| ¿Su… esposo? |
POV Cecil
Mientras miro por la ventana del avión recuerdo cada uno de los momentos a su lado y no puedo evitar sentir mucha emoción. Después de casi un mes de no verlo, me arriesgué a viajar a New York a darle una sorpresa al hombre que amo.
No fue una decisión fácil, quería estar al lado de Jenn y apoyarla pero entiendo que ella no quiere ver a nadie no sé qué hubiera hecho yo si mi novio me dejara plantada en el altar, pero se que eso no pasará por qué el día que todo esté en orden nos casaremos y seremos muy felices.
No nos conocimos de una forma tradicional pero eso no evitó que el amor surgiera entre nosotros.
Desde hace unos años empecé a utilizar una de esas aplicaciones de citas pero nunca me atreví a conocer a ningún hombre hasta que encontré su foto, y como si sus ojitos me hablaran no pude dejar de repetir su nombre por semanas enteras … William Stagliano.
No pude dejar de pensar en él así que después de mucho pensar le envié un mensaje. Estuvimos hablando por casi 3 meses, todos los días, a cualquier hora y de cualquier tema. No puedo negar que una parte de mi se emocionó al conocer a alguien que me entendía y me escuchaba que hacía tiempo para hablar conmigo no solo para llevarme a la cama.
Yo sabía todo lo que hacía, su rutina, su trabajo y hasta conocía a su familia, siempre me hacía video llamada o me mandaba fotos. Hablábamos por teléfono por largas horas hasta quedarnos dormidos.
Habíamos planeado conocernos tantas veces pero algo lo impedía hasta que me decidí y le di un ultimatum, si no venía al bautizo de las hijas del profesor Sun, no le volvería a hablar.
Lo cité en la capilla del hotel donde sería la ceremonia, por que a pesar que soy aventada y un poco loca, si me daba miedo verme a solas con él por primera vez. Tenía ansiedad porque por primera vez me empecé a sentir insegura, por qué él es demasiado atractivo.
El día llegó y estaba desanimada cuando no lo vi llegar, continuamos con la ceremonia.
FLASHBACK
Después de que rociaron el agua sobre la cabecita de Ro-Hee, mi ahijada, no lloró como So-Hee, mi Ro era una campeona. Me la lleve afuera para hacerla caminar cuando un auto se estaciono a nuestro lado.
William usaba un traje azul que combinaba con mi vestido gris al verlo en persona me enamoré. Se veía como un príncipe azul, con su cabello rubio, sus ojos tan azules y esa hermosa sonrisa. Además apareció con un arreglo de girasoles, mis flores favoritas, no podía ser más perfecto.
— Hola Cecil, soy… — Me levanté del césped con Ro-Hee en mis brazos y estiré la mano para saludarlo.
— William, ¡Qué gusto que pudiste venir! — Mis ojos recorrieron todo su cuerpo, no pensé que en persona se viera mejor que en fotos.
— ¿Ella es tu hija? — pregunto y negué con la cabeza.
— Es mi ahijada se llama Ro-Hee pero puedes decirle Rosie como le decimos todos.
— Es muy linda — dijo sonriéndole y Ro-Hee atrapó su dedo antes de sonreírle ¡Qué coqueta! Le diré a su madre.
— Cecil, ¿puedes darme a mi hija?, aun no le di de comer — dijo Hebe mientras traia a So-Hee en sus brazos.
— Si quieres cuidar a alguien puedes quedarte con Ro-Hee tomaste a la gemela equivocada.
— Yo pensé … — dije con las mejillas sonrojadas mientras William me veía divertido.
— No te preocupes, hasta yo me equivoco. ¡Oh! pero ¿Quién es tu amigo? — preguntó Hebe.
— Él es William Stagliado, el chico con el que estuve hablando por unos meses.
— ¿Existe? Pensé que era broma, como decías que un hombre no podía ser tan guapo, pero mira aqui esta. Entonces lo dejo solos para que aprovechen el tiempo perdido, me llevaré a mis bebes — dijo poniéndose una en cada brazo.
— ¿Ella es la mama? Se ve muy joven — dijo William.
— Tenemos la misma edad solo que ella usa maquillaje coreano — dije recordando nuestra broma personal.
— Debe ser, entonces … ¿Piensas que soy guapo? — preguntó, y sentí el calor subir por mi cuerpo hasta mis mejillas.
— Un poco, ¿y tú? ¿Crees que soy guapa? — pregunte
— Estoy aquí porque eres muy hermosa, además me gusta tu forma de ser, no soy de ir a bautizos. Que tal si nos vamos de aquí ¿Puedo invitarte una copa? — pregunto
— La fiesta será en el salón del hotel — respondí
— Que bueno, justo tengo una habitación en él — dijo tomando mi mano.
Bailamos cada una de las canciones que colocó el DJ. Sus manos en mi cintura mientras bailabamos lento, quemaban mi piel. Este hombre me gusta, me gusta mucho.
— Me divertí mucho contigo esta noche — dije deteniéndome en la puerta de mi habitación. William como caballero me acompañó.
Nuestros dedos están entrelazados, y siento ese cosquilleo en mi cuerpo, no quiero dejarlo ir. Nos quedamos mirando por un par de segundos que parece ser mucho tiempo, cuando de pronto suelta mi mano y pienso que lo hace para que yo pueda entrar a mi habitación pero con sus dos manos toma mi rostro y juntar sus labios con los míos.
Su beso no es suave, es apasionado sus labios envolvían los míos como si me estuviera comiendo la boca. Su brazo atrapó mi cintura para juntarme más a él mientras su mano recorría mi espalda causando escalofríos.
— William — dije suavemente y negó con la cabeza alejándose de mí.
Cuando abrió los ojos vi en ellos algo que conocía perfectamente, deseo, él me deseaba asi como yo lo deseaba a él.
— Si quieres nos podemos seguir divirtiendo … — Dijo sonriendo de lado. Tenía que aprovechar la oportunidad. Mire a los lados y no había nadie así que lo atraje a mí y cerré la puerta.
FIN DEL FLASHBACK
No me enamoré ese día pero esa fue la primera de muchas noches que compartimos juntos, el inicio de nuestra historia. Cuando podía venía a visitarme o nos encontrábamos en algunos lugares a los que yo iba por trabajo.
Me enamoré de él, de su dulzura al hablar y de su forma apasionada de hacerme el amor. Nunca conocí a nadie como él. Hace unos meses me propuso ser su novia y por supuesto acepté. A pesar de que íbamos a tener una relación a distancia, ambos estuvimos de acuerdo en ser exclusivos, yo no quería estar con nadie más y él tampoco.
Termino de instalarme en el hotel, me doy un baño profundo ya que con William nunca se sabe. Busco uno de los vestidos que me regalo y dejo mi cabello suelto, siempre me ha dicho que le encanta mi cabello n***o y largo. Pongo un poco de sombras en mis ojos para resaltar el color verde en ellos y estoy lista. ¡Ah! Casi olvido un poco de brillo en los labios y nada más, siempre me ha dicho que le gusta mi belleza natural.
Llegué a las oficinas de Stagliano motors y vi todo alrededor. ¡Me encanta! Todo es bonito y se ve que los detalles son de lujo, casi todo brilla. Me encuentro con una señorita en recepción.
— ¡Buenos días! — le digo muy animada — Estoy buscando a William Stagliano — sonrió cuando la señorita levanta su vista hacia mi.
— ¿Al señor William Stagliano? — pregunto y asentí
— El ya no trabaja aquí se retiró hace más de 5 años
— Entonces debe ser su hijo es más o menos unos 8 años mayor que yo.
— Oh el señor Willy — ¿Willy? parece que aquí los empleados se toman confianzas con sus jefes — él tampoco trabaja aquí, a él lo puede encontrar en el edificio BCASS esta a unas cuadras de aquí puede ir caminando.
— ¿BCASS? — pregunté
— Si ese es el edificio de su empresa — ¿Que raro? ¿Otra empresa? Cuando lo conocí era el CEO aquí.
— Creo que estábamos hablando de otra persona él me dijo que era el CEO de esta empresa.
— Así es WIlly fue nuestro CEO por un tiempo cuando su padre se jubiló.
No digo nada más y empiezo a caminar y finalmente encontré el dichoso edificio. Entre y nuevamente me recibieron en recepción.
— Buenos días, estoy buscando a William Stagliano — dije a la recepcionista, en este caso era una señora mayor.
— Buenos días, ¿Tiene cita?
— No, pero si le dice mi nombre estoy segura que me recibirá Cecil Jones por favor — dije con una sonrisa.
— Lo lamento pero sin cita no podrán atenderla — dijo de manera déspota.
— ¿Podría al menos intentar hablar con él? — pregunté
— El señor Willy no está, pero le pasará el mensaje a alguien que seguramente le podrá atender — dijo la señora con una sonrisa, casi mueca pero al menos me recibieron así que no importaba — puede tomar asiento.
— Muchas gracias — dije con una gran sonrisa.
Esperé como unos 10 minutos y nadie venía a recibirme, mire a la señora de recepción pero ella solo respondió que esperara un momento más.
La campana del ascensor sonó y mi vista fue hacia ese lugar. De el bajó una mujer muy parecida a mi, solo que se veía como de la edad de William pero era muy bonita.
— Hola me dijeron que estás buscando a Willy — dijo con una sonrisa. Realmente éramos muy parecidas solo que ella tenía unos ojazos verdes, muy bonitos.
— Así es, soy Cecil Jones mucho gusto — dije estirando mi mano para saludarla — vine hasta aquí para hacerle una sorpresa.
— Mucho gusto, Soy Salomé Stagliano — dijo poniendo más énfasis en el apellido que en su nombre — mucho gusto… Me puede explicar ¿Por qué usted quiere sorprender a mi esposo? — respondió enojada cruzándose de brazos ¿Qué… que fue lo que dijo?
— ¿Su… esposo? — dije y ella asintió con seguridad eso fue lo ultimo que vi hasta de que todo se pusiera n***o.