16

493 Words

Entré a la habitación con un plan establecido, evitar que Kara me sacase la verdad, llenando su cabeza con otras cosas. No habíamos hablado mucho durante la caminata, más que nada porque no podíamos desperdiciar aire, en cierto modo me vino bien para no revelar el secreto. —¿No puedes volver a leerme las runas?— pregunté lanzando los zapatos al otro lado de la habitación al mismo tiempo que ella. —Ni de coña.— gruñó tratando de arrancarse los calcetines, se nos habían fundido con la piel después de la excursión a pie por el pueblo y sus alrededores.— Estoy muerta de cansancio. —Porfi.— rogué con ojos de cordero degollado, siempre infalibles para mi abuela, seguían siendo un buen arma. —Está bien, haré una tirada de tres runas si prometes no dar la lata.—yo asentí rápido y ella comenzó

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD