Capitulo 3.
Camino ante el llamado de la enfermera.
— ¿Arya? — Pregunta la chica y asiento.
— Por aquí.
Caminamos por un pasillo donde la chica es detenida por otra quien trata de hablarle un poco apresurada.
— Es el peor día de mi vida, justamente hoy tenían que traer a la mujer del príncipe, todo esto es un caos.
— Tómalo con calma, en cuanto se vayan todo volverá a la normalidad.
— Eso espero.
— Suerte. — Dice la chica quien abre una puerta para mí. — Adelante Arya.
Así como me lo pide lo hago. Al entrar encuentro a dos personas más, un doctor y otra asistente.
— Arya, ¿No es así?
— Si.
— Soy la doctora Daniela Palma, he leído tu historia y no me queda más que preguntar, ¿Estás lista?
— Así es, un poco nerviosa, pero si, estoy lista.
— Bien cariño, puedes acompañar a Laura para que puedas cambiarte.
Así como me lo piden lo hago. En cuanto estoy lista la chica me lleva a la camilla, ambas damas me ayudan a subirme en ella y me piden que me acomode, me siento tan nerviosa que me cuesta procesarlo, no puedo escuchar con claridad a la mujer que me da indicaciones de que no es 100% pero que las posibilidades de que pueda quedar embarazada son muy grandes.
El procedimiento da inicio, siento un poco de dolor, mi corazón se acelera y trato de calmar mi ansiedad, no quiero que nada salga mal, es mi única oportunidad, me tomo mucho reunir el dinero para llegar aquí y ahora que está oportunidad se me ha presentado, no quiero arruinarlo.
— Listo hermosa, solo debes quedarte así unos minutos y Laura vendrá por ti para que puedas cambiarte, debes esperar unos 15 días y hacer la primera prueba, para confirmar, 20 días, así podrás saber con certeza el resultado, feliz día.
— Gracias doctora.
— De nada hermosa.
La doctora se retira dejándome con Laura, ella limpia el lugar y organiza todo, es un procedimiento limpio, no sabré quien es el donante y él no sabrá quién soy yo, después de esto no hay vínculo que me una a nadie más que a mí bebé.
— ¿Lista? — Dice Gloria muy emocionada.
— Si, ahora solo resta esperar.
— Excelente, pronto voy hacer tía, que emoción, esto hay que celebrarlo, tu con jugo y yo con un fuerte tequila.
— Son las 11 AM.— Digo con reproché ante su locura.
— Que sean dos, necesito algo fuerte para calmar la ansiedad, necesito salir de aquí.
— Vamos, yo invito.
— Así se habla.
Ambas salimos del edificio, puedo notar a una hermosa chica subir a un coche custodiado por varios hombres, la cuidan como si fuera la mismísima reina. Camino junto a Gloria y es como si fuera mentira, el sol brilla con gran esplendor y ni corazón siente que será posible, voy a ser mamá, así lo siento y es la sensación más fascinante de todas, no veo la hora de tener los resultados en mis manos.
*Erick Sabag Fajardo.
— Vamos amigo es el momento, ya han dado aviso de que vienen para acá.
— ¿Entonces ya a funcionado? — Pregunto tratando de subirme en mi silla de ruedas.
— No sabremos hasta en unos días, pero el procedimiento salió muy bien.
— Entiendo, solo espero que todo salga como lo planeo, le voy a demostrar a déspota de mi padre quien manda, no me voy a someter ante sus caprichos.
— ¿Aún sigues pensando que es la mejor idea?
— ¿Tengo otra opción? Para ellos ahora soy un hombre incompleto, querer someterme a casarme no es una opción, no quiero a nadie en mi vida, ¿Quieren un nieto? Se lo daré.
— ¿cómo le vas a explicar la situación? Lo harás perder la cabeza.
— Me las arreglaré por mi cuenta, eso he venido haciendo desde hace mucho tiempo.
Me levanto de mi silla en la que he fingido estar lisiado por años ante la imponencia y la soberanía de mi padre, príncipe de Arabia y el empresario más importante de la nación, su poder y codicia lo llevan a sobrepasar los límites conmigo, su segundo hijo, del cual siente vergüenza por enamorarme de una Americana, sin duda un gran error en mi vida.
Hoy se cumplen dos años y medio del desafortunado accidente, debo admitir que tuve la culpa, me enamore perdidamente de Aneta González. Era mi cumpleaños número 25, sentí que era el momento, estaba tan enamorado de esa mujer desde que la conocí en una fiesta de la universidad, para ese entonces tenía 20 años, ella me cautivo sin ninguna duda, mi padre me había enviado a estudiar a los Estados Unidos con la finalidad de hacerme cargo de sus empresas en el país, desde que llegué a Nueva York, sabía que mi destino sería otro, empecé a moverme tal como me lo enseñó, aprendí todo lo que su secuaz y ahora mi mano derecha me ha enseñado, funde mi propia empresa cumplido los 20 años en el que comencé la universidad. Mi propio imperio, lejos de las reglas y normas de mi padre, quien solo pensaba en comprometerme con mujeres para hacer crecer la familia, sin embargo eso no eran mis planes.
Conocer el lugar, los negocios, me lleno de ambición, no pensaba más que en trabajar y disfrutar de mis ganancias llenándome de placeres, mujeres por doquier hasta que la conocí, la única mujer que me ha hecho pensar diferente. La conquiste, con el tiempo ya teníamos una relación, la trataba como una reina, todo el mundo a sus pies, ella era mi reina, y la que sería la madre de mis hijos, por ella me enfrente a mi familia ante sus reglas y religión, por ella me volví el hijo no deseado de la familia, la oveja negra, ¿Para que? Si el día más feliz de mi vida ella lo arruino todo, la fui a buscar para llevarla en un yate a recorrer el mar y la encontré en nuestro departamento en la cama con su supuesto primo, una excusa barata que me había impuesto para permitir que viviera con su amante, todo frente a mis ojos, me destrozó, lleno de irá lo agredí, casi muere ante mi mano, estaba fuera de control, perdí la razón.
Mi locura no tenía límites, ella huyó de mí y dispuesto a ir tras ella no pensaba detenerme, quería saber de sus labios la razón de su traición, se lo di todo y aún así me lastimo como nadie. La seguía por la carretera, recuerdo ver a esa mujer atravesarse en mi camino, mis hombres siguiéndome mientras que ella me impedía llegar hacia Aneta, estuve apunto de hacer una locura, pero su mirada me para liso, la manera en que golpeaba mi auto solo me enfurecía más, ese fue un detonante a mi desgracia. Seguí a Aneta por la carretera, un camión de carga venía a gran velocidad, intente esquivarlo, pero eso solo ocasionó que mi coche colisionara, di vueltas en la carretera, golpee varios coches, uno de ellos me dejó atrapado en mi coche, no podía moverme y por intentar salir una barra atravesó mis testículos, ahí entendi que esa era mi desgracia.
En ese momento lo perdí todo, los sueños de algún día formar una familia, mi hombría, mi dignidad, todo se desvaneció al mismo tiempo en el que yo lo hice, dándome cuenta que el amor no existe, me mato en el instante en el que tuve que congelar mi esperma, mi última esperanza de ser padre. Todo mi mundo se desvaneció en una silla de ruedas, me aferre a esta oscura mansión de la que no he salido por tanto tiempo, pero ahora estoy listo para volver, dejar de fingir y enfrentar a mi padre quien prepara una fila de mujeres para mí, pretende que me case, cosa en la que no estoy de acuerdo, el amor murió para mí hace dos años y medio, soy feliz solo y no permitiré que mi padre se sienta con el derecho de dirigir mi vida.
— ¿Erick? — Exclama mi madre con asombro.
— Hijo, estás de pie. — Expresa mi abuela al verme.
— Mamá, abuela, he vuelto, permítanme presentarle a Marisol Guevara, la futura madre de mi hijo.
Ambas mujeres se quedan en silencio sin poder creerlo.
— ¿Qué barbaridad estás diciendo? — Escucho replicar a mi padre quien aparece ante el llamado de uno de sus hombres.
— Lo que has escuchado. — Le digo fijando mi mirada en su dirección.
— ¿Acaso no has aprendido nada? Estás mujeres no son dignas de llevar nuestro apellido, están manchadas, son el demonio mismo, por Allah que has pedido la razón. Todo este tiempo fingiendo no poder moverte, atrasando los planes de nuestra familia para ti, ahora vienes aquí con esta joven a burlarte nuevamente de nosotros, ¿Pero que tienes en la cabeza?
— Te molesta que no siga tus reglas, me viste en cama y para ti no fue más que ver la vergüenza cuando más te necesitaba, las únicas palabras que te he escuchado decir son, “Vergüenza” y “Esposas” Te hiere que no cumpla tus órdenes, quieres casarme con quién te venga en gana cuando te dije que no pienso casarme con nadie, ¿Quieres un nieto de mi parte? Bien, ahí lo tienes, le acaban de inseminar mi única esperma, felicidades van a ser abuelos muy pronto.
— NOOO, Erick, ¿Qué has hecho?
— Abuela por favor, no seas dramática.
— Es una americana.
— Mamá también lo es.
— Tu madre es musulmana, su madre lo era, ella sigue nuestras normas.
— No te preocupes, no tendrás que lidear con ella, tenemos un acuerdo firmado, en cuanto Nazca el bebé ella me lo entregara y se marchara. No bromeó cuando les digo que no pienso casarme, no voy a tener esposas, ¿Querías un nieto para devolverme todo lo que me pertenece? Aquí lo tienes, quiero mis empresas de vuelta.
— Has perdido la razón, necesitas una familia, una esposa, son nuestras normas y costumbres, es lo que Allah manda.
— Esto no es Arabia, aquí tus normas no sirven de nada, lo siento, pero no van a doblegarme.
— Hijo el amor entre…— La interrumpo.
— No vengas con tu charla de amor, sabes que no creo en nada de eso, entiende que lo único que me importa ahora es mis empresas y ese bebé que viene en camino, entiéndelo, no creo en el amor y estoy mejor soltero.
— Erick hijo…— Lo vuelvo a interrumpir.
— No tengo nada más que decirles, me retiro, nos vemos en la oficina, padre.
Puedo sentir como todos se conmocionan ante mi salida, les he dejado muy claro mi punto y estoy listo para empezar de nuevo.
*Cinco meses después.
Hoy sabremos el sexo del bebé, el doctor ha venido a casa donde la están tratando, puedo ver lo incomoda que está Marisol, no se ha sentido muy bien últimamente, aunque me he encargado de que tenga todo lo que necesita está es la primera vez desde que confirmamos su embarazo que vengo a verla.
— ¿Y bien doctor? ¿Qué sexo es?
— Es un varón, felicidades mi señor, Allah bendice su hogar.
La noticia me llena de dicha, es como si este bebé me reiniciará la vida, mi corazón late con frenesí y me siento ante la alegría que mi cuerpo emite, no me había sentido así en mucho tiempo, con esta noticia, la esperanza ha vuelto.
— Safah, esparce la noticia, que todos sepan que tendré un varón, llama a la diseñadora que me dijiste, esto es motivo de celebración, mi primogénito llegara pronto y con él, mi linaje perdurará, el nuevo príncipe tomara lo que le pertenece.
— Cómo ordene mi señor.
Mi expresión es sería, me siento en la sima, el único varón de la familia, el peso sobre mi hombro se siente, mientras que mi nueva vida ha comenzado, esto solo significa que mi padre tendrá que dar su brazo a torcer, le voy a demostrar que siempre estuvo equivocado.