✝️04✝️

1550 Words
《Luchar por un amor imposible, nuevo o viejo deja muchas secuelas. Mejor es sufrir la pérdida de una vez que someterse a una incertidumbre sostenida y cruel》 Walter Riso —Descansen, ya hicieron mucho por hoy. ¡Todos están terribles!—dijo nuestro superior después de echarnos un regaño por participar en el juego del asesino. ¡Estaba exhausto!, me dolía todo el cuerpo. Habíamos encontrado los c*******s de la familia fuller. Ambos con puñaladas en el cuerpo. En caso del hombre, su cabello fue raspado, y el de la mujer cortado. Arrancaron sus uñas, y una rosa que sujetaban en sus manos. Me froté los ojos, aún los niños no sabían nada. ¿Como decirle que sus padres estában muertos? tendría que comunicarlo a Dan, el psiquiatra de la unidad para que se los diga. —Ya no le des más vuelta al asunto—dijo Jimmy. —Vamos a descansar Richard—me ánimo Bob. Asenti, ya nada podía hacer. Estaba agotado y ya mi mente no funcionaba. —¡Quedate en mi casa! A Rachel y a la niña les encantará verte. Asenti, no tenía ganas de discutir. Me subí al auto, esta vez Bob condujo, Jimmy se despidió y se marchó. Me quedé en silencio, pensando en esa niña de ojos de gatos, en ella, en la zanahoria que supongo que había sido mi primer amor. Era importante, lo sentía dentro de mi cuando la recordaba, sin embargo, la incertidumbre me carcomia. ¿Quien eres Holly? ¿qué me hiciste para olvidarte de tal modo? —¿Estas bien? Asenti. Bob se dió cuenta que no lo estaba. —¿Que tal Mónica? Hice un mohin con mis labios. —Haciendo su artículo periodístico. —¿Por que no le dices que vuelva? ahorita más que nunca la necesitas. —No, no quiero molestarla, es una gran oportunidad. Tendrá un ascenso si consigue esa historia. —¿Sobre quien o que es la historia? —No lo tengo claro. Cuando me lo dijo estaba pensando otra cosa. —¿Que cosa?—arrugó las cejas Bob. Sonreí con picardía. Ese día estaba pensando en desnudarla, besarla, y hacerle el amor. —Ya. Esa sonrisa lo dijo todo. ¿No la haz llamado? —Hoy no. El día estuvo agitado. —Deberías hablar con ella, eso te tranquilizará. Lo miré con nostalgia. —No creo que eso me tranquilice. —¿Entonces? —Me tranquilizaré cuando tenga a ese mal nacido en mis manos. Bob suspiró. —Debes calmarte. Si no piensa con la cabeza fría, no conseguirás nada. —Mañana a primera hora le diré a Sam que publique una foto de Holly. —Eso me parece bien. Al llegar, nos bajamos. Saludé a Rachel con un beso en la mejilla. Y a Samy la alcé, se parecía a mi hermana pequeña, a esa edad murió. —¡Que bueno verte Richard!—se alegró Rachel. Llevaba un vestido hasta las rodillas blanco. Su cabello rojo estaba crespo; sus ojos eran pequeños, y un labial rojo brillante. —Ummm, huele muy bien—murmuré —Gracias. Es pollo al horno. —Tío Richard—me gritó Samy. Tenia su cabello rojo en una coleta alta, y pecas esparcidas por todo su rostro—. Mira este dibujo. —¡Que lindo Samy! ¿quiénes son?—los dibujos estaban pintados de diferentes colores con un palito, circulito, un sol, una casa, pasto verde. Comenzó a señalar el dibujo. —Esté es papá—tenia una melena rubia, eso hizo que me riera–. Esta es mamá —del dibujo de Rachel tenia unos anteojos—. Esta soy yo —era la más pequeña en estatura de todas las personas que estaban —. Este eres tú, tía Mónica, y tío Jimmy—sonreí. Había otra persona en el dibujo, tenía forma de dos alas rojas a los lados, y estaba pintando todo de n***o. —¿Quien es él?—pregunté. —Es el hombre bueno. —¿El hombre bueno? —Si, es mi amigo. —¿Por que tiene alas? Samy se echó a reír. —No son alas tío Richard, es su cabello. —¿Como que es su cabello? —Es un payaso. Mi corazón se disparó. ¿Era posible que el asesino haya hablado con Samy? —Samy... dime...¿de donde conoces al hombre bueno? —Del parque, está buscando a su hija. —¿Hija? —Si, se llama Holly, dijo que era como yo. Temblé. —¿Tú mamá conoce al hombre bueno? —No. Me estaba comprando un helado cuando él llegó. —¿Te dijo algo más? Samy negó con la cabeza. —Samy, prestame mucha atención lo que te voy a decir: Nunca, pero nunca hables con extraño. ¿Okey? La niña se quedó mirándome asustada. —Prometelo Samy, que nunca más te acercarás al hombre bueno. —¿Por que? —Porque el hombre bueno, no es bueno, en realidad es muy malo. —Él solo está buscando a Holly tío. —¡No te acerques a él! ¡Prometelo! —Lo prometo. —Y si lo vuelves a ver, corre y grita muy fuerte. Samy asintió. Suspiré. Aún tenía el dibujo en mi poder. —¿Por que no me muestra tus muñecas? Ella asintió, subió en busca de su colección. Mientras que me acerqué a Bob y a Rachel comentandole del dibujo de la niña y que había hablado con el asesino. Bob se puso pálido. Rachel empezó a llorar. Bob interrogó a la niña, y después fingimos que todo estaba bien en la cena para que ella no se diera cuenta de la gravedad del asunto. La cena fue un silencio absoluto, nadie habló, nadie se rió. Estábamos seguros que pensábamos en el bienestar de Samy. Rachel llevó a la niña al cuarto para así Bob poder conversar conmigo. —¡Se atrevió a acercarse a mi hija!—golpeó la mesa con rabia. —Tenemos que sacarla de Olerfin Bob. —Si. Que mañana tomen el primer vuelo a Cleveland, allá está la madre de Rachel. —Me parece sensato. —Le dijo a Samy que estaba buscando a su hija, Holly. —Holly es hija del asesino, no tenemos dudas. —¿Será el mismo? ha actuado diferente. Se ha arriesgado mucho. De matar mujeres, se atrevió a atacar a una familia entera. Se expone mucho, no es su método. —La manera de asesinar si. Eso es lo que me tiendo confundido de discernir si es un imitador o el asesino original. —Ese asesino nunca fue atrapado Richard... —Lo sé. Rachel bajó las escaleras. —Se quedó dormida. —Rachel, tienen que salir de Olerfin, es muy peligroso después de lo de hoy—dije. —Tiene razón mi amor. Tendrás que ir Cleveland a casa de tu madre. Rachel asintió. —Si, ¿cuándo saldremos? Bob me dió una mirada cómplice. —Mañana mismo. No me ariesgaré que les suceda algo. La mujer asintió. Después de un rato, se fueron a dormir. Yo me acosté en el mueble, estaba muy pensativo. Holly era la hija de un asesino, tal vez por eso la olvidé, y no quería recordarla. ¿qué pasó? ¿acaso lo descubrí? ¿por eso fui corriendo a la casa de mi padre para contárselo? ¿Que pasó Holly, que pasó? Me quedé dormido después de una larga meditación. Un rayo de luz me pegó en la cara. Bostezo, estirandome un poco. —¿Buenos días?—me dice Bob—. ¿Café? Asiento. —¿Como dormiste? —Mejor que las noches que he tenido. —Yo no pude dormir casi. —Me imagino —murmuré tomando un sorbo de café. —Rachel y Samy ya casi están lista. ¿Las llevaré al aeropuerto? Asiento. —Entonces voy arreglarme para acompañarte—me tomé el café a toda velocidad. Y me apresuré a ducharme. Me puse una camisa manga larga blanca, y un pantalón Jean. Al salir del baño, me consigo con Bob abrazando a su familia en la cocina. Era una escena hermosa que me recordó a mi padre, también lo solía hacer. —Bueno...—dije. Rachel estaba en lágrimas. —Ya estamos listos—Bob también tenia rastros de que había llorado. Nos subimos al auto. Bob condujo, yo me senté en el asiento de copiloto y Rachel con la niña atrás. —Me llamas cuando apenas llegues—anunció Bob. Rachel asintió. Seguimo la via, hasta que algo rompió el vidrio trasero y se quedó en la parte de atrás llenando todo el vehículo de humo. Escuché rechinar los neumáticos, y luego un golpe. Abrí mis ojos. Me dolía la cabeza. Un árbol grande estaba frente a mi, y a mi lado Bob con la cara llena de sangre. —¡Bob!—llamé, no me respondió. Volteé a la parte trasera y Rachel y Samy no estaban. Me bajé del auto, desesperado, pero no había nadie, solo un collar del sol y la luna que lo tomé entre mis dedos: era de Rachel, se lo había visto en la noche. —¡Rachel, Samy!—grité, pero no hubo respuesta. ☆☆☆☆☆
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