Tu y yo juntos o separados

Capítulo 3: Tríos

Los labios de Alonso estaban por todo mi cuerpo, me hacía retorcerme de placer, y esto pasaba cada vez que sentía sus labios en mi cuerpo, era simplemente la mejor sensación del mundo. 

—Eres tan hermosa, no me canso de tocarte ni de besarte —me dice alonso en el oído, yo sonrío.

—Espero no te canses nunca —le digo sinceramente, él niega para luego comenzar a besarme otra vez.

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—Ojalá tu compañera de cuarto nunca llegue —dice alonso, yo me río.

—Quizás se arrepintió de haber entrado a la universidad y se ha querido tomar un año sabático —digo  tocándole el pecho con mis manos, recorro de arriba a abajo su torso. Es suave al contacto de mis manos.

—¿Sientes que deberías haber tomado un año sabático? —me pregunta, yo niego.

—Siento que esto es justo lo que necesitaba en mi vida —respondo.

Me enderezo para darle un beso, el tacto de sus labios con los míos se siente tan cómodo,  como si lo hubiera hecho toda la vida. En eso siento el sonido de la llave en la puerta, abro los ojos y miro a Alonso que esta de la misma forma que yo, porque estamos desnudos. La puerta se abre dejando ver a una chica de pelo n***o mirándonos sorprendida.

—¡Dios, voy a salir! —dice ella cerrando la puerta de golpe, yo me pongo a reír, no puedo creer que mi compañera de cuarto haya llegado en el  momento menos indicado. Alonso se levanta y comienza a vestirse, yo hago lo mismo todavía riendo, y es que no se si lo hago por lo gracioso de la situación o por los nervios. Creo que de ambas, Alonso solo mueve la cabeza sonriendo.

—Creo que la llame con el pensamiento —dice Alonso.

—Creo que lo hiciste —

—Bueno Tam, yo me voy —dice dándome un beso en la boca, yo asiento y se lo devuelvo.

Cuando Alonso abre la puerta puedo ver mejor a la chica, que nos sonríe de forma tímida, y hasta avergonzada, yo definitivamente estoy igual. Alonso solo le sonríe y pasa rápidamente por su lado.

—¡Hola! —le digo

—Hola —dice ella agarrando su maleta y entrando a nuestra habitación—. Creo que llegue en un mal momento —dice riendo. Yo me pongo completamente roja.

—Pensaba que no vendrías —digo, ella asiente y se deja caer en la cama.

—Si, es que tuve unos problemas —dice.

—Soy Tamara —digo, ella se levanta, me sonríe y estira su mano.

—Soy Rebecca —dice, yo le tomo la mano

—Disculpa por lo que tuviste que ver… —ella me detiene con la mano.

—Son cosas que pasan, tú no podrías haber sabido que yo llegaría justo ahora —se encoge de hombros. Yo asiento aunque ella ya no me está mirando, ya que comienza a abrir una de sus maletas.

—Y… ¿en que carrera estás? —pregunto, sentándome  en mi cama.

—Derecho, y ¿tu? —Yo abro los ojos.

—¡Yo igual!  —ella se da vuelta rápidamente y sonríe.

—Pero que bien, podremos ayudarnos entre las dos, teniendo en cuenta de que somos compañeras de cuarto —dice, yo asiento.  

Mi teléfono vibra en mi velador, lo tomo y veo que es un mensaje de Alonso, inmediatamente sonrió al ver lo que dice.

—¿El que estaba aquí era tu novio? —pregunta, le respondo rapido a Alonso y miro a Rebecca.

—Si —

—Es muy guapo —dice, ella no me esta viendo lo que agradezco—. Pero tranquila, no es mi tipo —dice  

Cómo es eso de “tranquila no es mi tipo”  acaso si lo fuera ¿debería preocuparme?

A Rebecca le suena el teléfono, y sale rápidamente a contestar, mientras yo  me quedo sentada en mi cama pensando que era lo que en verdad quiso decirme con eso.

Vuelve a sonar mi celular pero esta vez es un mensaje de Diego.

“Así que llego tu compañera de cuarto, ¿es guapa? ya que Alonso no quiso decirme, ¿te tiene miedo o que?”

Frunzo el ceño.

“Veela tu mismo”

“¿Puedo ir?”   

Yo ruedo los ojos, aunque le diga que no, vendrá igual, y a pesar de que  no le respondo a los pocos minutos está golpeando la puerta. Cuando abro, ambos están ahí sonriendo, Alonso y Diego, miro hacia afuera y puedo divisar a Rebecca aún hablando por celular, mirando de Alonso a Diego, y con el labio mordido. Ella me ve y me guiña un ojo, de verdad que un escalofrío me recorre el cuerpo. hago pasar a los chicos y al cerrar la puerta pongo pestillo.

—Rebecca me da mala espina —les digo, ambos ya están acostados en mi cama.

—Nos quedo mirando como si nos follara con la mirada —dijo diego sonriendo.

—¿Enserio? —pregunto.

Ambos asienten.

—Quizás le van los tríos —dice Diego, yo ruedo los ojos y Alonso sonríe.

—Ella me dijo que Alonso era muy guapo, me pregunto si eras mi novio —digo mordiéndome los labios incomoda, Diego se larga a reír y Alonso me mira sorprendido, ¡si, estúpidos hombres que se hacen los sorprendidos!   

—Entonces quiere hacer un trio conmigo y alonso —dice Diego aun riendo.

Me acuesto en el poco espacio que ambos logran dejarme, Alonso me acaricia el pelo y Diego la mano.

—Vaya, ¿interrumpo un trio? —Dice Rebecca entrando a la habitación, yo la miro sorprendida, pero como si yo había dejado con llave, entonces ella parece adivinar mi pregunta y levanta las llaves en su mano.            

Creo que todos estábamos atónitos mirandola, algo en mi interior me decía que no nos llevariamos muy bien. Ella nos miraba fijamente, casi como esperando que dijeramos algo o quizas que la invitaramos. Me enderece en la cama.

—No es un trío, Diego es mi mejor amigo, casi hermano —digo, Diego levanta la mano en señal de saludo, y ella le guiña un ojo.

—¿Y tan cercanos son? —al decir eso mira de inmediato a Alonso, yo frunzo el ceño.

—De todos modos no tengo porque darte explicaciones —digo ya un poco mas cabreada, ella se encoge de hombros y sonrie—. ¿Nos vamos? —les  hablo a los chicos, obviamente es para salir de aquí y espero que ellos lo entiendan rapido, esto ya se volvio incomodo, y unas palabras mas creo que me haran explotar.

—¡Vamos! —dice Alonso levantandose y pasando por el lado de Rebecca sin mirarla, ella por su parte lo mira de arriba a abajo, intento calmarme, juro que lo intento.

—Hasta otra ocacion, señorita —dice Diego sonriendole

—Espero que a la proxima me inviten a su trio, que conmigo seria un cuarteto —dice riendo, aprieto los puños.

La voz de Alonso me saca de mi trance.

—Vamos Tamara —dice, yo asiento, pero al pasar por el lado de Rebecca le doy una mirada “Conmigo no perra”