Dieciseisavo paso

1408 Words
Amaneció y todos se encontraban aún durmiendo muy tranquilamente y aunque el bosque era un lugar magnífico para vivir porque reinaba la paz y la tranquilidad, no era del todo bien hasta no haber encontrado la verdad sobre mi madre. Una vez todo hubiese pasado y acontecido, dónde encontrar a mi madre no fuera una misión imposible, después de todo eso era muy posible de qué al fin vivir en paz y tranquilidad no sólo conmigo misma sino también con lo demás tal y como lo hizo Klei hoy en día. —¡Despierten! Es hora de irnos y aún nos queda camino— grite entusiasmada. Aún estando todos semi dormidos pusieron de su parte para levantarse y así poder llegar a nuestro destino con mucha energía. Klei pidió que le dieran sólo unos minutos con el fin de lavar su cara y algunas de sus partes debido a que la tierra se había escabullido en ciertas partes que le causan molestia, todos afirmamos sin poner demasiado pretexto y nos estiramos para dejar a un lado la pereza. La naturaleza siempre me hacía sentir plena pero este bosque tenía algo especial y magnífico que me hacía querer estar en casa e incluso se podría decir qué estaba en mi casa aunque no fuera de esa manera... Fui a un lado a otro dando círculos en busca se algunas moras que comer ya que mi estómago rugir como si fuera un león hambriento y la sed indiscutiblemente fastidiosa. —no encuentro ni siquiera una fruta que calme mi hombre...— opine con la cabeza cabizbaja— me alejaré un poco para ver si puedo conseguir algo. —claro... Si quieres que te coman los tigres...— comentó Klei riéndose— el bosque no es peligroso pero los animales salvajes siguen siendo salvajes—dijo mientras volvía de la rápida limpieza.  —bueno, supongo que ya veremos en el camino. —yo creo que sí, sería lo mejor ya que tenemos mucho camino por recorrer— comentó Klei sacando una manzana del bolso. Recogimos las carpas y las volvemos a meter en los bolsos para dirigirnos de vuelta al camino. Después de haber transcurrido un buen tiempo en una caminata dónde íbamos hablando de tantas cosas al fin llegamos a un puente qué juntaba un extremo del otro en lo que el medio sería un río, no se veía muy amigable puesto que al parecer en la noche mientras dormíamos estuvo lloviendo y por lo tanto el agua estado en su máximo esplendor, estando lo suficientemente fuerte como para arrastrar a un caballo sin ninguna clase de problemas o para ser más específica levantar el peso de cerberos llevarla hasta el final de el. Klei se fijó en asustados que estábamos y con voz firme nos dijo:  —¡Yo iré primero y luego pasarán ustedes detrás de mí, confía en que pueden pasar recuerden que su fuerza de voluntad es lo más valiente que tienen. Lo que estaba diciendo era totalmente cierto pero en lo que respecta a Gul y Cerberos no estaban realmente preocupado puesto que ellos pueden pasar con su magia y muy tranquilamente, es decir, uno puede volar y el otro transportarse pero chinta y yo no poseemos esas habilidades, somos completamente normales. —¡Después de mí!— afirmó sin titubear. Yo asentí con mi cabeza y chinta con el corazón a mil le pidió a sus hijos que no se alejaran de ella. Somos pasando de poco en poco tratando de hacer el suficiente peso en el puente como para ocasionar un problema en la madera vieja que lo compone. —¡Espera! No vayas tan rápido siento que me voy a caer— grité asustada. —¡Delante de mí así no tienes nervios de caminar solá! —no tengo nervios pero sí me da miedo caerme. —es la misma cosa...— comentó Gul sin titubeó— vaya cobarde que eres ¿Y tú eres la hija de una antigua guerrera que no le tiene miedo a nada? —¡Hey, hey! Mi madre es mi madre y yo soy yo, no hacemos para nada parecidas por algo ella y yo somos totalmente diferentes ¿No lo crees?  —ya me voy trayendo que son muy diferentes ya que a ella jamás hubiese dado "nervios O miedo" pasar por un pequeño puente. —¿Acaso está viendo lo que hay debajo del puente? Porque creo que lo que me está diciendo sólo por molestar, ahora sí me caigo de aquí por lo menos quiero tener la certeza de que me vas a proteger... —No... (...) —¡Entonces guárdate tu opinión que nadie te la está pidiendo! —grito enojada para en cuestión de segundos fijarme que ya estaba del otro lado. —Ya estas ¿lo vez? —vaya... —si... —definitivamente eres un caso perdido— me dijo Cerberos mostrando su cara de decepción extrema. —no me vean de ese modo y vayámonos que no quiero llegar tarde a mi reunión con el destino. Todos me vieron con cara de chiste y sin poder decirme ni una sola palabra al respecto ya que la risa no los dejaba pensar con claridad. —Bueno... pues vayámonos que no quiero pasar por otro puente y que esta vez no sea solo agua sino también venga con cocodrilos...— temblaron mis piernas. —todo estará bien... vamos que ya llegamos. Caminamos al rededor de 3 horas hasta que llegamos a una cueva y lo primero que escucharon mis oídos fue el detener de los pasos de Klei, y su voz temblorosa que me decía: —No entrare hay, yo llego hasta aquí. Klei se negó a entrar y nadie la obligo a hacerlo, ella se despidió y se llevo a Chinta para hacerla feliz junto a sus cachorros quienes crecerían mas rápido de lo que creeríamos. Y justo en el momento en el que estaba por irse... Algo en el fondo me hizo click, queriendo correr hacia ella para darle únicamente y nada más que un abrazo, éste estaba acompañado de un gran sentimiento que en realidad no pertenecía a mí y aunque puede que fuese alguno que alguna vez la quiso no quise decir absolutamente nada para mantenerlo en secreto por el resto de mi vida. —gracias... Te agradezco mucho que aún con todo lo que ha sucedido nos hayas traído hasta este lugar— dije sutilmente con una sonrisa a mis labios. —no es nada— respondió devolviendo el abrazo que conmovió su corazón y sólo ella supo quién se lo daban en realidad. En el transcurso de las noches que pasaron y de tantas cosas que hablamos todos cerberos me tocó la más importante... El pequeño tema sobre mi madre, sabía por boca de muchos que ella era una gran guerrera en qué pertenece directamente a la madre naturaleza pero lo que no me dijeron es que sus poderes habían albergado en mí y que así como sus poderes estaban en mí una parte de su forma de ser también lo estaba. Su forma fuerte y valiente como un león, tan amable y linda como una flor, y tan comprensiva como sólo lo sabe ser una madre. —pronto te iré a visitar y prometo llevarte un regalo, a ti y a chinta— sonreí. —creo te olvidas algunos pequeñines— comentó devolviéndome una sonrisa tierna. —¡Ah, sí! Es cierto los pequeñines, pues en cierto modo no se me había olvidado pero bueno que me recuerden de vez en cuando. Carcajeo durante un rato hasta que al fin se despidió y nosotros seguimos nuestro camino dentro de la montaña que según conduciría hacia una ruinas antiguas llevándonos hasta la entrada del mundo que buscábamos. Una vez todo dentro podemos apreciar que por las paredes parecía que habían hecho dibujos niños pequeños, se podía notar que el acabado no era para nada perfecto y se notaba muy humilde así como sencillo. Aún siendo tan sencillo podría darse cuenta cualquiera de las trampas tan mortal es que habían delante nuestro así que todos decidimos poner lo mejor de nosotros y ponernos en posición de defensa, yo era una más del grupo se diría que la mas débil, pero yo había estado entrenando con Gul durante bastante tiempo y aunque no soy la mejor se diría que mejoré bastante comparado a lo que hacía antes.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD