El Reino de Lida

1908 Words

Alrededor de las cuatro de la tarde, Natalia recibió un mensaje breve, pero cargado de intención: “Restaurante Rosa Blu, a las 8 p. m.” Venía de un número desconocido no podría, Ser otro más que su jefe. Su corazón dio un pequeño vuelco. El tono seco contrastaba con la expectativa que comenzaba a crecerle por dentro. ¿Una cena de trabajo? ¿Una reunión informal por la niña? ¿O… algo más? Cuando salió de la oficina, el viento helado de la tarde le desordenó suavemente el cabello. Caminó rumbo a casa con la mente hecha un remolino. Una vez en su pequeño departamento, se quedó frente al espejo largo rato. Lo que le devolvía el reflejo era la imagen de una mujer sencilla, de sonrisa amable, pero con una tormenta en los ojos. —No es una cita —se dijo en voz alta—. Es solo trabajo. Soy su

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD