Capítulo treinta y seis: Sin notitas

2605 Words

El carruaje avanzaba con suavidad por los caminos que se abrían entre campos dorados, salpicados de árboles altos como centinelas de otro siglo. Pero dentro, el aire era espeso. Silas no hablaba. Camille soltaba risitas ligeras, como si el silencio ajeno no le incumbiera, y Bernadette… Bernadette no sabía a dónde mirar. Había esperado ese fin de semana con una mezcla de temor y esperanza, pero ahora que el momento había llegado, se sentía inmóvil. Iban camino a Fontainebleau, a la finca de los de Vernay, donde el poder y las miradas se reunían como cuchillos finos y pulidos. Todo lo que sabía hacer —tocar el piano, sonreír con comedimiento, no estorbar— parecía de pronto insuficiente. Había un temor en ella, una tensión y nerviosismo que hacía que le doliera el estómago, como si tuviese

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD