Misterios

2348 Words
Finalmente nos encontramos, ahora por la situación no se imaginan cómo nos saludamos, como si no nos hubiéramos visto en veinte años. La situación lo hacía posible. su tinte de pelo es inalcanzable para los mortales, el contraste del rubio con la piel de porcelana y los ojos claros no se compra. Fue pelirrojo y es andrógino, con un físico entre de reptil y de extraterrestre. Una imagen así sólo puede ser potente. —Es que los años no pasan sobre ti, pequeña Phoebe — sentí nostalgia al recordar los años inclementes que sin respetar ninguna norma moral ni ninguna preferencia en términos de virtud, recae sobre nuestras cabezas, por eso la importancia de conservar pura la mente, la mente no es materia. —Tu sigues siendo tan inocente, aunque más imponente —¿Y ahora, como vives? —A diferencia de la secundaria, ahora solo anhelo vivir de manera elevada— caminamos, el sol estaba en una posición perfecta para que el clima nos brindase una temperatura perfecta; ni muy inclemente ni muy alejado, es decir un clima templado —¿Cómo? —Siento conflicto a la hora de vivir en este mundo de manera equilibrada, en el colegio las cosas eran diferentes, casi estaba segura que siempre saldría victoriosa —Déjame adivinar, ¿se trata de Margott? —Así es, era una gran mentora —Podía notar su conexión —Ahora las cosas han cambiado, ya no vivimos tan juntas, el tiempo y las circunstancias nos han hecho separarnos— sentí alivio, hace bastante tiempo que no encontraba con quién desahogarme, no tenía con quién contar mis profundidades. Mientras caminábamos todo parecía tan tranquilo, verlo a él me generaba satisfacción, deseaba encontrarme con almas así en el terreno romántico, almas así de elevadas. —¿Tú la extrañas?—se me dificultaba leer su lenguaje corporal, exteriormente no transmitía nada, las situaciones hacen que de manera apremiada expresemos orgullo, vanidad, miedo, incomodidad o vergüenza, él hacia afuera no transmite emociones perturbadoras, al menos no desde que lo conozco. —La extraño, no la he podido encontrar —De ti no sabia nada, hace poco a penas sabía que estabas vivo— sonrió—¿Que paso con ustedes? —Al finalizar la secundaria perdí contacto con casi todos mis compañeros. Desaparecieron de mi vista —¿Ocurrió lo mismo con Margott? —Con Margott fue diferente, seguimos en contacto pero como no soy de meterme con su familia, cuando perdí contacto con ella no sabía nada, ni dónde vivía ni quienes eran sus padres, lo que dificultó naturalmente mi búsqueda. —¿Cuando fue la última vez que hicieron contacto? —Un año después de la salida del colegio —¿No intentaste buscarla? —La busque por dónde se supone que la encontraría, aún no ingresaba a la universidad pero me dió el nombre de la institución a la que se supone que entraría, también te busque a ti y a ninguna de las dos encontré —Yo por motivos que consideraba obvios me escape varios años para encontrarme a mi misma, quise eliminar cualquier posibilidad de rastro —Tu amiga también, parece que se la trago la Tierra —Ella de ti casi no habla —¿Cómo, la has visto? —Claro —Crei que no estaba viva— casi me caigo de narices por su afirmación —Sus padres parece que no te tienen en alta estima —¿Y eso?— a pesar de lo que le decía, esto no perturbó su perpetuo estado de gozo — En la escuela, tu madre estaba preocupada por tu desarrollo mental, debido a tu comportamiento constantemente despreocupado y feliz —Mis padres fallecieron en un accidente automovilístico— lo sabía, ocurrió cuando Roberto era un niño de escuela, la noticia conmocionó a todos.—Si, pero ¿por qué los padres de Margott no me tragan? —Cuando tu madre una vez cayó gravemente enferma, sus familiares también comentaron con desconcierto que el niño aparentemente no se vio afectado— quedamos en silencio, me invitó a tomar leche con chocolate, es increíble lo bien que nos llevábamos, ya no me sentía una inadaptada, agradecí a Dios haberlo buscado para alcanzar tal estado, de momentos me sentía más madura, en un grado para no fastidiar ni hacer líos dónde no los hay, atrás habían quedado los arrebatos adolescentes dónde amargarle a los demás la vida era costumbre de cada día. Cómo lo veía,ajenos eran para él la vergüenza, el pudor, la modestia o los modales, no tenía que esforzarse en aparentar ser nada, parecía haber trascendido hasta las normas de etiqueta, aunque para vivir en este mundo debía comportarse así, así lo viese desnudo, juro que seguiría imperturbable. —¿Dónde está Margott? —Ella vive en la zona de El niño, cerca de las tres cascadas —¿Por los paramos?vCreí que tales sitios eran inhabitables —Para la mayoría de los mortales lo son, solo vive ella con sus padres —El clima también lo hace inadaptable —Es cierto, en ocasiones la nieve y el granizo no tardan en aparecer, es costumbre y deben haberse adaptado Me llevó a su casa, vivía con sus tíos, eran de edad muy avanzada, sobre todo su tío, parecía su abuelo, creí que tenía más de un siglo sobre esta Tierra, al saludarme estaba quieto fuera de la casa, lo tenían como a un animalito, sin hacer nada. No vivía solo con ellos, era una vecindad dónde compartía espacio con sus demás familiares, al momento en que llegamos no advertí personas alrededor Una vez dentro, en su habitación todo es ordenado y limpio, me ordenó sentarme —A tu amiga la veo en sueños, no en el sentido romántico de la palabra —su voz era completamente normal —¿Cómo la ves?—lo dije bastante intrigada —En la cima de una montaña, en medio de dos mundos, como queriendo subir a la morada de Dios, pero indecisa —Bueno, los sueños sueños son— lo dije como profesora —¿Crees que los sueños solo vienen de la subconsciencia? —Asi es, los sueños vienen de la mente inferior, solo tendencias adormecidas o miedos ocultos —¿Que piensas de los sueños lúcidos? —No he ahondado demasiado en ellos, supongo que pertenecen a nuestro mundo —Mis sueños no son simples creaciones mentales, ven. Entramos en una sala, toda la casa parecía que pertenecía enteramente a él, parecía que con nadie la compartía. Vio hacia fuera y se percató que nadie estuviera por los alrededores, cerró con seguro las puertas, me dijo que me relajara, cerró las ventanas con sus cortinas, imágenes religiosas adornaban toda la sala. Un Cristo con su sagrado corazón, La Virgen María, Otros Santos como San Ignacio de Loyola, San Benito y su medalla con referencia a una frase en el Evangelio de Marcos (8:33) "¡Quítate de delante de mí, Satanás! San José de Cupertino en levitación, María de Egipto, Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz, Francisco de Asís y otros mártires. Cerca de un año transcurría desde el comienzo de la Guerra Ecuador-Peru, ambos países habían principiado a destrozarse, y tristemente reflexionaba sobre la enorme matanza. Estaba en la mesa de comer, sentada —Cierra los ojos— no sentí miedo Cuando cerré los ojos en meditación, mi conciencia fue súbitamente transportada al cuerpo de un capitán que mandaba un barco de guerra. Oí el rugido de los cañones, de los tiros que se cruzaban entre una batería de tierra y los cañones del barco. Una enorme granada dió en la santabárbara y despedazó mi navío. Me tiré al agua junto con unos cuantos marinos que habían sobrevivido a la explosión. Con el corazón angustiado, llegué a la orilla sana y salva. Pero, ¡ay!, una bala perdida puso fin a su vuelo, incrustándose en mi espalda. Gimiendo, caí sobre la tierra. Todo mi cuerpo estaba paralizado; y, sin embargo, tenía conciencia de poseerlo, como cuando se siente que una pierna se ha dormido. Por último, la misteriosa muerte me alcanzó. Con un suspiro final, iba a sumergirme en la inconciencia cuando, ¡oh, sorpresa!, me encontré sentada en la habitación de Roberto. Lágrimas de excitación brotaban de mis ojos; un cuerpo libre, sin ningún agujero en la espalda. Miré de un lado a otro, inhalando para asegurarme de que realmente estaba viva. En medio de mis propias congratulaciones otra vez mi conciencia fue transportada al cuerpo del capitán, muerto por la batería de la costa. Una confusión se apoderó de mi mente. - ¡Señor! -oraba- ¿Estoy muerta o viva? —Ya no puedo con esto, ¿por qué permite Dios tal sufrimiento? —Dios nos a dotado de libre libedrio, eso hace posible lo que acabas de ver —¿Es justo? —Nada de lo que viste es real, es como las películas, los actores representan tan bien su papel que olvidas que nada de lo que ocurre en el cine es real —Si, pero estamos en este mundo, dícelo a alguien que cae del último piso de las Torres Gemelas, o a un niño que muere quemado o ¡las bombas!— nos sumimos en profundo silencio, parecía que tenía la humildad para hacerme entender que no tenía todas las respuestas. Un gatito n***o estaba en su habitación, eso lo noté al entrar, se escondía en su habitación —¿Que clase de ser eres tú?— lo quedé mirando fijamente, en tal intimidad podía hacer cualquier cosa, toque su rostro con mis dos manos, Margott me dijo que Roberto era un ángel —Un simple mortal pasando por este escenario —¿Por qué un alma así en este sistema? ¿que fuerza lo atrajo hacia la fuerza oscura que es este planeta? Parecía que era una noche para los conjunros —Este mundo no es "nosotros", ni "nosotros" este mundo; nosotros realmente, no somos el cuerpo; nosotros, en realidad, no actuamos. Yo a veces también pienso que Dios es bueno y otras veces que es malo. Nos ha mantenido engañados con Su gran ilusión. A veces nos despierta y otras veces nos mantiene inconscientes. En un momento la ignorancia desaparece y al momento siguiente, cubre nuestra mente. “Sabemos del placer y el dolor, del nacimiento y de la muerte, la enfermedad y el pesar, mientras uno está identificado con el cuerpo. Todo esto sólo pertenece al cuerpo y no al Alma. Después de la muerte del cuerpo, quizás Dios lo lleve a uno a un lugar mejor. " Es como el nacimiento del niño después de los dolores del parto. Al llegar al Conocimiento del Ser, miramos al placer y dolor, nacimiento y muerte, como a un sueño. ¡Cuán poco sabemos! —¿Tu le haces preguntas a Dios?— pregunté —Si, pero acepto con humildad mi pequeño papel que represento en el mundo —¿Está bien reclamarle? —Los cuestionamientos meramente racionales son a veces una pérdida de tiempo, es mejor experimentar y a partir de ahí concluir, debes tener cuidado; los demonios pasan renegando de Dios —¿No pides conocimiento? —No, ¡yo soy el más grande de los tontos! Salió. En un rinconcito también se encontraba una fotografía de Sri Ramakrishna, debajo una anotación que decía: "Madre, aquí está Tu virtud, aquí Tu vicio. Tómalos a ambos y concédeme solamente amor puro por Ti. Aquí está Tu conocimiento, aquí Tu ignorancia. Tómalos a ambos y concédeme solamente puro amor por Ti. Aquí está Tu pureza, aquí Tu impureza, Tómalas a ambas, Madre y concédeme solamente puro amor por Ti. Aquí está Tu dharma , aquí Tu adharma. Tómalos a ambos, Madre, y concédeme solamente puro amor por Ti." No sé si lo que ví es cierto o no, a veces siento que alucino cosas, una vez podía jurar que había puesto en un sitio en específico una chuchería y resulta que no; estaba en otro lugar. Según ciertas creencias no es natural que las cosas se pierdan y aparezcan en otros sitios, se cree que el diablo está jugando contigo. —Roberto,¿ tienes novia? —¿Tengo cara de no tener? —Bueno, me intriga mucho saberlo —Si, se llama Nadia —¿Tu te enamoraste de ella? —Bueno, vivo aquí, siempre lo he considerado normal, fue decisión de mi padre, antes de morir me había dicho que necesitaba casarme, nunca lo cuestione, solo decidí seguir su consejo —¿No tienes problemas? —¿Te refieres a mi relación con ella? —Si —Es muy servicial, es un ángel— no sabía si hablaba de manera metafórica o en verdad era un ángel, en todo el sentido de la palabra. Roberto caminaba alrededor de la casa, seguíamos juntos, solos y estaba todo tan silencioso. Parecía tener muchos asuntos que resolver porque daba vueltas con la mano puesta en la barbilla. Me senté porque estaba cansada, y pude ver su peculiar caminar, parece que un mínimo espacio separaba sus pies del suelo, como si en lugar de caminar flotara. Me llene de terror, también hablaba de manera melodiosa, daba gusto escucharlo. —Phoebe, para tu próxima visita necesito que traigas piedras de cuarzo, quiero consultar algo— en ese momento cogió al gato que se movía algo inquieto desde que llegué y le dijo: —. A ti tambien te necesitaré —Bueno, amigo, cuídate, me voy— lo abracé y mis ojos una vez más se llenaron de lágrimas, que sensible me sentía Salí y ya eran eso de las 10: 00 pm, corrí por las avenidas, tenía miedo por la oscuridad, finalmente pude llegar a casa. A mí salida de la casa de Roberto pisé babosas, me sentí culpable de lastimarlas, pero no pude evitarlo, pensé que la única forma de evitar dañar a otros seres era con poseer cualidades como las de Roberto, ¡ que mundo éste, en cada paso hay imperfección, vivimos en un mundo mal ajustado!
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