Tic Tac

45

¿Dos tutores?

Rose había permanecido en la habitación que se le asignó junto a la de Zoe para evitar rumores innecesarios debido a que George y ella eran solteros.

Su hermano le trajo ropa para cambiarse por lo que vestía un bello vestido de interior que dejaba descubierto su hombro lastimado y su brazo. Bea la estaba ayudando en las tareas básicas, pero Rose era bastante independiente como Amélie.

Llevaba algunos horas en clases con Zoe en el salón privado de Connor y ambas estaban lado a lado revisando unos libros con constelaciones. Los estaban dibujando en papeles de manera individual y estaban preparando una aventura nocturna en el jardín para buscarlas en el cielo. Bea las observaba con curiosidad.

- ¡Tú también irás, Bea! - dijo Zoe entusiasmada.

- Ya preparé una gran manta y bocadillos, mi señorita. - le dijo contagiada por su alegría.

- Agrega capas por la brisa nocturna... - pidió Rose.

- Iré de inmediato, lady Rose... - dijo saliendo del salón con rapidez donde se encontró con George.

- Alteza. - le dijo inclinándose para saludar.

- Vine a ver a Lady Zoe, no está en su habitación... - le dijo a la niñera que la cuidaba.

- Lady Zoe está con Lady Rose preparando una salida de estudio nocturna al jardín, alteza.

- ¿Salida nocturna? - repitió con una ceja alzada.

- Van a ver estrellas, alteza

- Entiendo... No las molestaré. - le dijo girando para regresar a su ala y Bea se inclinó antes de ir a preparar lo solicitado.

Las Estrellas Muestran El Camino

Después de la cena y que el rey y los demás se retiraron a sus habitaciones, Rose y Zoe se prepararon para salir al jardín. Connor y Ethan fueron informados, pero ambas le pidieron que no le contaran a Mel ya que aún estaba preocupada por sus heridas. Ambas aseguraron que estarían en un lugar a la vista en el jardín que rodeaba el ala de los príncipes, acompañadas por Bea en todo momento.

Querían hacer esa aventura juntas y se veían tan entusiasmadas que ni siquiera Ethan pudo negarse. Sólo Connor puso como condición que uno de los escoltas del ducado las acompañara, solo como protección.

Con el acuerdo hecho, las jóvenes salieron hacia el jardín y Bea preparó todo lo que mencionó: Una gran manta, bocadillos y chocolate caliente. Estaban en un sector lo suficientemente alejado de la edificación para que las luces del palacio no ocultaran las estrellas, pero aún a la vista como prometieron.

Ambas prepararon sus papeles y se recostaron en los mullidos cojines envueltas en las capas mirando el cielo. Bea se puso de rodillas en una esquina de la manta mientras el escolta las miraba divertido.

- ¿Sabe de estrellas, Sir Mateo? - preguntó Rose girando la cabeza para observarlo.

- Me temo que no, Milady... Solo lo básico para no perderme...- les dijo y las jóvenes rieron.

- Entonces está clase nos servirá a todos... - dijo Rose decidida - Cada grupo de estrellas tiene nombre, generalmente basadas en héroes mitológicos. En el verano podemos ver a Acuario, Capricornio, El Cisne, El Águila, Lira o Sagitario. Sobre nuestras cabezas está el Triángulo de verano, formado por tres estrellas: Vega en Lira, Deneb en El Cisne y Altair en el Águila ¿Pueden verlas?

- ¡Wow! La veo. - exclamó Zoe indicando hacia el cielo y todos la siguieron.

- ¡Felicitaciones, mi señorita! - felicitó Bea a la niña. Cada día se encariñaba más con ella.

- Se pueden ver veinte constelaciones en verano, pero las más claras son: Pegaso, Acuario, Capricornio, El Cisne, La Lira, El Águila, La Zorrilla y Sagitario - continuó Rose - Hoy trataremos de encontrar al Cisne, el águila y la lira que están cerca del triángulo de verano.

- ¿Puedo acompañarlas?

La voz grave de George las sobresaltó y miraron hacia atrás donde el joven estaba de pie vestido con ropa de descanso y una gabardina. El escolta ya lo había visto y saludado en silencio cuando lo vio llegar.

- ¿George? Lo siento ¿Hicimos mucho ruido? - preguntó Rose preocupada, sentándose.

- No, sólo quise venir a tu clase. - le dijo, recostándose junto a Zoe, quien quedó entre ambos - Sabes que me gusta la astronomía.

- ¿En serio, alteza? - preguntó alegre Zoe volviendo a su posición acostada.

- Cuando tenía tu edad, tenía un tutor de astronomía. Aunque estaba para enseñarme la influencia de ellas en la navegación y en la agricultura junto a las mareas y la luna, me llevó a ver constelaciones como lo haces ahora y lo disfruté mucho. - le explicó el joven a la niña.

- Padre prometió enseñarme, pero no hubo oportunidad... - dijo con una expresión triste - A veces me mostraba algunas desde la ventana de la habitación donde me hacía clases, pero era muy pequeña, casi no lo recuerdo...

Rose vio como su rostro se apagó y era lo que no quería. Por Ethan había escuchado que los padres de las princesas eran nobles que habían sido arrestados y ejecutados durante la revolución y que Zoe había estado en prisión con ellos a una edad temprana hasta que Amélie pudo reunirse con ella después.

- Entonces su alteza y yo le ayudaremos a terminar tu formación ¿Está bien? A él le gustará.

- Si, yo también lo creo... - intervino George - Puedo ayudarte con lo que necesites.

- Padre hablaba italiano muy fluido, inglés. Por mamá, aprendimos alemán. Mel dice que era muy bueno en el uso de la lógica, la gramática, la retórica, la geometría y la astronomía. Tenía unos conocimientos históricos y geográficos impresionantes. En mi habitación tenía el atlas que el mismo diseñó. Me gustaba mucho.

- Vaya, era un hombre muy ilustrado... - elogió George - Es bueno que estés orgullosa...

- ¿Entonces por qué todos parecían estar enojados con él? - preguntó más para sí que para los jóvenes.

- Tal vez la gente no entendió lo que él quería para su gente... - dijo George con cuidado - A veces es difícil darles el gusto a todos, aunque seas el señor... Hay que pensar en el beneficio de la mayoría en vez de lo que desean unos pocos, sobre todo los más débiles y quienes no pueden defenderse. Si tienes poder y recursos, es tu labor usar esa posición por quienes no la tienen. El escucharlos es la única manera de poder hacer grande tu casa y tu territorio. Posiblemente no podrás hacer todo por ellos, pero puedes dar el primer paso...

Quienes lo escuchaban se quedaron quietos con una expresión de admiración en el rostro. Había hablado el príncipe heredero, el hombre quien se convertiría en el próximo rey de Inglaterra y sus palabras infundieron orgullo y confianza en sus súbditos.

- El señor no podrá hacer todo, pero debe dar las condiciones para que su gente pueda actuar y hacer algo dentro de sus posibilidades. Si les das todo, la gente se vuelve perezosa y descuidada. Tu trabajo es lograr el equilibrio. - continuó.

- Hablas como papá, aunque él no confiaba en que la gente hiciera las cosas. Decía que algunos de ellos sólo querían llenarse los bolsillos y no trabajar... - dijo Zoe mirándole.

- Eso pasa en todos lados. Siempre habrá alguien que querrá aprovecharse del sistema. Tienes que rodearte de buenos asesores y cortar la mala hierba que no aporta...

- ¿Puedo matarlos? - preguntó la joven y George se rio al darse cuenta de que había hablado de manera inadecuada ante una niña pequeña.

- La idea no es matarlos. Si los matas a todos no habrá nadie para trabajar. - se explicó el príncipe - Me expresé mal. Quienes no ayudan o sólo quieren enriquecerse hay que sacarlos de inmediato para que no pongan las manos en el dinero o la información ¿Sabías que tus conocimientos también son poder? Mientras más aprendas y estudies, podrás darte cuenta de si las personas que dicen conocer esos temas cuando se acerquen a ti, realmente lo manejan o sólo se están aprovechando. Además, con los conocimientos podrás tomar mejores decisiones.

- ¿Te olvidas de que somos mujeres? - le recordó Rose - Una mujer demasiado inteligente o independiente es inmediatamente aislada. Te lo digo de primera mano.

Rose Abernathy, fue formada desde temprana edad en temas a las que las mujeres no tenían acceso: administración, geografía, esgrima, equitación, entre otros. Su padre, un militar de años, un hermano, sólo contribuyeron a la perspectiva de que debía defenderse y poder funcionar si ellos debían ir al campo de batalla.

- Eso es verdad, nuestra sociedad aún mantiene una mirada anticuada con respecto a nuestros roles, pero creo que Amélie y la siguiente generación de damas nobles podrían generar cambios.

- Eso sería lindo de ver... - reconoció Rose con una sonrisa y George la miró con una expresión extraña.

- ¡Entonces tengo que estudiar mucho! - exclamó Zoe motivada y los jóvenes se rieron.

- ¡Vamos! - dijo Rose divertida - Sigamos con la lección...

En el transcurso de la lección, con los jóvenes recostados en mullidos cojines mirando el cielo estrellado junto a Zoe y bebiendo chocolate caliente y bocadillos, fueron encontrando las constelaciones y George fue contando las historias de las mismas asociadas a los mitos romanos o helénicos como la constelación de Acuario que hablaba de Ganímedes, el hijo del rey Troya en la mitología griega, un hermoso joven troyano que llamó la atención de Zeus, lo que llevó al dios a disfrazarse de águila (representada por la constelación de El Águila) y llevarlo al Olimpo para servir como copero a los dioses. En esa explicación, George también agregó que cerca de la jarra de acuario había una estrella especial llamada Sadalmelik, una estrella afortunada, ya que en árabe significa «suerte del rey» o «suerte del reino»

Rose agregó a la explicación que la estrella más brillante de acuario era Sadalsuud, una de las estrellas afortunadas junto a Sadalmelik, ya que en árabe significa «Afortunado de los afortunados» y estaba situada sobre el hombro izquierdo del copero.

Zoe se quejó de que le costaba ver las figuras si solo veía puntos y líneas en los dibujos preparados por lo que George tomó la hoja de Acuario y dibujó al copero de los dioses. Cuando terminó la niña levantó la hoja al cielo y la comparó.

- ¡Ahora puedo verlo! - exclamó - Mira Bea, Sir Mateo, el copero está en el cielo.

Ambos adultos miraron el dibujo y luego al cielo y asintieron emocionados.

- ¡Tiene razón, mi señorita! - exclamó Bea - Lo veo.

- Gracias... - murmuró Rose con una sonrisa al joven acostado a su izquierda y George se sonrojó con el corazón latiendo a toda prisa.