Pequeña Consecuencia

Café y la radio me acompañan al "trabajo", papá insiste en que forme parte del negocio. No hago gran cosa, sólo estoy ahí firmando papeles que nunca leo y asistiendo a reuniones en las que nadie desea mi presencia. -Llegas tarde Sofi -dice papá- tenemos reunión tu y yo. Entrar a la oficina de papá no era buen signo de nada, papá suele ser demasiado cruel y frío aún cuando soy su hija. Su oficina es demasiado estéril: azul con blanco y sillones negros, el suelo no mejora el aspecto de esta triste oficina y en su escritorio solo tiene una triste foto mía. -Estás en la prensa -dice frotándose la sien, está harto de mí- por otro escándalo tan cotidiano que me parece una queja de tus profesores, Sofia quiero que entiendas que la situación no puede seguir así ¿cómo pretendes que le diga a mis socios que eres una persona seria y responsable? ¡Ay no! Otra charla sobre comportamiento y buenos modales, Sofi no funciona para eso, no nací para sé si orgullo y para mala suerte de él soy su única hija. Yo nunca voy a casarme ni a formar una familia ni a... Vomitar, eso he hecho toda la semana, vomitar como la primera vez que me emborraché. Seguramente el café me está haciendo daño o algo de lo que comí ayer. -¿Sofi? Un segundo más, ya sé que he depositado todo mi café y ácido gástrico en tu bote de basura pero de verdad necesito echar todo, estoy segura de que es por haber tomado café sin acompañarlo con una galletita o algo. -Lo lamento, he estado enferma toda la semana -digo limpiandome la boca con un pañuelo- he devuelto el estómago diario, supongo que es culpa de mi dieta. Eso es cierto, estoy siendo sincera con papá, algo muy raro debe estar sucediendome. -No estas enferma -asegura- tu mamá estaba así cuando nos enteramos de tu llegada a nuestras vidas. Bueno, esa es la diferencia, yo no ando por ahí esperando tener un hijo y nunca lo haré, te lo juro. No pienso por nada del mundo traer a una mini yo o un mini yo al mundo. -Que cosas dices papá... -alego- yo no haré eso en un rato, espero poder enderezarme para entonces si es que algún día sucede. Buena broma, por cierto, no sabía que tuvieras sentido del humor. De seguro cuando mamá se embarazó tú ni siquiera supiste hasta que ella me tuvo en brazos. -Ni una fiesta mas y te veo en casa para cenar -dice con las cejas casi juntas- y por amor a Dios, evita el escándalo doce horas. Salgo de ahí como bala, debo comprar una prueba, no es nada seguro, yo no puedo estar embarazada, eso no le pasa a las personas como yo. Eso no debe pasarme a mí jamás. *** Positivo, después de no presentarme en la empresa voy a llegar a casa con una prueba que dice "Positivo". Seguramente me van a quitar la mitad de mi herencia como mínimo, no tengo ni la menor idea de quién es su padre, estaré frita. Cenamos mientras papá habla de la competencia y yo pienso en lo terrible que es esto, no tiene papá y su madre (Yo) no lo quiere, no merece vivir así. El mundo es cruel, para qué traer a un bebé y dejarlo sufrir de esa manera, bueno, ya sé que es mi culpa pero aún así, él no lo merece. Corro a vomitar en el baño de la cocina, a duras penas llegué pero lo hice, me levanto y tomo la  bolsa pero por desgracia se cae y la prueba queda al descubierto. Mi madre está a lado de mí así que mira todo, va a entrar en crisis. -¿Sofi? -pregunta mamá- ¿estas...? Sí, fue un accidente, ya sé que es mi distracción. -Eso parece -digo- quiero decir... Si. Bueno ya, me pueden castigar como cuando me acababa los chocolates que venían desde muy lejos, aceptaré mi castigo con la frente en alto, no me queda de otra. -¡¡Sofía Summers!! -grita papá. Y ahora estamos en el sofá como cuando sorprendían a sofi besando chicos en el garaje aunque en ese caso no me habían hecho un bebé y al menos conocían el rostro. -Un hijo -dice casi desmayado mi pobre padre- ¿de quién? Pues mira, solo un género es capaz de aportarme la semilla para tener bebés así que debes saber que es hombre pero no tengo ni idea de quién es. -No lo sé -digo- no sé con quién pasó o cómo pasó. Bueno, el cómo sí, es lógico pero no exactamente el lugar o la fecha en la que sucedió. -Bueno -dice mamá- voy a tejer cositas para él y lo vamos a querer mucho. Con tejer se refiere a ir a una tienda de maternidad y vaciar la tarjeta de crédito. Ir de compras es su deporte favorito aunque nadie lo considera deporte. -Maggie -dice papá- el bebé será un escándalo. Nos interrumpe una muchacha del servicio para informarnos que mi papá es solicitado por el subjefe de recursos humanos. Un bobo que trabaja en su empresa ganando un sueldo bajo. -Dile que pase -dice y él pasa- bienvenido. Tan obediente el muchacho. -Sólo traigo los informes -dice- Mayers debió de traerlos pero él es el jefe asi que me gobierna a mi. Sí, bueno no necesitamos toda esa explicación larga y aburrida. Puedes regresarte por tu camino, nadie te va a juzgar. -Siéntate -ordena papá- tengo un trato para ti demasiado atractivo. Pues ni idea de qué sea pero yo sigo en espera de un regaño así que para nada me molesta ver la clase de trato que harán, tal vez me vuelva buena negociadora en cinco minutos. -No entiendo de que de trata -dice. Pues ya somos dos pero no te preocupes, por lo general en sus tratos siempre debes venderle tu alma. -Ella es Sofi Summers -dice- mi hija y necesito mantenerla oculta en algún lugar durante nueve meses, si aceptas te promuevo a jefe de recursos humanos ¿aceptas? Me está vendiendo a este Don nadie que quien sabe donde viva o que intenciones tenga conmigo. Me ofrecen como carne de ganado, obviamente el tipo dirá que no. No puedo creer que le esté haciendo esto a su única e irresponsable hija. Debe odiarme demasiado. -Si -dice Donnadie- pero mi casa no es ni la mitad de su sala de estar y créanme que a penas puedo soportar yo ese lugar, no sé como lo tomaría ella. Pues la verdad muy mal, me gustan las cosas caras, los lujos y obviamente por tu manera de vestir tú no tienes ni idea de lo que estoy pensando, muy buena broma papá. -Ella ya no tiene opción. Y ya no la tengo. Eso es bastante cierto, estoy frita, demasiado a decir verdad.