Mi dulce falso romance.

7. Deberia saberlo mejor

Isabella

Maggie y Dave se van a dormir temprano esta noche, justo después de las nueve de la noche, lo que nos deja a todos los menores de cuarenta reunidos alrededor de la hoguera en su patio trasero del tamaño de una estampilla postal. Una alta valla de madera nos encierra y los rosales bordean el perímetro. Es fragante y relajante, aún más ahora que los jefes de la familia Parker y sus miradas frías ha desaparecido.

—Entonces, Isabella y Enzo— River ya está un poco ebrio.

Tengo la tentación de que es un idiota bondadoso. Supongo que todos los hermanos Parker lo son. Excepto Xander, por supuesto. El simplemente parece un idiota total.

—Si— Enzo le da un trago a su cerveza. Está terminando su segunda y yo he estado bebiendo un vaso enorme de Moscatel.

—Lo hiciste bien — River resopla y se frota la cara. —Definitivamente no vi venir esto—

—Bueno, ¿Por qué lo harías? — pregunta Nolan, con algo de sarcasmo oculto en su tono. —No es como si tú y Enzo vivan cerca uno del otro—

—Si, pero nos vemos— dice River, señalando borracho a su hermano menor.

—¿Ah, ¿sí? — lo incita Nolan. Las llamas que salen de la hoguera lo hacen parecer aún más atormentado de lo normal. Su largo cabello n***o como la brea le cae sobre la frente. —¿Cómo nos ves, aquí en casa? —

—Vamos— responde River. —No es como si hubieras venido a verme alguna vez—

—No necesito volver a Nueva York para saber que todavía lo odio? — murmura Xander—

Los labios de River se tensan, pero se inclina más hacia adelante, como si quisiera bloquear a Xander y dejarlo fuera de su campo de visión. Mira fijamente a Nolan a través de la fogata. —Nolan, ven a verme. Hazlo y te compro el boleto—

Nolan se encoje de hombros —Podría hacerlo—

—También te conseguiré un trabajo, si eso es lo que quieres. Podrías ganar cien mil dólares en un año—

Wyatt ha estado observando la conversación de todos, recostado en un silla de patio. Lleva una hora con una cerveza de raíz en las manos y no estoy seguro de si ha tomado un sorbo.

Xander entra en la casa por un momento. Cuando sale, tiene en la mano un vaso recién llenado de lo que estoy bastante segura es whisky puro. River mira con un ojo cerrado.

—¿No me trajiste uno? —

—No sabía que te gustaba beber bebidas de calidad— responde Xander antes de volver a su asiento. River tiene una Corona en la mano, lo que a mí me parece de suficiente calidad.

River se burla y Enzo se aclara la garganta. Me lanza una mirada antes de abrir la boca para hablar, lo que me hace sentarme. Por si me llaman para contar alguna parte ficticia de la historia como pareja.

—Entonces, ¿alguno de ustedes está saliendo con alguien? — Enzo le ha hecho la pregunta a Xander y River. Ya nos enteramos de que Nolan no tiene novia antes, cuando River le robo el teléfono y encontró conversaciones de texto actuales con tres chicas.

River exhala ruidosamente y se recuesta en su silla. —¿Quién tiene tiempo? Estoy demasiado ocupado ganando dinero—

—Lo mismo. Excepto que estoy ganando dinero y salvando vidas— dice Xander.

—Ah, cierto— murmura River. —No puedo olvidarlo, doctor Xander—

—Se lo están perdiendo— Enzo extiende la mano y toma la mía. La aprieta suavemente antes de seguir adelante. —El amor es el regalo más dulce. Pensé que lo tenía todo antes de Isabella. Y ahora…—

Ofrezco una pequeña sonrisa a los rostros incrédulos de sus hermanos desde el otro lado de la hoguera. Esto suena ridículo. O tal vez solo me suena así porque sé que es una porquería.

—¿No es así, Isa? — Enzo se gira hacia mí, sus ojos azules brillando a la luz del fuego. Y de repente, me pierdo en su mirada, dando tumbos por el espacio y es hora de encontrarlo en su rayo tractor cristalino.

—Oh, Dios— se me escapa una risa débil y finalmente aparto la mirada de Enzo. —Pensé que sabía lo que era el amor antes de conocer a este chico— Señalo a Enzo con el pulgar para enfatizar, aunque es totalmente innecesario. —Estaba equivocada. El…— Mi mirada se desvía hacia él y mi voz desaparece por un momento. —…sacudió mi mundo. Como una bola de nieve—

Hay calidez en su mirada mientras me observa, y prácticamente puedo escucharlo decir: “Si, si eso fue genial”, mientras termino de hablar.

—No pareces muy cariñoso— observa Xander.

—Lo dice el hombre menos cariñoso del mundo— añade River.

Enzo se burla. —Créeme. Somos cariñosos. Le dije que tendríamos que bajar el tono este fin de semana por toda la familia— Su brazo se extiende alrededor de mis hombros, acercándome más a él. Estamos en sillas separadas, así que este es un movimiento incómodo. —¿No somos muy cariñosos, cariño? —

—Oh— empiezo, tragándome un nudo de nerviosismo. Pero cuando miro a Enzo a la cara, la picardía en su mirada enciendo algo dentro de mí. —Los más cariñosos. Si tuviéramos un medidor de cariño…—

—¿Para medir el resultado de nuestro afecto? — incita.

—Mmmm… Nuestra lectura estaría por las nubes. Como…. 3500 megahercios—

—Eso es realmente alto— dice Enzo, con una sonrisa curvando sus labios.

—En realidad, según estudios recientes, está en un territorio peligroso— digo. Es muy fácil fingir con él. Y me encanta que esto fluya de nosotros.

—Ugh. Ustedes están destinados a estar juntos— dice Xander.

River se gira para mirar a Xander. —Eres la viva imagen del cascarrabias. ¿Por qué no puedes estar feliz por Enzo? Es difícil para un hijo del medio tener éxito, especialmente en una familia como la nuestra—

Nolan se ríe. —Dios mio, Rivs—

Cuando Enzo se burla, River se apresura a cubrir su rastro. —Estoy bromeando. Lo del hijo del medio es solo una teoría. Está a medio hacer. Ni si quiera…ni siquiera importa— Se termina su cerveza y abrió otra. Este vistazo detrás de escena de la casa de los Parker es más fascinante que ofensivo. Por supuesto, no soy la que está recibiendo la lluvia sino Enzo.

Pero River no está del todo equivocado en lo que dice. El alcohol hace que la verdad fluya con más libertad. Lo que podría ser su versión y sus comentarios me hacen reconstruir algo muy importante sobre Enzo y yo.

Ambos somos los hijos del medio, y la forma en que lo tratan sus hermanos mayores me resulta demasiado familiar para ser una coincidencia. Mi hermana mayor me trato de la misma manera, y mi hermana menor logro un equilibrio entre Wyatt y Nolan. Así que, en cierto modo, tal vez Enzo y yo somos realmente iguales.

—No necesitamos que juzguen nuestro afecto— dice Enzo, volviéndose hacia mí. Pero lo dice en voz alta lo suficiente, que sé que también está destinado a sus hermanos. Se inclina hacia adelante, inclinando la frente hacia mí, lo que me incita a hacer lo mismo.

—No serian buenos jueces— digo. Nuestras frenes se tocan y la sonrisa que estalla en mi rostro parece demasiado tonta para ser forzada. No todo esto es real con Enzo. Solo mi adolescente interior enloqueciendo porque estoy tocando la frente de Enzo. Tal vez nunca más la lave. Tal vez la rodee con un marcador permanente para nunca olvidarlo.

—Jueces horribles— dice Enzo, y luego roza su nariz con la mía. Me muerdo el labio inferior por reflejo, apretando mis muslos. Percibo bocanadas de su aroma a pesar del humo amaderado que nos rodea. Es cuero envuelto en especias, y mis ojos se cierran revoloteando mientras saboreo su aroma masculina. —Ni siquiera saben de aquella vez que rompimos el medidor de afecto—

La mano de Enzo encuentra la mía de nuevo y entrelaza sus dedos con los míos. Me río, me río como si hubiera destrozado a mi hermana cuando estaba en el último año de preparatoria y se comportaba como una tonta con su personaje favorito de la semana. Pero esto es lo que recibo. La dosis más completa de “te lo dije”. Nunca me sentí así con mi ex, eso es seguro.

—Muy bien, muchachos. Ya probaron su punto— dice River, indicándonos que nos vayamos.

—No, no— Enzo acerca mi silla para que los apoyabrazos choquen entre sí. Su palma caliente encuentra mi rodilla desnuda y juro por Dios que mis bragas están empapadas en el acto.

—No hemos terminado de hacerlo—

—Quizás quieras probar tu punto con tu pareja en tu habitación— reflexiona Nolan. —Pueden incluso hablar de ello toda la noche—

—Simplemente no despiertes al resto de nosotros— bromea Wyatt.

—Solo Xander está en peligro— dice Enzo, dirigiendo la mirada hacia su hermano mayor. —Tú estás justo al lado—

—Oh, Dios mio— Xander sacude la cabeza. —No he dejado mi pent-house esta semana solo para poder unirme a la fraternidad—

—Entonces probablemente deberías haberte quedado en Green Bay— murmura River.

—No te preocupes. Terminaremos el beer pong a medianoche— dice Enzo, lanzando esa mirada azul eléctrico de vuelta en mi camino, con su sonrisa burlona en todo su esplendor.

Si no lo supiera, diría que la calidez de sus ojos realmente estaba reservada para mí. Como si tal vez me viera como alguien con quien realmente podría pasar la noche, y algo más.

Debería saberlo mejor. En primer lugar, porque esto es una farsa. Pero ¿Qué más? Porque ya aprendí lo que pasa en las relaciones. Se lo que pasa cuando confías en un rostro atractivo y en una sonrisa con hoyuelos.

Como mi ex. Él no solo me rompió el corazón. Lo destruyo por completo. Mi ex no era ni la mitad de atractivo que Enzo, pero eso es solo porque la mayoría de los hombres no lo son. Era totalmente atractivo y cien porciento manipulador. Me enseñó la magnitud de mis defectos. Cuan profundos e invasivos eran; como querían que nadie más, y casi ni siquiera el, pudiera amarme jamás.

Así que se la verdad. Las chicas como yo no estamos hechas para hombres como Enzo. No importa cuán cálidas y convincente pueda ser la sensación a su lado.

Lo que significa que no puedo leer nada de esto. Y diablos, espero poder recordarlo mientras estemos en Bahía Azul.