DONDE TODO COMENZO.
La palabra amor era demasiado grande y ambiciosa, mis padres se habían encargado de demostrármelo.
Por eso había prometido enamorarme, pero enamorarme enserio, ser feliz… algo que definitivamente no pasaría en esta vida y con un grupo de chicos que solían ser mis amigos odiándome, era aún peor.
Mi mirada se centra en la ventana del auto en movimiento mientras intento captar todo lo que pasa en el exterior, hay pancartas con mi rostro y muestras de ánimo de mis fans, pero justo frente a toda esa falsa felicidad estaba mi yo real.
Nunca había sido feliz, mi padre era uno de los hombres más ricos de estados unidos y era perfecto ante los ojos de todos, educado, amble y caritativo… solo tenía un error y era yo. Me había concebido con mi madre cuando era muy joven, pero era abusivo así que supongo que mi madre no pudo soportarlo y me dejo atrás con él.
No la culpo, yo hice lo mismo.
Había huido, quería construir mi propio camino, pero me atrapo en el medio.
-¿Estarás bien Mer?.- me interrumpe mi manager Sam.
-Si… siempre lo estoy ¿recuerdas?
Los últimos días habían estado de cabeza, mi tío quien es el ceo de la agencia para la que trabajo se encargo de obligarme a asistir a una premiación, nunca iba a esa clase de cosas porque significaría sonreír como una tonta todo el día y con mucha mala suerte.
Ver al único hombre que he amado.
-No sabía que te pediría asistir, yo solo… lo siento.
Sam era como un hermano mayor para mí, un buen hombre y sabía por lo que había tenido que pasar, siempre cuidaba de mi y yo estaba agradecida con él, no podía hacerlo sentir culpable.
-Estaré bien Sam, tenia que enfrentar esto algún día.
Cierro los ojos después de darle un ultimo vistazo a Sam quien tiene una expresión de consuelo y la cabeza me duele cuando recuerdo lo que viví hace 4 años.
-Te amo Mer… no puedo esperar a debutar contigo… eres lo mejor que me ha pasado.
Las risas de mis amigos y las mías en la sala de ensayos resuenan en mis oídos, torturándome y recordándome lo que perdí.
Cuando Sam estaciona frente a mi casa me despido rápidamente de él y camino hacia la puerta, estos días además de todo lo que he tenido que asimilar, se ha aparecido una sensación de incomodidad.
Como si alguien estuviera vigilándome.
Es extraño a menos que alguno de mis fans se enterara de mi dirección, no existe ningún motivo para que me espíen, miro para todos lados y nada, puede que solo este siendo paranoica al respecto, suspiro una ultima vez antes de entrar a mi casa y asegurarme de cerrar la puerta con seguro.
Solo por si acaso.