrado - ¿No puedes ver que la asustaste?

- ¿Qué querías que hiciera? - exclamó - Acabo de enterarme que está embarazada. Es un desastre, padre va a matarme y ella se atrevió a golpearme.

- ¡Lo tienes merecido, tarado! - exclamó Ethan - Estás tan preocupado por tu propio trasero que no ves lo que le has hecho a ella. Está escapando, te lo aseguro, está tratando de sobrevivir con su hermana a cuestas y, a pesar de todo, te ayudó sin saber que ibas a tomarla como un perro en celo. La desvirgaste, ni siquiera fuiste hombre para disculparte y ahora sales con que vas a llevarla como parte del equipaje porque se embarazó de tu hijo. - Connor no supo qué decir - Sabes lo que harán con ella una vez que nazca el bebé, no podrás protegerla ni a ella ni a su hermana. Ha sobrevivido todo este tiempo escondiéndose en las sombras para poder estar a salvo y tú la llevarás a un nido de víboras aún peor.

Ethan se paseó de un lado a otro.

- ¿Te preocupa tu padre o George? Tu maldita polla estará a salvo, pero ellas y el bebé no lo estarán... Conoces a tus amantes, no la dejarán vivir si sabe que una sirvienta lleva a tu bebé ¿Olvidas a la condesa? ¿La trampa que te puso? o ¿La marquesa, la duquesa, las dos hijas del marqués? Todas querían lo que le diste a ella.

- Estaba drogado... - comenzó a decir.

- ¡Esa no es excusa! Lo que hiciste deberás asumirlo o déjala ir. Te aseguro que ya está planeando escapar después de lo que le dijiste.

- ¿Cómo quieres que me desentienda de un niño que sé es mi hijo? - preguntó, desesperado.

- Como es tu hijo, ¿Qué futuro quieres darle? El hijo bastardo de una sirvienta o tu hijo legítimo.

- Es una sirvienta...

- Sabes que no lo es, Connor...

- No puedo darle la seguridad que dices... Ni siendo el segundo príncipe podré protegerla si quieren dañarla. Aunque me case sigue siendo una sirvienta.

- Entonces hazte más fuerte o déjalos ir. Es preferible que la dejes libre para que pueda conocer a un hombre que pueda cuidarla y al bebé. Al ver cómo cuida a su hermana, es obvio que el niño estará bien...

- Pero será un plebeyo...

- También lo será como bastardo y sufrirá más sin su madre. Ella le dará una buena vida.

- Sin su padre...

- Si te importa, si... Si no puedes cuidar de la madre, no lo mereces.

- ¿Por qué la defiendes tanto?

- Porque es una noble tratando de sobrevivir, no es una sirvienta. Te ayudó a pesar de estar pasando por algo que no puede decir. Conozco su mirada, la he visto en el campo de batalla.

- No sé que quieres que haga...

- No importa lo que yo quiera, es tu decisión, pero cuando la tomes piensa que tienes la vida de tres personas en las manos. Tienes el poder de hacer lo correcto por alguien que no seas tu. Eres parte de la familia real. Toda Inglaterra confía en ustedes para gobernar, pero tu debes confiar en ti y en lo que harás como Connor, no como príncipe. Decidir a quien quieres tener a tu lado, que te respete y valore por ser sólo tú.

- No puedo decidir eso ahora...

- Elige al primero, alguien que te extienda la mano al caer sin saber que eres un príncipe.

- Ese fuiste tú... - le dijo sin dudar.

- Perfecto, ahora ya sabes qué buscar. Descansa... Vendré a buscarte en un rato.

- Gracias...

- Estoy aquí, pero no seas un idiota con gente que vale la pena.

- Lo tendré en mente...

Ethan sonrió antes de abrir la puerta y dejarlo solo.

Connor cerró los ojos y suspiró. Estaba asustado frente a esta nueva realidad. Cuatro pisos más abajo estaba la mujer que llevaba a su bebé y no sabía qué hacer. Por primera vez sintió el peso de las situaciones que lo rodeaban y que necesitaba aprender... Ahora iba a ser padre...

Tenía que tomar una decisión.

Reunión Al Anochecer

Amélie se cubrió con una capa y salió por la puerta trasera. Rodeó la edificación en silencio evitando al sirviente de guardia de noche, tenía que salir para reunirse con su contacto.

En la mañana había encontrado la señal en el arbusto cercano a la reja que separaba la mansión de la calle, la que indicaba que algo pasaba y debían verse en persona.

La joven caminó por el sendero de piedrecilla hacia la salida. Abrió la reja con suavidad y salió. Lo que no vio es que un hombre la seguía a una distancia prudente. Llevaba una amplia capa negra con capucha.

Amélie miró hacia atrás en caso de ser seguida por lo que el hombre se escondió en una saliente para no ser descubierto. Cruzó un par de calles y se dirigió hacia una fogata prendida en una esquina donde un hombre vestido como sans-culotte y otras personas bebían y cantaban alrededor de ella.

El hombre que la seguía observó cómo el hombre le entregaba algo y hablaban unos minutos antes de que la joven se despidiera y se marchara de regreso a la embajada. El encapuchado avanzó frente a ella y la chocó intencionalmente.

- Disculpe... - le dijo ronco escondiendo la mano bajo la tela.

- No se preocupe... - le dijo la joven - Iba distraída. Buena noche.

- Buena noche, Mademoiselle.

La joven caminó a pasos apresurados, alejándose de él hasta doblar en la esquina, lo que el encapuchado aprovechó para girar y seguirla de regreso después de ver que el hombre con el que había hablado junto a la fogata también se había marchado.

El encapuchado la siguió de regreso y permaneció cerca de la reja hasta que la joven bordeó la edificación. Instantes después, otro encapuchado se aproximó a paso rápido.

- ¿Y bien? - preguntó Connor descubriendo su rostro y entrando a la embajada. Era quien la había seguido.

- El hombre se subió a un carruaje dos calles más lejos. Sin emblemas. Iba en dirección a faubourg Saint-Germain.

- El nuevo barrio de nobles... - dijo Connor sacando el papel que extrajo de la joven al chocar con ella.

- ¿Todavía haces eso? - preguntó su amigo sorprendido.

- Era la forma de quitarle las llaves al Chambelán o a la jefe de sirvientes... - Connor soltó una risita.

- Qué vergüenza, alteza. - dijo negando con la cabeza.

- ¿No debemos aprender de todos los oficios? - preguntó, burlón.

- No ese...

Connor se rio y abrió la nota para leer su contenido. La misma letra del anterior mensaje, escribió:

"Ils sont allés au couvent. Quitter la France"

(Fueron al convento. Salgan de Francia)

- Te lo dije... Las están siguiendo. - le dijo Ethan.

- Vamos... Descansa un poco.

- ¿Qué vas a hacer? Tenemos que volver a Inglaterra pronto.

Connor avanzó a la edificación sin contestar.

De verdad estaba demasiado confundido para responder o hacer algo.