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1559 Words
Kingsley Hall La lluvia caía suavemente sobre el parabrisas mientras el auto avanzaba por la carretera sinuosa. Nicholas conducía con una concentración que parecía ir más allá de la simple necesidad de mantener el vehículo en el carril. Había algo en el aire, una tensión palpable que no lograba sacudirse. Laura estaba a su lado, su mirada perdida en la ventana, en el paisaje que pasaba rápidamente. A pesar de que estaba físicamente cerca, Nicholas sentía que ella estaba tan distante como el horizonte. Habían pasado por una tienda de departamentos en el camino y aunque Laura no había dicho una palabra al respecto, él había insistido en comprarle algo de ropa. No podía permitir que ella llegara a Kingsley Hall en ese estado, sin más que una sudadera y una gabardina, especialmente si se trataba de algo tan... significativo para ella y para él. La joven había aceptado en silencio, dejándose llevar por la rapidez con la que él tomaba las decisiones. Ahora, con un conjunto de ropa más adecuado, el ambiente entre ellos parecía ligeramente menos tenso, aunque seguía pesando la incertidumbre de lo que encontrarían en la mansión. El sonido del teléfono rompió el silencio incómodo en el coche. El nombre en la pantalla era desconocido y algo en los ojos de Nicholas se oscureció al instante. Se giró hacia el dispositivo, evaluando el número y luego lo miró a ella. - Un momento. - dijo en voz baja, con el ceño fruncido. Estaba molesto. Cuando Nicholas vio que el teléfono vibraba insistentemente, su paciencia se esfumó. Con un rápido movimiento, aceptó la llamada y la puso en altavoz - Si es un maldito periodista, le corto. La conferencia fue hace un mes. - Su voz estaba cargada de una frustración palpable, casi como si esa llamada interrumpiera algo mucho más importante que él no quería dejar pendiente. Laura lo miró, sin comprender del todo, pero su curiosidad fue suficiente para que permaneciera en silencio, escuchando a su lado mientras él respondía. - ¿Sí? - la voz de Nicholas sonó seca, impaciente. Al otro lado de la línea, una voz grave, pero contenida, respondió. - Señor Kentwood, lamento interrumpir. Soy Patrick Turner. Estaba tratando de comunicarme con usted desde ayer, pero lo he visto tan ocupado que decidí no insistir. El nombre de Patrick hizo que la sangre de Nicholas se congelara por un instante. Patrick. ¿El mayordomo de Kingsley Hall? Su mente corrió por los pasillos de recuerdos turbios, todo lo que había oído en su infancia sobre ese hombre, sobre lo que él había sido para la familia Kingsley. Su conexión con Owen, su ancestro... Su lealtad al marquesado, incluso después de tantos años. - ¿Patrick? - respondió Nicholas, su tono cambiando instantáneamente. Ya no estaba tan enfadado, sino que ahora una alerta grave invadía su voz - ¿Qué pasa? Laura lo miró, notando el cambio sutil pero indiscutible en su postura. Nicholas estaba ahora completamente concentrado en la llamada, el resto del mundo fuera de foco. - Señor Kentwood, me avisan que viene en camino. Nicholas frunció el ceño, una presión creciente sobre su pecho. La fundación… todo había estado bajo control de la fundación durante generaciones. - Estoy a una hora... ¿Algún problema? - preguntó, su voz más baja ahora, con un tono que no admitía dudas. - Bueno... Hemos tenido un pequeño inconveniente con la seguridad de la propiedad. La puerta del ala oeste... parece que ha sido abierta. El estómago de Nicholas dio un vuelco. La ala oeste. Esa ala. La misma donde todo había estado sellado por años. La misma ala que, según las historias que su abuelo le había contado, era donde Cedric había sido visto por última vez antes de su desaparición. La conexión que había con ese lugar… ese sitio donde ni siquiera los miembros más cercanos de la familia habían tenido acceso. La tensión creció y Nicholas apretó las manos sobre el volante. - ¿Estás diciendo que alguien ha entrado en la propiedad? - su voz sonaba grave, como una advertencia. - Exacto. Y, señor Kentwood, hay algo más que debo mencionar. Lo que encontramos en el ala oeste… no era solo polvo y abandono. Hay huellas, señales de que alguien ha estado buscando algo en particular. Nicholas apretó los dientes, su mirada fija al frente, aunque el paisaje se desdibujaba en su mente. Un nudo de ansiedad se formó en su estómago. - ¿Víctor fue informado? - Si, pero preferí llamar ya que, al parecer, viene acompañado... - Voy con la restauradora del retrato de Kingsley... Quiere ver la mansión y donde se pintó. - Ya veo, señor... La línea de teléfono se mantuvo un momento en silencio tras las palabras de Nicholas. Patrick, al otro lado, parecía tener algo más que decir, pero se contuvo por un instante, como si evaluara cómo transmitir la gravedad de la situación. - Señor Kentwood. - dijo finalmente, con voz firme, pero con una ligera tensión - El director de la fundación me ha informado de su visita y he hecho los arreglos necesarios. La casa lateral está preparada para su llegada. Los accesos y el alojamiento están listos. Nicholas frunció el ceño al escuchar las palabras de Patrick. La casa lateral. Eso no era lo que esperaba. Kingsley Hall había estado en desuso por años y toda la propiedad había sido considerada un riesgo por la fundación debido a su estado deteriorado. La mansión misma, con sus pasillos polvorientos y salas vacías, era el hogar de los recuerdos más oscuros de la familia. Sin embargo, la casa lateral... nunca se había mencionado. - ¿Por qué la casa lateral? - preguntó Nicholas, su voz ahora tensa. No había visto necesidad de abrir esa parte de la propiedad y mucho menos de prepararla. ¿Qué estaba ocurriendo realmente en Kingsley Hall? - Es... más segura para su visita. - respondió Patrick, con una ligera pausa. La respuesta parecía calculada, como si no quisiera compartir toda la información de golpe. La casa lateral, aunque más pequeña y menos imponente que la mansión principal, había sido más fácil de asegurar y estaba situada lo suficientemente cerca como para permitir el acceso rápido a las áreas que Patrick sabía que Nicholas necesitaría revisar. El silencio se hizo pesado entre ellos y Nicholas frunció el ceño, procesando lo que acababa de escuchar. Algo no estaba bien. Si la fundación había dado luz verde para que él y Laura se acercaran, ¿Por qué no le mencionaron esto antes? Y esa casa lateral... ¿Qué secretos ocultaba? - ¿Qué ha pasado en la mansión? ¿El deterioro sigue? - preguntó Nicholas, dejando que su tono revelara su creciente desconfianza. Sabía que Patrick no decía toda la verdad. Algo se sentía raro. Patrick, como si leyera los pensamientos de Nicholas, continuó rápidamente, como si no quisiera que se quedara con más dudas. - Solo asegúrese de llegar sin más demoras. Estoy tomando precauciones, pero las cosas han cambiado... alguien más ha estado cerca de la propiedad en los últimos días. Prefiero que se mantenga bajo perfil por ahora. Nicholas apretó los dientes. Alguien más. Aquello no era algo que Patrick soliera mencionar sin motivo. - ¿Qué quieres decir con eso? - preguntó Nicholas, más frío que antes. Patrick vaciló, pero su respuesta fue inmediata. - No puedo decirle mucho más, señor. Solo que me preocupan los movimientos que he notado en el perímetro. Le recomiendo que esté alerta cuando llegue. La tensión en el aire era palpable. Nicholas sabía que las palabras de Patrick no eran una simple advertencia. Algo estaba ocurriendo en Kingsley Hall que ni siquiera él, con su posición en la fundación, podía controlar. - Entendido. - dijo, apretando los dedos sobre el volante con fuerza. Su mente corría a toda velocidad mientras el auto seguía su rumbo hacia la mansión- Nos veremos allí pronto. Con un clic, cortó la llamada. Laura, que había estado escuchando en silencio, lo miró con el ceño fruncido, notando el cambio en su postura, la tensión que se había apoderado de él. - ¿Qué pasa? - preguntó ella, más preocupada ahora que antes. Nicholas no la miró de inmediato. Sus pensamientos seguían centrados en la llamada, en las palabras de Patrick. Alguien más. ¿Qué estaba ocurriendo realmente en Kingsley Hall? Y lo más importante, ¿Quién estaba detrás de esos movimientos extraños alrededor de la propiedad? Finalmente, dejó escapar un suspiro, girando la cabeza para mirarla. - Nos esperan en la casa lateral. - dijo, tratando de no sonar tan preocupado. Pero su voz no pudo ocultar por completo el malestar que sentía. Algo grande estaba a punto de ocurrir en ese lugar, algo que los dos no podían prever. - ¿Es algo malo? - Si consideras que voy contigo... Si... - No entiendo... Nicholas suspiró. Era un Kingsley, se supone que debe llegar a la mansión principal, aunque no sea el marqués o titular. El quedarse en la mansión lateral es como si se le negara su identidad, pero Laura no sabía quién era y no quería que lo supiera aún con lo confundida que estaba. - Todo estará bien... Estoy contigo... - le dijo con seguridad y la joven asintió son decir nada en tanto avanzaban por el camino.
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