40

874 Words
Corazón Desbocado George vio como su padre y los demás se acercaban preocupados por el corredor en tanto el médico revisaba a Rose al interior de la habitación. - ¿Cómo está? - preguntó el rey. - El médico la está revisando... - les informó - Las mujeres están en los calabozos. No entiendo... Agredir a la familia real y a otra noble... - La agresión fue por mi...- dijo Connor. - ¿Tus amantes? - dijo George apretando el puente de la nariz - Que desagradable. La puerta se abrió y el médico salió, pero se quedó quieto al ver a la gente reunida y el rostro de Zoe. - ¿Majestad? – preguntó. - Necesito que revises a Lady Zoe y a la duquesa. Las personas que atacaron a Lady Rose también las golpearon. - Oh, mi... - dijo inquieto - Lady Rose ya ha sido tratada. Limpié la herida del pecho y puse medicina. Tiene golpes en el torso y en su brazo izquierdo. - Llevaré a la duquesa y a mi cuñada a la habitación. - dijo Connor. - Hablaré con Rose para tener más detalles de lo ocurrido. - dijo George - Permanecerá en el Palacio. - Ethan quédate con tu hermana. Si necesita cambios de ropa o algo del marquesado, usa el carruaje del ducado. - pidió Connor. - Sí, alteza. - le dijo el joven agradecido. - Una vez que las damas sean revisadas, vayan al despacho. Hablaremos con el marqués y emitiré una decisión. - dijo el rey alejándose por el corredor. - Vamos, cariño... - le dijo a Amélie quien miró a George. - ¿Puedo visitar a Rose? - le preguntó. - Por supuesto. - dijo el joven sorprendido - No debe ni siquiera preguntar. Ustedes se han vuelto cercanas y les hará bien la compañía de la otra. - Gracias, alteza... - dijo Mel y George sonrió. - George... Háblame cómodamente. Eres la esposa de mi hermano y llevas a mi sobrino... Somos familia... Lamento el mal comienzo... Estaba preocupado por mi hermano... No te conocía y ya has visto el gusto desastroso que tenía antes de conocerte a ti. - ¡Oye! - se quejó Connor cuando escuchó que su esposa y Martha se reían bajo. - Vamos, Zoe... - dijo Connor cargando a la niña - Protege a tu cuñado de esos comentarios maliciosos... - No puedo... De verdad están locas. Mira mi rostro... - dijo con honestidad y Mel se rio siguiéndoles por el corredor apoyada en Martha con el médico a su lado. - ¡Zoe! - exclamó Connor fingiendo estar ofendido y la niña se rio. George suspiró al ver al grupo para luego mirar al joven a su lado. - Entra... Querrás verla. - Gracias, alteza. - Ethan, nos conocemos desde que usamos pantalones cortos. - le dijo George palmeando su hombro - Podemos tratarnos por nuestros nombres en privado. No eres un soldado, también eres un noble. Serás un marqués cuando tu padre se retire... - Esperemos que quede mucho tiempo para eso... - reconoció, divertido. Cuando Ethan entró, vio a su hermana acostada apoyada en varias almohadas con el cabello trenzado vestida con un camisón y una manta para cubrir su cuerpo, pero se podía ver la herida que atravesaba desde el hombro hasta la mitad del pecho y el brazo izquierdo con el una gran marca. Bea se inclinó y se retiró con educación. - Me retiro, alteza. Llámeme si Lady Rose necesita algo.- George asintió. - Rose... - le dijo Ethan sentándose a su lado - Fuiste imprudente... No puedes arriesgarte sin ver los peligros... - Todo fue muy rápido. Golpearon a Zoe e iban a pegarle a Amélie... - Fuiste muy valiente, Rose. - le dijo George - Te lo agradezco a nombre de mi hermano y su familia - Solicito que te quedes hasta que podamos asegurar tu salud y bienestar. - Alteza... Puede haber malentendidos al quedarse en el ala del príncipe heredero. Es un caballero soltero. - Haré los arreglos para trasladarla a una habitación cerca de la duquesa y pediré a Martha que asigne a Bea para que le ayude mientras se queda en el palacio ¿Eso está bien para usted, milord? - No quise ser irrespetuoso, alteza. - dijo Ethan - Mi padre está en Italia y soy el responsable de mi hermana menor en su ausencia. - Le pido que permanezca con su hermana hasta que podamos mudarla al ala de Connor... - dijo George - Me retiro para ver a padre y gestionar a los culpables de esta agresión. - Gracias, alteza. - dijo Rose inclinando la cabeza. - Es mi trabajo, Milady. - le dijo esbozando una sonrisa antes de salir de la habitación. Rose suspiró, viéndolo marchar. Su corazón latía a gran velocidad y no supo reconocer la razón, pero cuando recordó su amplio pecho y su respiración agitada mientras la cargaba con una expresión tensa y preocupada, se aceleró aún más. Esa imagen entibió sus mejillas haciéndola sonrojar. - Hermana, estas roja ¿Tienes fiebre? - No. - le dijo cubriendo su rostro. ¿Qué estaba pasando? Debía ser un error, él estaba comprometido ¿Su corazón se aceleró por George?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD