Era tarde, kevin y yo nos quedamos demasiado tiempo en la cocina del orfanato cumpliendo con nuestro castigo, y cuando terminamos los extenuantes labores, nos dimos cuenta que era más de las 8:00 pm, pero antes de irnos a nuestros dormitorios para al fin descansar, la hermana Elena, nos quiso recompensar con delicioso chocolate, pero, eso no logro endulzar la agria sospecha que tenía, no sabía que sucedía, pero sabía que esta noche sería una noche aterradora.
- Mmm, José, este chocolate es demasiado delicioso, ¿no lo crees?. Dice Kevin al degustar su golosina.
- Si, esta rica ¿verdad?...
- Ya amigo, ¿Qué tienes? Pregunta Kevin.
- No sé si debería decirte esto. Dije.
- ¿Y porque no?.
- Creerás que soy un niño loco. Dije.
- Haha, no creo que lo que digas, sea así de exagerado. Responde Kevin de forma sincera.
¿Se lo decía? No podía perder la confianza de mi hermano de orfanato, pero no podía seguir ocultando lo que últimamente ha estado pasando, sabía que si quería ayudar a Kevin, tendría que contarle algunas cosas. Estaba decidido, le contaría un poco sobre este lugar, pero antes, debía deshacerme de la hermana Elena, aún no podía confiar en ella.
- Hermana Elena.
- ¿Que sucede mi vida? Pregunta la hermana.
- Es que, comí tanto chocolate que me duele mi pancita, ¿podría darme algo?. Dije.
- Te sobrepasaste con el chocolate eh, supongo que tengo algún remedio para eso. Responde la hermana Elena antes de marcharse en busca de ese remedio.
- Eh, ¿pancita? Tienes cuatro años. Dice Kevin.
- Necesitaba que nos dejara solos. Dije.
- ¿Para que?.
- Aquí voy.
Inhalo un poco de aire y de tope, le conté lo más importante.
- Creo que estás monjas, en realidad son creaturas malignas, que comen personas o los matan, y creo, que esta precisa noche, sucederá algo terrible y debemos escapar. Dije.
Kevin no se lo creyó, la verdad se sorprendió que dijera algo tan estúpido.
- Retiro lo dicho, si está loco, ¿monjas monstruo? Si fuera real ya nos hubieran comido.
- Se lo que digo, muchas cosas suceden y cada vez que estoy servía de la mayoría de las encargadas, mi cuerpo siente que desea huir. Respondí.
Talvez Kevin no me creía, pero después de escuchar mi respuesta, lo dudo.
- ¿Sientes que tu cuerpo pide ayuda? Pregunta Kevin.
- Si, es una sensación leve, como si estuviera incómodo. Dije.
- No puede ser, creí que era cosa mía.
- ¿qué dijiste? Pregunte.
- Escucha José, cuando apenas nos conocimos y fuimos a la oficina de la directora teresa, también sentí deseos de correr, creía que era por ser nuevo en este lugar.
- Entonces…
- Pero no creo que sea por esas tontas ideas. Me interrumpe.
- ¿No me crees? Pregunte.
- No, pero te apoyo, es lo que hacen los amigos,¿ que hacemos ahora?. Responde Kevin.
Kevin era un gran chico, no me creía y pensaba que yo estaba demente, pero aún así decidió seguirme la corriente.
- Tenemos que irnos, no se que sucederá, pero tenemos que resguardarnos, algo pasará.
- ¿Al menos puedo llevarme mi chocolate? .
Kevin y yo decidimos irnos de la cafetería sin que la hermana Elena se diera cuenta, aunque ella parecía ser distinta, mi pecho aún se sentía ligeramente oprimida cuando estaba con ella, por esa razón decidí no involucrarme con la hermana Teresa.
- ¿Y adónde vamos? no podemos correr por todo el orfanato. Pregunta Kevin.
- En el gimnasio del orfanato, ahí hay una escotilla de ventilación, podremos usarlo para ocultarnos. Dije.
- ¿Ocultarnos, creí que íbamos a escapar o algo así.? Pregunta kevin.
- Tengo 8 años, no soy un experto escapista, pero tenemos que ocultarnos. Dije.
- ¿Ocultarnos de que? Pregunte Kevin.
- De lo que sea, tenga tan preocupadas a las monjas de este lugar. Dije.
Kevin y yo corrimos hacia el gimnasio, pero en cuanto llegamos, nos encontramos a juan y a sus hermanos, haciendo grafitis obscenos en el lugar.
- No puede ser…
- Hey idiotas, ¿qué están haciendo?. Pregunta Kevin.
- Oh, pero si es la pareja de novios, perfecto, después de decorar el gimnasio, los golpearemos, como un premio extra. Responde juan.
- A las hermanas, no les gustara lo que están haciendo. Responde Kevin.
- ¿La monjas? No me hagas reír, desde que anocheció no se han visto en ningún lugar, así que mis hermanos y yo aprovecharemos, para vengarnos, por castigarnos a limpiar este lugar. Explica juan.
- ¿Qué raro, donde estarán las monjas? Dice Kevin.
Si, que raro, ¿Por qué no estarían?, desde que Kevin y yo, nos alejamos de la cafetería, no nos encontramos con ninguna monja, lo cual era raro ya que los niños estaba sin supervisión.
- Bueno, se me quitaron las ganas de grafitiar, mejor les daremos una golpiza. Dice juan.
- Si.
- A ellos.
- ¿Quieren pelea? Perfecto, no les tenemos miedo ¿verdad José?. Dice Kevin.
- No, pero creo que si vamos a tener miedo de otra cosa. Dije
- Deja el misticismo para después hermanito. Dice Kevin.
Kevin de inmediato se abalanza contra los hermanos de Juan con todas sus fuerzas y como aun autentico luchador, comienza golpearlos.
- Wow… ¿donde aprendiste eso? Dije.
- Soy un huérfano latinoamericano, luchar está en nuestras venas. Responde Kevin.
Interesante análisis, pero no había tiempo de responder, ya que juan me ataca por la espalda, y con una navaja oculta en sus pantalones, le corta levemente la cara.
- José!!!
Kevin de inmediato correr para ayudarme, pero es capturado por los hermanos de juan.
Estaba en problemas y Kevin, no podía ayudarme, ¿Qué podía hacer?
- Sabes, según una película, para matar a alguien, solo debes apuñalar lo varias veces, porque no intentarlo contigo. Dice juan de forma sádica.
- Hey, ¿en verdad vas a matarme?. Dije impresionado.
- Así es, ya estoy cansado, así que te mataré, si huyes, mataré a tu amigo, a menos de que me derrotes. Responde juan.
Este chico estaba loco, era peligroso, no podría ganarle, lo único que podía hacer era escapar, pero si lo hacía, mataría a Kevin, asi que no me quedaba de otra.
- Vale, pues a pelear. Dije.
Ataco a juan, pero este de inmediato, me golpea y después me corta en la mano.
- Ahhh!!¡ grite de dolor.
Juan le golpea contra el suelo y después me monta para apuñalarme en el pecho.
- Muere!!¡¡¡
Juan decide darme el golpe final, pero antes de que lograra apuñalarme justo en el corazón, sus brazos son arrancados de inmediato, sin que nos diéramos cuenta.
- AAAAH!!!!!!!!!
Juan de inmediato grita de agonizante dolor y segundos después, todos aterrados comenzamos a gritar.
- AAAAH!
- AAAAh
- HERMANO.
- ¿Qué FUE LO QUE PASO?
Juan se arrastra como un gusano antes de morir desangrado, todos de inmediato, aterrados y confundidos, intentamos huir, pero en cuanto Kevin y yo nos dimos cuenta, los pobres hermanos de juan, fueron decapitados.
- Que… ¿que fue lo que les paso?. Dije confundido y aterrado.
- Sus cabezas… ya, ya no están. Dice Kevin en shock.
Kevin y yo, nos aterrorizamos por completo, pero juntos antes de orinarnos en los pantalones ante tal sanguinaria escena. Una familiar voz sale de las sombras y dice.
- José, amor mío, traje la medicina para tu pancita. Dice Elena completamente ensangrentada.
- ¿Elena?
Confundidos y aterrados, intentas huir, pero Elena con la velocidad de un animal salvaje, logra acercarse y con un solo golpe, a cada uno, de forma impresionante logra dejarnos inconscientes.
Después de algunos minutos, recobro la conciencia.
- José, despierta, tenemos que escapar. Dice Kevin.
Cuando abro los ojos, de inmediato me sorprendí al estar atado en ambas manos, pero me preocupe más por mi hermano.
- ¿Kevin? ¿En dónde estás?.
- Aquí arriba…
Kevin estaba colgado de cabezas, sobre mí.
- ¿Qué haces ahí? Dije preocupado.
- Esa perra me colgó como si fuera una piñata, ¿puedes desatarte? Pregunta.
Yo usando toda mi fuerza, intento romper la soga, lo cual solo fue una pérdida de tiempo.
- No puedo, no puedo liberar mis brazos. Dije decepcionado de mi mismo.
- Ha, no importa, por suerte, esa mujer solo te ato los brazos, levántate y corre. Responde Kevin.
- Pero, ¿qué hay de ti?, no puedo dejarte.
- Estaré bien, no me hará nada.
Kevin estaba al borde de un colapso, estaba asustado, aterrado, pero se controlaba, actuaba de forma sincera y sarcástica, para evitar que yo también estuviera al borde del pánico, ya que se preocupaba por mí.
- No te voy a dejar. Dije.
- No puedes hacer nada, ella pronto regresará. Responde.
- ¿En dónde estamos? Pregunte.
- En alguna parte cerca de la cafetería, tienes que irte.
No iba a dejar a Kevin, no importaba las circunstancias, no iba dejarlo ahí colgado, tenía que ayudarlo, pero primero, tenía que liberar mis manos.
- ya vengo. Dije.
- Mejor no vuelvas. Responde Kevin.
Recorrí el lugar en busca de algún cuchillo o algo que me liberará, y por suerte pude hallar un trozo metálico afilado, que fue perfecto para cortar la gruesa soga.
Después de liberar mis manos, de inmediato corrí para ayudar Kevin.
- Kevin, ya volví, ¿cómo te bajó?. Dije.
- Tonto, no debiste regresar, como sea, corta la soga que está a tu izquierda.
Usando el trozo afilado, del metal que había encontrado, cortó la soga que sostenía a Kevin, y cuando lo hago, Kevin automáticamente cae, cual costal de papas.
- Ay!!!
- ¿Estas bien?
- Sí, pero caí de espaldas, me dolió. Se queja por la caída.
- Espera, te soltare las manos.
Después de cortar las últimas ataduras que amordazaban a Kevin, de inmediato corrimos para salvar nuestras vidas, pero cuando salimos del cuarto, no podíamos creer lo que sucedía.
- No puede ser.
- ¿Que sucede En este lugar? .
Parte del orfanato estaba en llamas y los niños estaba gritando como corderos asustados. Era un caos absoluto de muerte y destrucción, mi hermano y yo teníamos que escapar a como diera lugar, así que decidimos correr desesperadamente en busca de una salida, pero en ese momento, en medio de nuestro apuro, nos topamos con una creatura aterradora que se movilizaba en dos patas, esa creatura tenía un rostro humanoide y prendas que usaban las monjas del orfanatorio.
Esa extraña y aterradora creatura, estaba distraída comiendo un trozo de carne, de un pobre niño muerto.
Kevin y yo nos petrificamos en el segundo en el que vimos a esa cosa.
- ¿Q-que es esa cosa? Dije aterrado.
- No lose, no lo sé, que miedo, ¿que estás pasando?.
- Esta comiendo… ¿se está comiendo a un niño? Dije aterrorizado.
Estábamos en peligro, no podíamos durar por mucho tiempo, si queríamos sobrevivir, tendríamos que ser astutos.
- José, tenemos que regresar a la cafetería, usaremos la puerta trasera que va al gimnasio. Dice Kevin.
- ¿ estás loco? No podemos regresar, Elena nos matará. Respondí de inmediato.
- ¡O es esa loca, o es esa cosa! No tenemos muchas opciones, si usamos la ruta del gimnasio, podremos buscar la forma de huir. Replica Kevin.
- Es verdad, si usamos los corredores que van al gimnasio, podremos ir al parque de juegos y escapar en bosque. Dije.
- Ok, prepárate, cuando corramos, esa cosa se percatara de nuestra presencia y nos perseguirá, tenemos que ser veloces.
Kevin después de dar esas palabras, de inmediato huimos de regreso a la cafetería, y como recién lo había dicho, cuando corrimos, esa criatura humanoide se percata y como una fiera enfurecida y hambrienta, decide ir tras nosotros.
Kevin y yo, corrimos como nunca lo habíamos echo en nuestras vidas, hasta llegar a la cafetería.
Cuando llegamos, sin dudarlo, rápidamente cerramos las puertas para evitar que esa cosa nos comiera.
-rápido, tenemos que cerrar la puerta.
Después de bloquear la entrada, Kevin y yo nos salvamos de ser comidos por ese aterradora criatura, pero cuando creímos que lo peor había pasado, de repente, Kevin es arrojado contra una pared dejándolo inconsciente.
- Kevin!!!!
Nos sabía que fue lo que lo atacó, hasta que.
- Vaya, vaya, vaya, me descuidó un segundo y me presa escapa. Dice Elena.
- TU… ¿ qué quieres de nosotros? Dije.
- Te quiero a ti, posees algo que yo quiero. Responde de forma emocionada.
- ¿Y qué quieres?. Pregunte.
- ¡lo quiero todo! Tus sueños, tus anhelos, tu temor, tu ira, tu cuerpo, tu inocencia, tu carne, tu sangre, lo quiero todo.
Después de decir eso, de una forma inhumana, se acerca y con un golpe, ella me deja casi inconsciente, fuera de combate y tirado en suelo, no tenía escapatoria, solo tenía esperanza de ella me matará de forma rápida, pero ella tenía otros planes.
Elena lentamente comienza a desnudarse, riéndose de lo que iba hacerme.
- ¿Qu-que haces? Pregunte confundido.
- Dije que quiero todo, tu cuerpo, tu odio y tu inocencia, eres un niño bueno, cuando termine de violarte y vea que ya no quieres vivir, hay es cuando decidiré matarte, lenta y dolorosamente.
Intento levantarme, pero ella de inmediato me golpea lastimando todo mi cuerpo de un solo golpe.
- Quédate quieto, no quiero lastimar al niño que me gusta.
Estaba aterrado y quería gritar, quería suplicar.
Elena lentamente se acerca completamente desnuda y con su boca comienza a mordisquear mi oreja izquierda. No podía terminar así, ningún niño merecía morir de esa forma, así que usando todo el poder mis pulmones y garganta, grite como nunca en un desesperado y patético deseo de ayuda.
- QUE ALGUIEN, QUIEN SEA, ME AYUDE ¡!!!