CAPITULO CINCUENTA Y CINCO

1619 Words

El chofer, al escuchar el deseo de su señora, se sintió inquieto. Sabía que cumplir esa petición podría tener consecuencias, pero también reconocía que la señora no era mala persona; de hecho, era amable con los empleados de la casa. Quizás debía encontrar una manera de hacerla recapacitar sin causar problemas. —¡Un hotel! Si hace eso el señor se angustiará, además puede tener malos entendidos con su esposo. —ella sonríe. —Apuesto que ni siquiera me echara de menos. Quiero tener un momento de paz interior, hágame ese favor. —El señor desde que usted llegó a esa casa ha cambiado. —¿De qué manera? —Buenos, ya no se queda en la empresa como antes, ahora le urge llegar a casa temprano, su humor y sus expresiones no son las mismas. —Le aseguro que no soy yo ese motivo. —Annika se imagin

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