¿Qué pasa cuando tu doctor te confunde con una prostituta? Primero, no dejas que te folle hasta olvidar tu nombre. En mi defensa no tenía idea de que se convertiría en mi doctor, ni que me tocaría en todos los lugares incorrectos y que disfrutaría de ello, es un hombre peligroso, poderoso y está obsesionado conmigo. Quiere destruirme. Debí escapar, debí correr, pero ¿cómo podría hacerlo? Especialmente cuando disfrutaba presionarlo. Ahora es demasiado tarde.

El me odia porque arruine su boda. No es mi culpa que accidentalmente encontrara a su prometida con un tipo medio desnudos follando frente al altar y tampoco es mi culpa que accidentalmente encendí la cámara para que todos los invitados pudieran verla. Un par de años más tarde volvió exigiendo una compensación y no se detendrá hasta arrebatarme todo lo que amo. Después de todo es un imbécil que siempre toma lo que quiere. Y me quiere a mí.

Me folle al mejor amigo de mi padre. Eso me llevaría directamente al infierno sin duda, aunque al mismo tiempo fue como probar el cielo y llenarme de algodón de azúcar como una niña pequeña. Debió ser cosa de una noche, un lio sin importancia, ambos lo olvidaríamos y seguiríamos con nuestras vidas, pero no fue así, apareció en la puerta de mi casa con una botella de vino y una mirada confundida. Su mundo y el mío se derrumbaron, porque aquella noche no había sido suficiente, ya no podíamos parar, ni queríamos hacerlo. Y nada bueno podría salir de esto.

Honestamente nunca fui del tipo obediente. Si me decían rojo yo decía azul. Si me decían no, la respuesta era sí. Si mi hermano mayor me prohibió follarme a su muy caliente y muy peligroso mejor amigo. ¡Sorpresa! Jodidamente lo hice. Rompí todas las reglas que no debí cruzar y él me rompió a mí. En mil pedazos.

¿Qué pasa cuando el imbécil de tu prometido te deja plantada en el altar? Respuesta correcta: Llorar viendo una infinidad de películas de mierda romántica, mientras comes helado de chocolate, papas fritas y un montón de cosas que le hacen daño a tu cuerpo. Respuesta incorrecta: Follarte a su papá tan duro que olvidarías que alguna vez te casarías con su hijo. Como sea… nunca me intereso hacer lo correcto y ese fue el principio del fin. De mi fin para ser mas exactos.

-Nadir… El nombre choco contra los labios de Fiorella, estaba pensando en su profesor de aula, el hombre perfecto, con sus penetrantes ojos color miel, su imponente 1,87 de altura y su porte elegante va por los pasillos del colegio robándose los suspiros de estudiantes y profesoras, él sabe perfectamente que se roba la atención del lugar en el que se pare, pero debajo de toda esa aparente diplomacia se esconde el pecado, disfruta de sentir el dolor ajeno, el poder y control de todo lo que le rodea y de una que otra adolescente que le chupe la polla, Fiorella lo había visto por ella misma, ella no creía en la diplomacia de su profesor que irónicamente resultaba ser su vecino, desconfiaba completamente de ese hombre, sabía que era peligroso, por eso lo evitaba, lo que Fiorella no sabía es que estaba despertando el interés de Nadir, quería saber porque aquella bella flor lo odiaba tanto, ¿acaso era dios? Cuando sus miradas se encontraban Nadir se sentía vulnerable, como si ella pudiera ver su alma sucia y pecaminosa. Su encuentro era un infortunio del destino, una bella flor siendo arrancada del jardín está destinada a marchitarse y Nadir estaba dispuesto a verla morir con tal de tenerla en su jarrón.

PREFACIO. Observo a nuestro alrededor y veo cientos de periodistas tratando de capturar el momento que se convertirá en la comidilla del espectáculo, entonces mi mirada se encuentra con la suya, esta entre la multitud camuflajeado, pero lo sé, es él, solo puedo mirarlo mientras el hombre con quien pacte una relación me propone matrimonio. -¿te casarías conmigo, Mer? ¿Puede esto ser mas falso?, finjo una sonrisa y asiento como una loca. -Si, claro que si. Los flashes se vuelven aun mas intensos, permanezco con los ojos cerrados durante unos segundos para cuando los abro el ya no esta, se ha ido y con él toda esperanza.