+KILLIAN+ Estoy en su casa. En su mundo. En ese rincón donde sus dos vidas colisionan y no lo sabe… o prefiere no saberlo. A veces me pregunto si realmente no se da cuenta o si se aferra a ese delgado velo de negación que ha tejido para seguir respirando sin enloquecer. La que me ha llamado es Aria, aunque ni siquiera lo sospecha. Su voz, su risa algo arrastrada por el alcohol, la confesión descarada de que tenía “demasiada calentura”… todo eso no es de Calypso. Eso fue Aria. Ella. Ella completa. Real. Cruda. Inestable. Humana. Y yo aquí, frente a la puerta de su apartamento a las tres de la madrugada, haciéndome el estúpido porque, joder, me gusta. Me gusta este juego torcido. Me gusta verla destruirse y reconstruirse. Me gusta ser el único que conoce las dos versiones de ella. La únic

