PASIÓN Y VENGANZA.

Para mis chicas enamoradas del villano, bienvenidas a mi depravado paraiso. Esto es para ustedes. -Beah. Swan. “Bueno, se acabó” Dudo sobre ponerme el collar que Leo me regalo hace unos meses en mi cumpleaños, el mismo día que la trajo a casa y anuncio que se casaría. Fue una noche terrible porque Leo es un hijo de puta y su bonita prometida es una perra, como muy PERRA, quise arrancarle las rubias extensiones y dejarla calva, número uno porque empujo a Ada cuando intento ponerse de pie para ponerle las tetas en el rostro a mi padre (no muy disimuladamente) y numero dos porque me miro de arriba abajo y soltó un bufido como un puto toro, literalmente fue como si no viera competencia en mí. No tengo intenciones de robarle a su estúpido marido, así que da igual, supongo. Suspiro decidiendo que lo usare, fue un regalo, costoso ¿un Cartier enserio? Leo tiene dinero, no es un secreto, pero restregarlo en tu cara es una cosa completamente diferente y eso es lo que Leo hace. “Es un maldito presumido de mierda” Engancho el seguro en mi cuello y me doy un último vistazo en el espejo del tocador de Ada en su habitación, decente al menos. Meto los pies en mis miumiu negras con picos y luego aliso mi vestido floreado, me importa mucho verme bien, no porque Leo o su boda de un millón de dólares sea relevante, sino porque la apariencia lo es todo, lo que la gente dice o habla de mi puede influir en mi futuro, debo sonreír ser cordial y soportar un montón de cosas que no me interesan mientras mantengo una conversación amable. Sonrió en el espejo y me doy la vuelta lista para salir, hay un montón de personas que no conozco, todas parecen estar extremadamente ocupadas hablando de sí mismos así que no me preocupo por encajar ni por admirar todos los detalles, recorro el camino hasta la cocina esquivando las mesas diminutas en la sala de estar que por cierto es enorme, jodidamente grande. Visualizo mi objetivo. Aperitivos franceses, lamo mis labios escuchando la vocecita en mi cabeza que me recuerda el peso que me ganaré aun así enrosco los dedos en mis palmas y robo un religieuse, cierro los ojos y salgo de la cocina por la puerta trasera hasta el patio en donde se supone que nadie debería estar meto el postre en mi boca sintiendo que mi estomago podría explotar de felicidad, la gasa blanca se ondea en el arco del altar de los novios, las flores blancas me dan alergia por el polen y todo parece… vacío, no solo por el hecho de que no hay ni un alma rondando aquí, sino porque realmente parece una fachada, algo para demostrar y no por amor, sigo mirando, hay cámaras y una consola de sonido a mi lado, supongo que para controlar todo desde aquí sin ser un estorbo para las fotos de revista más tarde, hay una laptop con fotos de los novios, en ninguna parecen cercanos, ni siquiera se toman de las manos, son un par de modelos nada más, cuando la foto cambia me doy cuenta de que es una presentación en bucle que se reproduce en el interior para los invitados. Niego mientras pienso que mi madre escribe, hace magia con los dedos imaginando cuentos de hadas en donde las heroínas siempre encuentran el amor, puede que sea esa la razón por la que fielmente creo que existe o puede que sea porque soy bailarina y tengo que sentir para bailar, pero aquí no hay nada que ver o envidiar, incluso una inexperta como yo lo sabe. Quiero irme cuando escucho algo, a alguien para ser más precisa, son… ¿gemidos? La curiosidad me come las tripas, doy un paso al frente, bastan con dar cinco, entre los arbustos escondidos del mundo en medio del atardecer están ellos, la novia y… ¿el padrino? Que jodido cliché. ¿Podría ser ella más predecible? Ni siquiera me sorprende, lo dije antes ¿no? una tremenda perra. Como sea, que engañen o no a Leo no es de mi maldita incumbencia, sé que debería hacer lo correcto y decirle al menos a su hermana, pero no quiero, tengo la mente retorcida y no me podría importar menos lo él siente. “Y él se lo merece” Doy un paso atrás intentando ser sigilosa mientras la perra se retuerce de placer en ese vestido de novia, un paso más y estaré lejos de su vista, vuelvo a caminar hacia atrás y mi pie se enreda con un par de cables, lo jalo, pero una cámara viene encima de mí y me golpea la cabeza provocando que vea luces de colores, me pongo de pie tan rápido como puedo pero ya es demasiado tarde, ellos me miran directamente el padrino esta con los pantalones abajo mostrando el culo y ella está hecha un desastre con las tetas de fuera. -Ups.- digo sintiendo que el calor sube por mis mejillas.- No vi nada. Me doy la vuelta para correr, pero la novia loca me toma de la larga trenza despeinada que elegí llevar hoy, provocando que rebote en su agarre. -¡Mierda! ¿Qué hacemos ahora?.- le dice el patético padrino -Tú… Antes de que pueda terminar me giro a la derecha y todos, absolutamente todo el puto mundo está viendo la escena, incluido Leo quien no deja de mirarme lleno de lo que reconozco como rabia, aprieta la mandíbula, su traje ajustado encaja perfectamente en él y me cuesta reconocer lo guapo que esta, si yo fuera la novia no me habría follado al padrino teniendo a Leo como futuro novio. Dejo de pensar estupideces cuando las preguntas empiezan a volar directo a mi cerebro, ¿Por qué están todos aquí? su puño se aprieta a mi cabello y luego veo la cámara en el suelo apuntándonos directamente, la computadora la acompaña. “Mierda. Gran y maldita mierda” Al parecer accidentalmente provoque que su follada se transmitiera en la pantalla. -Ups.- digo de nuevo solo antes de que Leo camine directamente a nosotras. Me mira con esa profundidad dorada y no puedo evitar sentir un escalofrío, cierro los ojos intentando desaparecer. -Estas realmente jodida por arruinarme esto.- dice mientras desaparece con ella arrastrándola. Suelto el aire cuando mi cabello se libera y abro los ojos, los invitados murmullan. Parece que la fiesta termino.