AZUL
Estoy abriendo mis ojos, pero me encuentro desorientada, no logro ubicar en el lugar que estoy y tampoco veo a nadie con migo, no se cuánto tiempo pasó y tampoco logro recordar que pasó antes de ¿desmayarme? creo que eso me sucedió pero no estoy tan segura de eso.
Tengo como tres minutos de estar despierta y tratando de recordar que me sucedió pero todo es tan confuso, cuando observó que la puerta se está abriendo y entra un doctor y una enfermera.
La enfermera es chaparrita y delgada, piel blanca, muy blanca, cabello rubio claro, ojos verdes pero a simple vista ya le caí mal, de eso estoy un cien por ciento segura.
Por su parte el doctor es blanco, cabello café oscuro, ojos ¿café? o ¿con color celeste? no lo sé, la verdad, es alto y delgado, a simple vista se ve amable al menos con sus pacientes por qué con la enfermera creo que no le cae muy bien.
— Señorita Azul Miller veo que ya despertó, ¿Cómo se encuentra? -mal, confundida.
— Estoy confundida, pero me siento mejor -creo, ya no se.
— Muy bien señorita Azul Miller -otra vez ese señorita.
— Solo Azul por favor - pedí y me gane una mirada de ¿odio? por parte de la enfermera y una sonrisa por parte de mi doctor.
— Muy bien Azul, dime ¿Qué recuerdas antes de desmayarte? - me pregunta
— Poco y nada, más nada, solo se que escuche gritos de mi ¿mamá? y de Santi, yo bajé las escaleras y es todo lo que recuerdo - cuando el doctor escucho el nombre de Santi sonrió y la doctora me miró ¿enojada? pero ¿Qué cosa pasa con ella?
— Bueno Azul, te tengo que informar que su hermano ¿Santi? - asentí — Está afuera, en la sala de espera, hace como quince minutos que salió de este cuarto, el ya está al tanto de tu salud y me gustaría que el estuviera presente cuando se lo diga a usted.
— ¿Es grave lo que tengo? ¿me voy a morir? ¿Cuánto tiempo me queda? ¿mi mamá no ha venido a verme? - solté una pregunta tras otra y el doctor parece divertido mientras mi angustia crece más y la enfermera sigue ¿enojada?
— No creo que vayas a morir, no sé exactamente cuánto tiempo te queda pero espero que sean mucho años, tu madre ya sabe también lo que te sucedió y por lo otro si es un poco grave pero con ayuda de tu hermano y mía lograrás salir adelante. - en eso la puerta se habré y veo a mi hermano, en ese momento la enfermera lo vio y le sonrió, no me sorprende mi hermano es guapo lo gracioso es que el no le devolvió el saludo, eso tampoco me sorprende el está con Luna si bien no están casados, mi hermano es muy respetuoso en cuanto a sus relaciones amorosas.
— Princesa despertaste, estaba muy preocupado por ti, tu no tienes que preocuparte por nada que tú hermano mayor te cuidara de ahora en adelante - sonreí y la cara de la enfermera es para morir de risa, ¿Quién la entiende? cela al doctor con migo y ahora le gusta mi hermano y también lo cela, ¿será que quiera estar en mi lugar?, soy mujer y se que la actitud que tenía hace unos minutos eran celos.
— Santi el doctor me estaba por decir que tengo pero dice que tú tienes que estar presente -me encogí de hombros.
— Si bueno, más que nada por qué Azul es menor de edad aún y como escuché que usted será su nuevo tutor a demás no se si usted le quiera dar la noticia - dijo el doctor mirando a mi hermano.
— Ah ok, prefiero que lo diga usted doctor, ya que sabrá explicarlo mejor - mi hermano suspiro y creo que si es grave lo que tengo.
— Bueno verás Azul, al hacer ejercicio y no comer lo necesario o requerido para tu cuerpo, te encuentras en una Anemia un poco avanzada pero si se trata a tiempo no pasará de eso, ahora lo que me preocupa es que por lo antes mencionado y por unas pastillas que estuviste tomando es muy probable que tengas problemas cardíacos, para salir de dudas tengo que realizarte unos estudios, pero como te dije cuando todo se trata a tiempo nada grave sucede. -sonaba seguro pero yo ya quería llorar.
— Eso sucede por querer seguir siendo la modelo estrella cuando ya no das para más, mira por irresponsable pusiste en riesgo tu salud -dijo la enfermera y mi hermano y el doctor le dieron una mirada retadora.
— Mire señorita Miranda ya me tiene cansado, todo el día se la a pasado de entremetida en mi trabajo y ahora viene a decir que lo que le sucedió a Azul es culpa de ella, ¿ustedes que sabe? a lo mejor y ella fue obligada y usted aquí diciendo estupideces - Yo lo mire con los ojos bien abiertos y mi hermano con la boca abierta.
— ¿Azul? ?ahora a los pacientes se les tutea? -dijo la tal Miranda.
— Si bueno yo le pedí que le dijera por su nombre por que a mi hermana no le gustan esas formalidades y usted lo escucho, a de más "señorita" - noten el sarcasmo de mi hermano — a usted se le está pagando por atender al paciente con respeto y yo de su parte recibí desde que yo entre por esa puerta solo malas caras y ahora asta ofensas hacia mi hermana ¿creo que tendré que hablar con el director - dijo mi hermano y yo le sonreí, no me sorprende mi hermano siempre ha sido así, amable con quien lo merece y arrogante con quien no.
— Ja ya decía yo que esa carita solo es para la cámara -dijo la tal Miranda que ya me empezaba a caer mal.
— No, eso no es así, solo trato como me traten, es lo justo -dijo convencido mi hermano. — haber señorita le voy a pedir que no moleste a mi hermana, ella lo que necesita es tranquilidad y con usted aquí lo dudo que suceda -le dijo mi hermano ya bastante enojado, yo no sabia para donde mirar, nunca me han gustado los pleitos y ahora soy la causante.
— Te veo en la oficina del director -dijo el doctor igual a más enojado.
— Solo recuerda Manuel que a tu mamá no le gustara saber que me trataste mal por una enferma y modelo de cuarta -así que se llama Manuel mi doctor.
— Y a mí me vale un cacahuate lo que mi mamá me diga con respecto a ti, te lo he dicho muchas veces mi mamá podrá ser muy mi madre pero si yo digo que no es que no -creo que esto ya es personal, de repente me empezó a doler la cabeza y empecé a recordar todo.
— Si bueno yo prefiero que arreglen sus problemas lejos de mi, tengo que preguntar muchas cosas a mi hermano -les dije eso por qué ya empecé a recordar todo lo que dijo el y mi mamá.
— Claro Azul, en un rato vuelvo para revisar que todo esté en orden -me dijo el doctor.
— Huy si cuánta amabilidad de tu parte eso lo puede hacer cualquier enferme....-y antes de terminar la saco a empujones y yo comencé a reír.
— Que buen drama -dije entre risas.
— Azul, se que tienes dudas pero por favor tómate todo con calma y pregunta, si se la respuesta te la daré y si no lo vamos a investigar juntos cómo los hermanos inseparables que siempre hemos sido. -bien llegó el momento de saber algunas cosas.
— ¿Yo no son tu hermana sino tu prima? -pregunte con los ojos llorosos.
— No, para mí tu siempre has Sido mi hermanita, la más chiquita, a la que siempre he cuidado y cuidaré toda mi vida, pero es verdad mis padres no son los mismo tuyos, es importante que sepas, que para mi eso no importa, tu eres mas mi hermana que las verdaderas, recuerda siempre tu me has apoyado y ahora me toca a mi -tengo muchas dudas, ¿por que mi madre mintió y no me dijo la verdad?.
— ¿Entonces por qué me mintió, pudo decirme la verdad desde siempre?
— No lo se, supongo que para tenerte controlada.
— Eso explica por qué todos ustedes son de cabellos rubio oscuro como papá y rubio claro como mamá, mientras yo pelirroja. -pero no entiendo otra cosa — Santiago ¿por qué llevo el apellido Miller?
— Te voy a explicar, tu papá es hermano de mi papá, pero el no era hijo de la misma mujer ya que ella murió, tu verdadero padre saco el cabello de su verdadera mamá, así como tú sacaste el cabello de ellos, ahora con el apellido, mi abuelo le dio su apellido, convirtiéndose tu padre en un Miller y ahora tu también, mi madre era hermana de tu madre y al ser familia por todos lados decidieron adoptarte cuando eso sucedió pero yo nunca pensé que mamá te trataría mal. -yo me encontraba hecha un mar de llanto
— No entiendo nada, ¿por qué su odio hacia mi?
— No tengo idea pero podemos investigar si quieres.
— Si quiero investigar.
— Ya no llores, no me gusta verte así, vamos a qué te duermas y luego veremos cómo solucionamos todo este enredo -las palabras de mi hermano siempre me dieron tranquilidad, quizás es por qué el es el único que siempre me ha cuidado.
— Tienes razón ¿me puede abrazar?
— Claro princesa.
Luego de eso y de seguir llorando me quedé dormida como cuando éramos niños y el me dormía, no deporte asta al otro día para encontrarme de nuevo con el doctor pero que curioso ya no esta la misma enfermera prepotente.
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