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1242 Words
El Relicario Nicholas se sentó nuevamente frente a la mesa, con el relicario ahora descansando en la palma de su mano. El peso de todo lo que había descubierto hasta ahora comenzaba a ser casi insoportable, pero sabía que no podía retroceder. Tenía que averiguar la verdad, por Elise, por Laura y por todo lo que estaba en juego. Banks se acercó con una serie de papeles adicionales, algunos viejos y otros mucho más recientes, todos perfectamente organizados pero llenos de una sensación de abandono y misterio. Los documentos estaban marcados con las iniciales “A.B.”, correspondientes al Dr. Alistair Banks, el abuelo de Henry y Nicholas supo, con un retortijón en el estómago, que esta sería la última parte del rompecabezas. - Estos son los registros más antiguos. - dijo Banks, mientras pasaba las hojas con cuidado - Son relatos de los últimos días de Elise, escritos en su propia mano. Nicholas lo miró, expectante, pero con el corazón acelerado. Sabía que lo que leería ahora podría cambiar su comprensión de todo lo que había ocurrido. Su respiración se volvió más pesada mientras los ojos se fijaban en las primeras líneas. “10 de marzo de 1867” “Mi estimado Señor Banks. Sé que el tiempo corre en mi contra. Cedric y yo estamos atrapados en un juego que ni él ni yo comprendemos completamente. La Casa Kingsley está en peligro y el tiempo se nos acaba. Sé que estoy protegiendo algo mucho más grande que el amor que siento por él. No sé si algún día comprenderán lo que estoy haciendo, pero si muero... quiero que sepa que siempre amaré a Cedric.” Las palabras de Elise, escritas con tal fervor y desesperación, hicieron que el pulso de Nicholas se acelerara. ¿A qué se refería? ¿Qué era lo que estaba protegiendo? Pero la confusión lo invadió aún más cuando leyó la siguiente línea. “He tomado la decisión más difícil de mi vida. Este no es solo un acto de amor, sino de supervivencia. Mi sacrificio no será en vano. Cuando todo esto termine, espero que el linaje de Cedric, el verdadero heredero, pueda reclamar su lugar.” Nicholas tragó saliva con dificultad. Sabía que Elise estaba luchando con algo mucho más grande que su relación con Cedric, pero ¿Qué había querido decir con “el verdadero heredero”? ¿A qué se refería con que el linaje de Cedric reclamara algo? ¿Y qué papel jugaba ella en todo eso? “La mansión nos está observando. Hemos hecho lo que teníamos que hacer, pero temo que nunca llegue a explicarlo. Si algo me sucede, por favor, que Cedric sepa que fue lo correcto. Que lo ha hecho bien.” Un pesado silencio llenó la sala mientras Banks lo observaba con intensidad. Nicholas estaba tan ensimismado en las palabras de Elise que no vio cómo su terapeuta miraba sus reacciones con creciente preocupación. El psicólogo sabía que estaba comenzando a desentrañar un misterio mucho más complejo de lo que había imaginado. - ¿Qué significa todo esto? - preguntó Nicholas, levantando la vista, la voz quebrada. Banks miró los papeles antes de responder, su rostro grave. - Lo que estás viendo son los últimos pensamientos de Elise antes de... antes de que desapareciera. Creo que ella hizo algo más que proteger a Cedric. El sacrificio del que habla, Nicholas, puede que tenga que ver con algo más relacionado con la propia familia Kingsley. Esto no es solo una historia de amor. Es una historia de redención y condena. Nicholas dejó escapar un suspiro, abrumado ¿Por qué Elise nunca le había contado todo esto? ¿Qué estaba ocurriendo en la mansión que les había obligado a tomar decisiones tan extremas? Pero su atención volvió rápidamente a los documentos. Mientras hojeaba las páginas restantes, se encontró con un borrador de carta fechada el 15 de junio de 1867, escrita por el Dr. Banks a un desconocido: “He tenido que ocultar la verdad de la muerte de Lady Fairchild. La gente de Langley dice que fue un accidente, pero sé que no es así, algo mucho más siniestro ocurrió esa noche. No fue un simple accidente. Yo estaba allí y sé lo que vi. Lady Elise fue... ella fue sacrificada por algo mayor. La mansión la reclamó y con ella, también reclamó a su linaje.” El golpe en el pecho fue casi físico. Nicholas sintió un nudo en la garganta, pero su mente no podía procesar la totalidad de lo que estaba leyendo. Sacrificada... ¿Cómo? ¿Por qué? Banks había dejado de hablar, aparentemente consciente de la lucha interna que estaba librando Nicholas. El psicólogo dio un paso hacia él, acercándose más al diario de Alistair. - Elise estaba tratando de proteger a Cedric, pero también estaba tratando de proteger algo más grande, algo relacionado con la familia. - ¿Qué significa esto de que la mansión la “reclamó“? - preguntó, dejando escapar un suspiro Nicholas dejó la carta con un golpe seco, la confusión aún burbujeando en su interior. - Elise era parte de algo más grande, pero no sabemos qué. Patrick asintió con gravedad. Luego, sus ojos se posaron sobre el relicario que Nicholas había mantenido en sus manos durante toda la conversación. - Creo que ese relicario... es una clave. Quizá lo que Elise dejó atrás, lo que ustedes han comenzado a reconstruir, tiene más que ver con los misterios de la mansión y de la familia Kingsley de lo que imaginas. Nicholas miró el relicario. La conexión era clara ahora, aunque su mente seguía dando vueltas a las revelaciones que acababa de encontrar. Elise no solo había sido su amor, su esposa secreta... Había sido el último eslabón de una historia mucho más antigua y esa historia estaba a punto de alcanzarlo, a él y a Laura. El joven levantó la mirada hacia Banks. - Si el relicario es una clave y yo otra, revisa mi cabeza… Quiero ver lo que muestran las pesadillas… Tal vez encontraremos respuestas. - Nicholas… Eso es peligroso. – advirtió el psicólogo – En tu estado actual no podrás diferenciar la fantasía de la realidad… - Creo que es tarde para eso, Henry. – se burló el joven – Ya no sé quien soy o si soy ambos… Si debo proteger a Laura o terminar lo que mi esposa comenzó al ayudarme. – se rio amargamente – Ahora ya no puedo diferenciarme de Cedric al hablar de Elise… Patrick miró a Banks y asintió. Tenían que asumir el riesgo. - Lo haré. – dijo el hombre finalmente – Pero si veo que corres peligro te sacaré del trance. - Hazlo, pero necesito saber… Es la única forma de armar las piezas… Nicholas se acostó en el sofá sin decir nada y cerró los ojos. Banks se acomodó inquieto antes de hacer un gesto para que los demás no hablaran y comenzó a inducir la hipnosis… - Quiero que te relajes, respira lentamente. Tu cuerpo se sentirá cada vez más liviano. Puedes ir a donde quieras… Elige el lugar que desees ver… Habla en voz alta para que podamos acompañarte… Eso es… 3… 2… 1… Abre la puerta que te lleva a ese lugar…. Nicholas obedeció las instrucciones y su respiración se hizo cada vez más lenta y profunda… y su mente lo llevó al lugar en el que quería estar…
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