6- SERÉ UN EXCELENTE PADRE.

1371 Words
ABIGAIL. <br Miré fijamente a Harper, esperando que el esbozara una sonrisa o hiciera algo para hacerme saber que estaba bromeando. Bebió su bebida y se puso de pie, caminando hacia la barra y volviéndola a llenar. —No veo por qué crees que esto es una broma. Te estoy ofreciendo millones de dólares por tener a mi hijo— El me miró, con el ceño fruncido más profundo de lo normal. —Este es un trato de negocios, y nunca bromeo sobre los negocios— —¿Negocio? — Me reí de nuevo, pero fracasé cuando el continuo mirándome sin siquiera una chispa de humor en sus ojos. —Tiene que ser una broma. ¿Estás intentando comprar mi bebe? ¿Quién hace eso hoy en día? — —La gente compra bebes todo el tiempo, pero lo llaman adopción— Me preparó otra bebida y cruzó la habitación y me la entregó. —Pero no me refiero a comprarte a tu bebe. Te estoy pagando para que tengas el mío— me quedé mirando las dos bebidas en sus manos. Yo apenas había tocado la primera, pero tal vez debería. Levanté un vaso para mi boca y tomé un trago, pero luego lo dejé. Ahora no era tiempo de beber. Mas tarde, cuando esté en casa y lejos de este loco, podía beber mucho. —Estoy seguro de que esto es un shock— Harper se sentó, otra vez todo un hombre de negocios afable. —Se que fue un shock para mi cuando comencé a verte como la madre potencial de mi hijo— —Wow. Los halagos no te llevaran a ninguna parte, pero tal vez deberías intentarlo porque insultarme te llevara aún menos— Yo sabía que no era tan atractiva, pero él no necesitaba decirlo. —No quise insultar— su ceño se profundizo. —Entonces duplica los puntos para ti porque lograste hacerlo de todos modos— Me puse de pie. No me quedaré aquí para esto. —¿Estás realmente dispuesta a renunciar a millones de dólares y a la copropiedad de Cara de Angel por sentirte herida? — —No me voy por eso. Simplemente no vendo seres humanos— Realmente me vendría bien ese dinero, pero era un bebé. Mi bebé. Su bebé. Él bebé de Finn Harper. Ni siquiera podía imaginarlo. ¿Fruncirá el ceño todo él tiempo? Me gritará “¡Mamá ! ¡Quiero leche! ¡Ahora! ¿Qué te está tomando tanto tiempo? ¡Haz esa leche más rápido! Dios, con su temperamento y mis tendencias a hablar de más. Sería un bebe merolico malhumorado. Tuve que clavarme las uñas en las manos para evitar estallar en una carcajada histérica. —Siéntate. Por favor. Como dije, estoy seguro de que esto es una sorpresa— —Si, dijiste eso justo antes de insultarme— —Yo no hice tal cosa. Dije que me sorprendió cuando comencé a pensar en ti como una potencial madre biológica de mi hijo. No sé por qué piensas que eso es insultante. Deberías sentirte halagada— —Halagada— estaba casi sin palabras. Casi aclaró. —¿Por qué quieres alquilar mi útero? — —Porque te encuentro extremadamente inteligente, cariñosa y cálida. Yo solo poseo el primer elemento en esa lista— Apretó la mandíbula. —Conozco mis virtudes como mis defectos y quiero darle a mi descendencia el mejor comienzo que puedo. No soy una persona cálida, pero soy inteligente. Creo que nuestros genes crearían a un niño excelente— —¿Nuestros genes? Actúas como si eso fuera todo— —Lo es— Mi mente se detuvo con un chirrido. —Así que no lo haremos… Oh. Lo siento mucho— volví a sentarme. —Estaba pensando…—No iba a permitir que había pensado que realmente tendríamos relaciones sexuales. Él se reiría y yo ya había sido bastante insultada por esta noche. —Tienes razón. Esto podría funcionar— —Por supuesto que tengo razón— se puso de pie. —Dame un minuto— Caminó por el pasillo hasta su oficina y regreso con un gran sobre manila, me lo entrego. —Querrás contratar a un abogado para que los lea antes de firmarlos— —¿Redactaste un contrato? — Sacudí mi cabeza. —No importa. Por supuesto que lo hiciste. Es inteligente. Necesitamos determinar cuándo veremos al niño y toda la logística— —¿Cuándo veríamos al niño? — —Si. Que vacaciones tendrías con él bebé. Cuales elegiría. Podríamos alternar años. Como a mí me llega pascua un año y a ti el siguiente. La mayoría de las personas en mi último trabajo estaban divorciadas, así que se mucho sobre la custodia compartida. Necesitamos todo eso para que el niño no sufra— —No habrá custodia compartida. Él bebe será mío— —Y mío. Necesitas mis óvulos. A menos… ¿Tienes óvulos de otra persona que quieras usar? ¿solo quieres que yo cargue al bebé? — Por alguna estúpida razón me sentí triste por eso. En realidad, nunca había querido tener hijos, pero durante esos pocos minutos me había imaginado cargando a mi bebé y ahora en cierto modo lo deseaba. —No. Dije que nuestros genes harían un excelente niño. Necesitaré tus óvulos para eso— —Oh, es cierto. Dijiste eso— mi nariz se arrugo ligeramente. —Entonces el niño también seria mío— —Técnicamente sí, pero tu obtendrás la copropiedad de Cara de Angel y yo tendré a mi hijo— —Nuestro hijo y yo no podemos hacer eso— No creía que pudiera negar con la cabeza más fuerte. —No voy a vender a mi bebe— —Ni siquiera por millo... — —No por ninguna cantidad— me puse de pie. —Olvídalo, Harper. Encuentra a alguien más— me dirigí hacia la puerta. Mi madre nunca me perdonaría y yo nunca me perdonaría. —Espera— me detuve. Maldito sea ese hombre. El habló y mi cuerpo obedeció. —Recuerda todo el bien que puedes hacer con ese dinero. Las casas de tu mamá y la de tu tía. Esos niños que solo necesitan un poco de ayuda para florecer. Piensa en todas las vidas que puedes mejorar— —¿Cómo le explicaría a mi bebé por qué lo abandoné ? ¿por dinero? Así podría ayudar otros niños y dejarlo solo contigo— —Seré un excelente padre— —¿Lo serás? Tú mismo lo dijiste; eres frío— —Dije que no era cálido. Hay una diferencia— —No a un niño y no le haré eso a mí bebe— —Son millones de dólares— —No me importa— corrí hacia la puerta antes de que el pudiera detenerme de nuevo, pero el no dijo una sola palabra. HARPER. Me quede mirando la hoja de cálculo que había copilado de madres potenciales. No tenía idea de cómo había pasado por alto esto. A veces estaba tan concentrado en un objetivo que se me escapaban los detalles. Ninguna mujer tan cálida y afectuosa como Abigail abandonaría su hijo y yo no quería una mujer que lo hiciera. Cogí mi chaqueta y entré en el garage. Esto no había terminado. Abigail era la candidata perfecta para ser la madre de mi hijo. No había planeado compartir la custodia, pero aceptaría eso a este punto. Todos los negocios tenían negociaciones. Me subí a mi auto y me dirigí a la casa de Abigail. Cuanto más pensaba en ello, más me daba cuenta de que era mejor así. Trabajo mucho. No quiero que mi hijo crezca al cuidado de niñeras. Compartir la custodia significaría que mi hijo estaría más con sus padres que con cuidadores remunerados. Cuando llegué al camino de entrada a la casa de la madre de Abigail, estaba casi listo para agradecerle por ser tan testaruda. Que la madre compartiera la custodia me liberaría algunas noches para dedicarme a actividades amorosas sin sentirme culpable por dejar a mi hijo. Cada dos semanas o los fines de semana podría ir al Club Hellfire y engancharme en todas mis fantasías. Mi vida sería perfecta.
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