2. Grace

1444 Words
—A ver, ¿qué tal quedó? —preguntó Regina animadamente. Después de bañarme Regina fue por mí, ella y Helen me sentaron sobre una silla en medio de la cocina y abrieron todas las ventanas para que entrara la luz del sol. Realmente no quería cortarlo, pero mi cabello estaba hecho una catástrofe. Las puntas estaban disparejas. Finalmente accedí y dejé que Regina lo cortara. Miré a Helen y a Dany en busca de una buena señal sobre mi nuevo corte, pero en su lugar vi en sus ojos algún deje crítico. —B-bueno es—murmuró Helen evasivamente—, ya sabes, está un poco… —Muy corto—repuso Dany con los ojos bien abiertos. —Pero se ve… bien, ¿no? —inquirí. —Es que… Alguien entró a la casa y cerró la puerta del corredor fuertemente. —¿Helen? —llamó Ahron—. ¿Lograron que Grace se levantara? Ahron estuvo a punto de continuar con su camino hacia la segunda planta pero se detuvo cuando se dio cuenta de nuestra presencia en la cocina. Con los ojos bien abiertos de extrañeza me miró fijamente entretanto terminó de acercarse. —Carajo—Ahron parpadeó sin quitarme la mirada de encima—. Wow… Grace, cariño estás… —Muy corta—Dany sonrió con diversión—. Ya se lo dije. —Dany, pásame el espejo, por favor—ordené. Dany se apresuró a dármelo. Consciente de las miradas expectantes de todos sobre mí, levanté el pequeño espejo y me vi. Palidecí de inmediato, no recordaba haber tenido el cabello tan corto desde pequeña. Caía liso hasta la mitad de mi cuello, si antes parecía una adolescente de segundaria ahora con más rapidez sería confundida por una niña de primaria. —No puede ser—me incliné y me cubrí la cabeza con los brazos. —No, Grace te ves bien—terció Ahron urgentemente—. Digo, es sólo que estuve acostumbrado a tu cabello largo y ahora es muy diferente. Levanté mi rostro y asentí con desgana. —Yo digo que se ve hermosa—Dany palmeó sus manos con emoción. Me sujetó de las muñecas y me hizo levantar de la silla—. Vamos, sé que quieres verlo ahora. —¿A quién verá? —preguntó Ahron. Regina y Helen le lanzaron una severa mirada a Ahron. —Visitará a Nic—aclaró Helen—. Ella puede. Ahron levantó sus manos en señal de rendición y sonrió nerviosamente. —Oigan, yo estoy de su lado—Ahron se acercó y me abrazó—. Te ves hermosa con el cabello largo o corto, cariño. —Gracias. Cuando Ahron se despegó de mí Dany se acercó de un salto otra vez. —Bien, ve por tu abrigo. Seis días sin salir de la casa de Ahron fueron suficientes como para que la reserva me pareciera un lugar nuevo otra vez. A pesar de que hacía frío levanté mi rostro al cielo y me permití respirar el aire helado pero fresco de las montañas, llené mis pulmones hasta que no pude más. Dany se despidió de todos adentro y se reunió conmigo afuera de la casa. A medio camino ella comenzó a hablar. —Lamento tanto que hayas tenido que pasar por todo esto—no me miró, en su lugar observó hacia el piso cuando continuó—. Sé que amabas tu cabello largo, pero yo sólo intentaba hacerlo más ameno para ti. —Lo sé—sonreí—. No te preocupes por mí, estos días encerrada fueron suficientes. —No es para menos. —No, yo… Regina tiene razón, he sido débil otra vez. Y en vez de ser capaz de poder cuidar de él sólo le creo más problemas. Si yo fuera mujer lobo quizá… podría haberlo protegido. —Grace, eres perfecta como eres, y no tienes que demostrarle eso a nadie.  —Aun así—insistí—, el final de esta historia no tuviera que ser tan trágico si yo fuera como ustedes. —Sí quieres demostrarle algo a los demás hazles saber que eres una chica valiente. Pero yo lo sé y Nic lo sabe también. Me quedé en silencio reflexionando un poco. —¿Crees que se despertará pronto? —No lo sé. Pero una vez que te sienta a su lado querrá hacerlo lo más rápido posible. —¿Qué tipo de suero es el que le administraron a Nic? Esa pregunta me estaba dando curiosidad desde Regina lo comentó levemente. —Es un sedante que la abuela Lauren creó—explicó—. Es más potente que los que se usan comúnmente para los humanos, así que no debe ser usado en personas normales. —¿Y es diferente porque…? —Normalmente somos fuertes, noquearnos o dejarnos inconscientes es difícil, si nos lastimábamos de gravedad teníamos que sufrir el dolor hasta que nuestros huesos por sí mismo se regeneraran. Hasta que Lauren utilizó algunos componentes que todavía ella mantiene en secreto, ahora puede lograr hacer que descanse quien lo necesita cuando esté herido. Genial, otro secreto, parecía una buena razón por la cual volver a comenzar una segunda guerra entre todos. —Fue una de las últimas peticiones que mi abuelo le hizo a Lauren—prosiguió nostálgicamente—. Por eso se fue a Denver, aparentemente fue allá donde encontró dicha fórmula para crear un sedante que funcionara. —Eso es un alivio. —Ni te imaginas. Me alegra que tengamos ese sedante, pero a veces y dependiendo de la cantidad que se use puede lograr dormirnos por semanas, así que también puede ser peligroso en las manos equivocadas. Por eso es probable que Nic todavía no pueda despertar. La entrada al edificio del centro médico estaba siendo custodiada por un par de chicos, eran Gavin y un chico moreno. Dany quiso pasar de largo pero Gavin intervino. —Quita tu mano del medio—Dany ni lo miró—. Traidor. Gavin me miró, noté el brillo de culpabilidad en sus ojos. En realidad no me había preocupado por lo que él había hecho, pero ahora que lo reflexionaba Gavin quiso intercambiarme por sus hermanas. Sin embargo, intenté colocarme en sus zapatos, porque yo hice locuras por intentar hacer algo que contara. —Perdóname Grace—me dijo Gavin. Estuve a punto de contestar, pero Dany se interpuso entre los dos. —Tienes suerte de que mi padre y Ahron sean tan benevolentes—ella sonrió con cierta acritud—. Pero cuando mi hermano despierte y sepa la estupidez que cometiste, te arrancará la… —Dany está bien—corté. Era suficiente de cabezas arrancadas para mí. No quería ver nunca más algo como eso de nuevo. Todavía ver los cuchillos en la cocina me provocó nauseas. —Él no sabía que yo estaba escuchando, lo hice a escondidas y—miré a Gavin—… no estoy molesta. Ahora, ¿podemos entrar? Gavin sonrió levemente, se veía aliviado. —Claro, pasen. Me dediqué a observar en silencio la recepción mientras Dany se adelantó para buscar a Lauren. La última vez que había estado en este salón todo estaba hecho un desastre, enormes lobos luchaban entre ellos y estuve a punto de perder a Nic. Cerré los ojos por un momento y me reprendí internamente, debes ser valiente. —Grace, preciosa—escuchar la voz de Lauren tan animada me hizo sentir aliviada. Me levanté del mueble y me acerqué para saludarla. Me sorprendió dándome un abrazo, como la mayoría decía, Lauren no era de ser muy afectiva, y sin embargo se sintió bien abrazarla a ella también. —¿Cómo estás? —me preguntó tan pronto se separó de mí—. Perdona que no te fui a ver. —No se preocupe—contesté, y me sonreí avergonzadamente—, no estaba preparada para ver a nadie. —Te entiendo—Lauren suspiró y me devolvió la sonrisa. Ella había perdido a su esposo, ¿qué tan doloroso fue para ella que decidió encerrarse en sí misma? Pero lo más importante, ¿cómo logró salir de eso por sí misma sabiendo que cualquier forma no volvería a verlo? —¿Nuevo look? —señaló Lauren. —S-sí… bueno—llevé una de mis manos a la cabeza y volví a tocar mi cabello para recordarlo—. Supongo que no había salida. —Te queda hermoso—me dijo. —¡Te lo dije! ¿O no? —exclamó Dany con emoción. —Bueno, no te haremos esperar más—Lauren señaló hacia el pasillo izquierdo—. Vamos.
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